Un Verano Espantosamente Caliente

Este es nuestro mundo cada vez más caliente, Julio de 2017

Demand Climate Justice
The World At 1°C
13 min readAug 20, 2017

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Versión original en inglés aqui | Traducción por Reacción Climática con el apoyo de Maria Alejandra Escalante y Luisa Daniela Marin Platero | Inscríbete aquí para recibir boletines mensuales y un contenido más exclusivo sobre justicia climática directo en tu bandeja de entrada

El verano en el hemisferio norte ya ha terminado, pero el mercurio en el termómetro sigue aumentando. Con los datos de junio registrados, 2017 aparece como el segundo período de Enero-Junio más caliente, posicionándose como el segundo año consecutivo más caluroso del que se tiene registro.

En esta década ya se han visto tres años consecutivos — 2014, 2015 y 2016 — como los años más calientes registrados. Lo que es verdaderamente aterrador para los científicos ya que todos estos fueron años del fenómeno de El Niño, mientras que el 2017 no lo es. En pocas palabras: no existe razón para que este año sea tan caliente.

Tales declaraciones numéricas simplemente reflejan lo que ya sabíamos: el calentamiento que ya hemos causado nos está matando ahora mismo. De hecho, el cambio climático nos ha estado matando por años: un estudio de este mes vinculó 60.000 suicidios de agricultores en la India en los últimos 30 años con el cambio climático. Ellos también se enfrentan con la muerte si salen a las calles en protesta.

Agricultores indios se enfrentan a una crisis que solo empeora. A veces la única salida es la muerte.

Aunque la mayoría del mundo conoce de primera mano los impactos del calentamiento global en alguna pequeña medida, para que medios sociales y comentaristas del mundo desarrollado entraran en pánico solo se necesitó de un artículo (traduccion, resumen) viral publicado en el New York Magazine.

El artículo, leído por dos millones de personas, describe un sombrío panorama del futuro cercano que fue criticado por algunos por ser irresponsable, dejándonos desempoderados y demasiado asustados. (Las respuestas de otrxs fue que sólo interiorizando con honestidad la desgracia y tristeza, podemos incitar la acción requerida para evitar los peores escenarios).

Mientras que el artículo ignoró a la cantidad de personas que han estado resistiendo este apocalipsis desde antes de que Al Gore publicara sus libros, la realidad de la emergencia planetaria es verdaderamente sombría, incluso apocalíptica, con una “aniquilación” de especies actualmente en curso considerada como la sexta extinción en masa.

Las esperanzas de que el cambio climático no fuera tan grave como se había anticipado, encallaron cuando las recientes investigaciones sobre la “sensibilidad climática” afirmaron que el lento calentamiento de los océanos no se ha tenido plenamente en cuenta, lo que significa que el calentamiento futuro será más severo de lo previsto.

Como si esto no fuera ya bastante malo, nuevas investigaciones sugieren que la cantidad de carbono que se puede liberar (el “presupuesto de carbono”) antes de entrar a un calentamiento de 2°C es mucho menor de lo que comúnmente se pensaba, pues las temperaturas de referencia que se usaron son de 1875 en lugar de 1750 — lo que oculta más de un siglo de calentamiento. Esto significa que tenemos aún menos tiempo del que pensamos para evitar el tipo de mundo descrito por el artículo en la New York Magazine.

Es 95% probable que lleguemos a un aumento promedio de 2°C de temperatura global para el 2100, dada nuestra aparente incapacidad para detener la adicción a los combustibles fósiles a pesar de saber que las energías renovables pronto serán la fuente de energía más barata. Esto causará una elevación del nivel del mar que podría desplazar hasta dos mil millones de personas y hacer que el mundo sea “ altamente ingobernable”, según James Hansen.

Volviendo a Julio de 2017, estamos siendo testigxs de una de las peores sequías en décadas en los países devastados del sur de Europa. La producción de cereales en Italia y España ha caído a su nivel más bajo en 20 años. Un agricultor describió lo que esto significa:

“En esta situación … te das cuenta de que es casi imposible seguir adelante. Crees que, bien, este año voy a tratar de manejarlo, pero si la próxima cosecha es como este año ya no seré capaz de hacerle frente”.

La misma viabilidad de la agricultura en zonas como el valle del río Po en Italia, está siendo amenazada por el cambio climático, ya que temperaturas más altas, períodos secos prolongados y derretimientos de nieve prematuros hacen del ciclo del agua un caos.

Sequías que se combinan con olas de calor también han llevado a la propagación de más de 300 incendios forestales en Italia y algunos enormes en Francia que han desplazado a más de 10.000 personas.

Cuando el cambio climático invade a los turistas europeos sabemos que el final está cerca

Este verano espantoso no se limita a Europa: a principios de este mes, Mongolia prohibió las exportaciones de cereales, ya que registró las temperaturas más altas en 56 años. Shanghai, la ciudad más poblada de China, también registró su temperatura más alta con 40.9°C, lo que llevó a las autoridades a instar que la gente permaneciera adentro.

Mientras tanto en Siberia, la feroz ola de calor descongela la tundra y derrite el permafrost, causando más brotes de anthrax y grandes explosiones de burbujas de metano.

En África oriental, la gran sequía se prolonga otro mes agravada por la falta de planificación en la adaptación y los planes de para la represa del Nilo en Etiopía. La sequía amenaza no sólo las vidas de decenas de miles de individuos, sino incluso sus formas de vida. El ministro de agricultura y ganadería de Kenia ha aconsejado a los pastores nómadas que consigan camellos en lugar de vacas mientras el Valle del Rift se convierte en desierto.

Del mismo modo, los expertos muestran preocupación por la “viabilidad de la vida caribeña tal y como la conocemos” a medida que los ecosistemas sufren una combinación de intensas sequías y precipitaciones.

Esta es la tendencia general: el cambio climático empeorará la situación donde ya existen tensiones sociales e inequidades, pues ofrece oportunidades para que algunos se beneficien a expensas de otros, como lo demuestran las mafias del agua en la “economía de la sed” de la India.

Acceder al agua de la “Mafia del Agua” en la India es un negocio complicado y competitivo

La injusticia climática no se limita a ciertas partes del mundo: las recientes olas de calor en los Estados Unidos dieron lugar a la terrible situación de los prisioneros en St. Louis que clamaron por ayuda desde sus celdas por el calor insoportable. De hecho, un nuevo estudio publicado en ‘Science’ analizó el impacto del cambio climático en los países americanos, y encontró que “el aumento de las temperaturas hará que los más pobres sufran más, incluso en las naciones más ricas del mundo”.

Simplemente, el calor será demasiado alto para que los seres humanos lo puedan manejar. Es demasiado para muchos animales: los perros salvajes de Africa son incapaces de cazar debido a las temperaturas elevadas. Es demasiado caliente para incluso el arrecife de coral más septentrional del mundo en Japón, que preocupantemente, está mostrando signos de blanqueamiento.

Tanto el Ártico como el Antártico experimentan derretimiento a un ritmo alarmante. Este julio, un trillón de toneladas de iceberg se quebró de la plataforma de hielo Larsen C; una señal de lo que vendrá. Los investigadores están cada vez más preocupados por el aumento de la temperatura que está permitiendo que las algas prosperen en la capa de hielo de Groenlandia, dando lugar a un proceso de “oscurecimiento” que acelera y aumenta el derretimiento y por lo tanto el aumento del nivel del mar.

El iceberg que se quebró de la plataforma de hielo Larsen C es 1 billón de toneladas

El calor puede ser la característica definitoria del cambio climático para este mes, pero no es la única. En los últimos 30 días se ha visto cómo una tormenta en el sur de Taiwán acumula más de un metro de lluvia en dos días, lo que equivale a más de un año de lluvias en muchos países.

Por otra parte, las inundaciones en Myanmar han matado a varios y han desplazado a decenas de miles mientras que las inundaciones en el estado indio de Gujarat han dejado más de 200 muertos y más de 130.000 desplazadxs. Debemos de considerar las condiciones actuales en las que muchas personas ya viven y mueren debido al cambio climático, ante cualquiera que sean nuestros temores sobre un futuro en una “tierra inhabitable”.

Negocios Sucios

En los últimos meses nos hemos centrado en la guerra contra la vida que tantos gobiernos nefastos parecen estar empeñados en perseguir. Sin duda, el papel del Estado en la destrucción ambiental y social no debe ser subestimado — este mes el gobierno Irlandés socavó cualquier buena voluntad que la reciente prohibición contra el fracking podría haber inspirado al aprobar la exploración de petróleo en la costa sur.

Así mismo los proyectos nominales de energía renovable, como las megarepresas hidroeléctricas en las que ha invertido el gobierno de Camerún, causan un daño incalculable a personas y ecosistemas. La inacción colectiva de todos los gobiernos nos está llevando a un mundo insondablemente más caliente.

Pero los malos gobiernos son sólo una parte de la historia. Otra parte en esta historia de terror son los negocios sucios.

Las corporaciones transnacionales son parte de los grandes contaminadores — según un estudio publicado este mes, 100 empresas producen el 71% de todas las emisiones globales, y constituyen grandes obstáculos al desarrollo de políticas internacionales para hacerle frente a la crisis climática, como lo destacó un nuevo informe.

Por supuesto que nada de esto es sorprendente. Los negocios sucios de la industria tabacalera han buscado durante mucho tiempo socavar los esfuerzos internacionales para frenar el tabaquismo, y este mes un importante esfuerzo periodístico de Reuters mostró hasta dónde es que algunos, como Philip Morris, están dispuestos a ir.

Del mismo modo, los negocios sucios de la industria química se han involucrado en una colusión generalizada, al encubrir lo que desde hace tiempo han sabido que es cierto: muchos de sus productos han sido extraordinariamente perjudiciales para las personas. La industria de combustibles fósiles ha lanzado una campaña bien documentada para difundir información errónea y generar dudas sobre el cambio climático a pesar de conocer el peligro durante décadas, pero investigaciones de este mes muestran que las empresas de servicio eléctrico también conocían de estos peligros y reaccionaron de la misma manera.

Exxon sabía todo sobre el cambio climático, durante décadas, hizo todo lo posible para asegurarse de que nosotrxs no lo supiéramos.

Todxs lo hacen por la simple razón de lucrarse del desastre y de nuestro sufrimiento.

Se lucran al arriesgar la estabilidad del sistema climático global mediante la expansión del cultivo de aceite de palma en el Amazonas, que son los pulmones de la tierra. También se lucran de la extracción ilegal de oro en áreas hasta hace poco asoladas por la guerra civil.

Mientras que los negocios sucios se benefician inmensamente, las personas en las áreas explotadas se quedan para recoger las piezas de sus vidas destrozadas o para morir intentándolo, como lxs guatemaltecxs tratando de resistir la minería de plata canadiense lo saben.

De ser posible, el proceso de recuperación puede tomar años: los pueblos indígenas Krenak que viven a las orillas del río Doce en Brasil todavía luchan por recuperarse del colapso de la presa de relaves de Fundao.

Todo lo que queda de la ciudad brasileña de Bento Rodrigues es barro. Las empresas involucradas en el peor desastre ambiental de Brasil fueron multadas por el gobierno pero hasta ahora no han pagado.

Tal vez la parte más retorcida de esta historia es que nos hemos convertido en héroes fracasados, al centrarnos en nuestras opciones individuales de consumo y nuestro estilo de vida, mientras que las corporaciones obscenamente ricas siguen contaminando con abandono. Ellxs, junto con los malos gobiernos que les asisten, deben ser resistidos.

Resistencia

Como en cualquier otro mes, en Julio no hubo escasez de ejemplos de resistencia dirigida hacia las causas de la crisis climática.

En Colombia, dos municipios más — Pijao y Arbeláez — declararon el fin de la extracción minera y de combustibles fósiles a través de un voto popular, volviéndose el quinto ejemplo de resistencia de este tipo en el país. Asimismo, Tanzania ha suspendido la concesión de nuevas licencias mineras.

En ocasiones la resistencia debe tomar un enfoque más directo, que es exactamente lo que los habitantes de las Islas Salomón han hecho frente a la minería de bauxita por la firma australiana Pacific Bauxite. Dándose cuenta de que habían sido manipulados por la compañía, los locales de la provincia de Temotu retiraron su consentimiento para la prospección e incluso bloquearon las carreteras para evitar el acceso a la empresa.

A pesar del riesgo de ser reprimidos violentamente, los pueblos indígenas de toda la Amazonía en muchas ocasiones han protestado en contra de los gobiernos y corporaciones que destruyen sus tierras

Con suerte, tendrán tanto éxito como las federaciones indígenas de la Amazonía peruana, cuya resistencia ayudó para obligar al gigante del petróleo Reliance Industries a abandonar varios proyectos. Este tipo de resistencia de David v.s Goliat a menudo resulta en beneficios para el pueblo por sobre la ganancias, a pesar de que la especulación corporativa meramente lo acredita a “las fuerzas del mercado”.

Algunos ejemplos: Petronas anunció este mes la cancelación de su gasoducto de 11.400 millones de dólares en la isla de Lelu, British Columbia, que fue duramente rechazado por las primeras comunidades indígenas de la región; TransCanada hizo ruidos que sugirieron que no podrían construir el famoso oleoducto KeystoneXL; y se reveló que empresas han devuelto más de 1 millón de hectáreas de tierra prevista para la extracción de arenas bituminosas / tarsands. La ausencia de cualquier mención sobre la resistencia popular en sus anuncios sobre esto dice mucho.

Activistas anti-fracking en el Reino Unido se han inspirado al ver que su pelea de tres meses en contra de Preston New Road se convierte en un completo incidente nacional. La resistencia de este mes vio brutalidad policial y bloqueos diarios en Lancashire cuando la empresa Fracking Cuadrilla finalmente puso su taladro en posición.

Aunque no es tan obvio en un país como el Reino Unido, las luchas contra las industrias extractivas se relacionan necesariamente con luchas más amplias por los derechos de la tierra y la justicia de género. Las comunidades son mucho mejores administradoras de la tierra que grandes terratenientes o corporaciones, como lo demuestran las mujeres indígenas Waorani en Ecuador que utilizan la agroecología y el cultivo para proteger una de las áreas con los niveles más altos de biodiversidad del planeta.

Por lo tanto, los movimientos de justicia climática deberían celebrar y apoyar esfuerzos como los de la República Democrática del Congo, donde las mujeres de la provincia de Kivu del Norte desafían las costumbres y afirman sus derechos a la tierra, o en Tanzania, en donde por primera vez en la historia se aseguraron los derechos formales a la tierra por parte de las mujeres Massai.

Debemos estar conscientes de las implicaciones que tienen algunas de las “soluciones” a la crisis climática sobre el uso de la tierra y los derechos a la tierra. Para restablecer un cierto equilibrio en las concentraciones de carbono en la atmósfera, las poblaciones oceánicas y terrestres requerirán más que de una transición lejos de los combustibles fósiles. La determinación de la naturaleza y escala de esta reducción y secuestro es crucial, especialmente en un mundo donde las concesiones a gran escala ya amenazan los derechos de los grupos vulnerables.

Los pueblos del bosque han sido guardianes de éste durante milenios

A medida que comenzamos a enfrentar las realidades cada vez más duras de nuestro mundo que se calienta, la urgencia de la acción aumenta. Pero necesitamos que este sea un sentido de urgencia dirigido por un sentido de justicia. Esto significa, entre otras cosas, finalmente renunciar a la idea de que “los niños blancos realmente inteligentes y bienintencionados salvarán al mundo”, como lo dijo Van Jones en un reciente video sobre cómo enfrentar el cambio climático.

También significa desarrollar nuevas narrativas y estrategias atractivas, e imaginar un futuro con justicia climática — como lo ha intentado hacer en Julio una conferencia sobre justicia climática, “casi neutral en carbono”. Significa trabajar juntxs a través de nuestras divisiones, y construir el poder no en ONGs o como una red de ONGs, sino con un movimiento con base en movimientos co-revolucionarios. Como John Bellamy Foster lo pone en esta entrevista:

“Esto tiene que ser un movimiento gigante, tiene que unirse con lxs trabajadxres de todo el mundo, tiene que oponerse al imperialismo y a la guerra. Todas estas cosas están conectadas. El movimiento climático es central en el sentido de triangulación, pero sólo podemos llegar a algún lugar si luchamos en todos los frentes, o hacemos un gran frente.”

Es por eso que debemos estar interesadxs ​​no sólo en los acontecimientos importantes del Fondo Verde para el Clima, sino también en ejemplos de comunidades como la ciudad mexicana de Cherán, afirmando su derecho a gobernarse de manera autónoma. Debemos solidarizarnos y también aprender las lecciones de luchas seculares contra la opresión como las de lxs afrocolombianxs en Buenaventura.

A pesar de todo, debemos de encontrar la fuerza para seguir adelante. No sólo por nosotrxs mismxs, o por aquellxs que vendrán después de nosotros, sino igualmente por aquellxs que estuvieron antes, algunxs de lxs cuales pagaron el precio final por su resistencia. Una vez más, John Bellamy Foster lo expresa claramente:

“En tales situaciones el optimismo o el pesimismo no son el punto. Lo que necesitamos es coraje y determinación para hacer frente a probabilidades aparentemente insuperables.”

El coraje es realmente necesario: por lo menos 200 defensorxs de la vida y su medio ambiente fueron asesinadxs el año pasado. Con una tasa de cuatro asesinatos a la semana, 2016 fue el año más sangriento registrado. 49 de esos 200 procedían de Brasil, la nación más mortífera para los protectores. El 60% de las muertes ocurrieron en América Latina.

Berta Zúñiga, hija de la asesinada activista hondureña Berta Cáceres, escapó un ataque en Honduras este mes. En un consuelo que llega demasiado tarde, dos bancos europeos — la Institución Financiera de Desarrollo de los Países Bajos y el Fondo Finlandés para la Cooperación Industrial — han anunciado finalmente que pondrán fin a su participación financiera en la presa de Agua Zarca.

La hija de Berta Cáceres continúa su lucha

Las iniciativas de los nuevos medios de comunicación tienen como objetivo dar a esta crisis la cobertura que merece. Aunque bienvenidos estos esfuerzos, las personas que vivimos en países que se mantiene de las finanzas de estas industrias extractivas debemos hacer más para apoyar activamente a aquellxs de nosotrxs que viven en los países donde esas industrias contaminan la tierra y matan al pueblo. El “todxs estamos conectadxs” debe ser algo que mostramos a través de nuestras acciones, no solo algo mas que decimos.

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