Filma Group, punto de encuentro entre emprendimiento y sostenibilidad
Emprender hoy en día no es tarea fácil, al igual que tampoco es sencillo entender el concepto de sostenibilidad. Actualmente, se habla mucho de sostenibilidad, aunque no acaba de divulgarse bien que alrededor del concepto ‘sostenibilidad’ gira una larga sarta de terminologías que llegan a confundir.
En este artículo escrito por Carlos Servent, alumno del Máster Online en Diseño Sostenible de SHIFTA, se unen las dos cosas para poder ver y ejemplificar cómo el emprendimiento bebe de la sostenibilidad, y la sostenibilidad bebe de Filma Group, la empresa fundada por Carlos.
¿Nos acompañas a leerlo?
Infoxicación en el concepto de sostenibilidad
Ahora todo el mundo tiene la información al alcance por las nuevas tecnologías y la red de comunicación. La información se difunde demasiado rápido, siendo imposible filtrarla. Se trata de un aliento constante que no sabes cómo digerir por lo que no es una fuente de apoyo para comprender la sostenibilidad.
Es más, el efecto es el contrario. Hay tanta información que la gente no quiere informarse de ello porque abruma y supone un esfuerzo empezar a entender y comprender, es un fenómeno general.
Por lo tanto, abrir el ordenador y empaparse de información no es la solución óptima para comprender la sostenibilidad. Hay que cerrar el ordenador y aprender a describir nuestro propio paradigma que parte de nuestra manera de estar en mundo, de cómo el ser humano se coloca en el mundo.
De la percepción al desarrollo de la sensibilidad
No siempre se tiene el privilegio de tenerlo todo al alcance. Por analogía, si me gusta la música y quiero desarrollar cierta sensibilidad en este arte debo experimentar diferentes experiencias para madurar esa sensibilidad.
Es obvio que no empezaré ofreciendo un concierto de violín (con un Guarneri del siglo XVII) en el escenario tan emblemático de Wiener Musikverein de Viena (Austria). El proceso de sensibilización es una sucesión de experiencias.
Primero debo escuchar diferentes géneros de música para conocer los gustos que tengo. Luego me intereso y empiezo a probar diferentes instrumentos, para acabar escogiendo el violín. Quiero saber más sobre harmonía y solfeo. Cada vez noto que en la música hay un lenguaje que se debe mantener con práctica y constancia.
Me propongo un horario mientras lo compagino con mis otros compromisos personales. Me atrevo a ofrecer conciertos donde mi actitud empieza a cambiar como alguien más perfeccionista e interpretativo.
Desarrollo sensibilidad en pequeños detalles sobre el sonido y el instrumento que toco. Me introduzco en el mundo de la orquestra, donde veo diferentes actitudes desde el ego al respeto. Poco a poco, uno va desarrollando experiencias donde el interés en tomar ese camino empieza a ser real.
La vida nos invita a aprender y a escuchar, aunque a veces en formato de invitación y en otras ocasiones directamente nos empuja o zarandea. Es un proceso de maduración que va desde lo que deseamos, lo que somos como individuo y lo que nos vamos encontrando por el camino, en ocasiones agradable y otras desolador. Es un acto de conocerse a sí mismo, desde la experiencia y no desde el acto de pensar. De algún modo estamos caminando a la vez que observamos y vamos generando un conjunto de reflexiones en torno a la vida. Es un ejercicio que todo el mundo hace, aunque lo que varía es la dedicación y el interés por este ámbito.
Sensibilidad en la sostenibilidad
Considero que es importante haber leído lo anterior para entender a dónde quiero llegar con este escrito. Pero ¡atención!, no estoy diciendo que hay que definir unos objetivos para tener mejor capacidad de desarrollo de nuestra percepción y sensibilidad.
Pasa lo contrario, tenemos que dejar que las experiencias lleguen a nosotros, como un proceso gradual de cambio interior, que lleva la ignorancia al esclarecimiento por medio de experiencias.
La finalidad en el proceso de sensibilización del que hablo es desarrollar completamente nuestro conocimiento a través de una gran variedad de experiencias intelectuales, emocionales y físicas.
Claramente nos encontramos en un punto de inflexión donde el cambio climático y la lucha por la preservación del medio ambiente es más evidente ya que estamos viviendo las consecuencias de lo que se iba advirtiendo: un cambio climático en curso.
En los años 50 ya se advertía de las consecuencias que tendrían en el planeta las altas emisiones. De hecho, se encuentra un artículo en la prensa generalista que relacionaba las emisiones industriales con los efectos negativo del cambio climático por Albert Abarbanel & Thorp McClusky, “Is the World Getting Warmer?” Saturday Evening Post (julio de 1950).
Dos décadas antes, en los años 30, el científico e inventor Guy Stewart Callendar hacia publicaciones en el suplemento dominical Meteorological Magazine, a pesar de no ser una revista que la gente corriente comprase como suplemento dominical. Sin embargo, las publicaciones del señor Callendar hacían que los periodistas olfatearan una mala noticia e, incluso, la revista Time se hacía eco de sus observaciones que apuntaban ya a un calentamiento global en curso.
El despertar del interés por la sostenibilidad
Hay una necesidad clara para no empeorar más la situación, se están haciendo evidentes las consecuencias de lo que el señor Callendar en los años 30, hace 92 años, iba advirtiendo. Mirando en retrospectiva, una tarde, me pregunté qué quería decir sostenibilidad.
La verdad es que me quedé detenido un buen rato pensando una respuesta, pero me di cuenta de que no tenía interiorizada la definición; únicamente una visión borrosa que se mezclaba con la naturaleza, cambio climático, el mar, las tortugas y el planeta. No tenía ni idea de lo que quería decir sostenibilidad, empecé a leer acerca de ello y podréis esperar el resultado que obtuve: tanta información me abrumó.
Aunque, a partir de aquí, noté que empecé a adoptar un comportamiento diferente, o al menos veía detalles que antes pasaba por alto como, por ejemplo, la cantidad de luz que consumía la ciudad en tiempo de navidad.
Cada vez empiezo a ver de lo que antes era algo difuminado a una nitidez de mi métier (razón de trabajar) como ingeniero en el provenir de mi carrera profesional; dedicar el tiempo a un proyecto que cumpla con el desarrollo sostenible.
Sostenibilidad en Filma Group
Al florecer mi métier, empiezo a tener una idea fruto de una necesidad tras mi percepción del entorno poco sostenible. Me centro en el concepto de Desarrollo Sostenible que es un fenómeno extraordinario que pretende equilibrar e integrar los tres grandes pilares: bienestar social, prosperidad económica y protección medioambiental, sin afectar a las generaciones presentes ni futuras.
Mi proyecto tiene como nombre Filma Group y pretende regenerar la economía circular y el ecodiseño mediante un servicio de recogida moderna e interactiva a pie de calle. Quiere hacer tangible el acto del reciclaje poniendo valor al material que se trata y traza con tal de maximizar su calidad. Respetamos la materia prima que viene considerándose como residuo (aunque tenemos prohibido hablar de residuo sino de gestión).
Inmersión a la economía circular y el ecodiseño
Paremos un momento. He sembrado dos conceptos al introducir la empresa emergente que estoy cofundando: economía circular y ecodiseño. Permitidme definir los conceptos de cada uno de ellos.
La economía circular se distingue por venir de la rama de la economía que intenta alinearse a los tres pilares de la sostenibilidad. No hay que asociar este concepto como un concepto que pretende utilizar los residuos como recursos, se refiere a prolongar y alargar el uso de los recursos, es decir, primero se empieza reduciendo el uso de esos recursos y, una vez los tenemos, mantenerlos activos durante el mayor tiempo posible. Por eso da beneficios a nivel económico y también medioambiental.
Por lo que respecta a Ecodiseño, se distingue como una disciplina que no relega el imperativo económico donde las cuestiones medioambientales deben considerarse al mismo nivel que los criterios tradicionales, como la ergonomía, la funcionalidad y la estética.
El ecodiseño es un concepto que no debe confundirse con una disciplina que se adhiere al concepto del diseño, sino una disciplina que concibe un proceso para obtener un resultado factible alineado con la economía circular.
Recomiendo mucho ver el diagrama en mariposa que propuso la Fundación Ellen MacArthur donde se puede ver todos esos ciclos que nos pueden ayudar a optimizar el uso de los recursos. En el diagrama menciona la compostabilidad, el reciclaje y las estrategias previas para la prevención de generación de residuos. Son conceptos que llevan años practicándose, aunque con menos eco. Ahora hay una necesidad que prácticamente está siendo una urgencia.
Filma Group utiliza los principios de la economía circular para un bien comunitario, económico y ambiental. Conservamos los recursos existentes, ya que mantenemos los recursos el mayor tiempo posible, en este caso los residuos generados por el consumidor y las entidades privadas. Utilizamos estos residuos y los transformamos en producto cambiando su naturaleza mecánicamente.
Es un modelo de negocio producto-servicio que quiere dar un paso más allá, donde ofrecemos nuestros servicios a quienes los necesitan en el momento que los necesitan en lugar de vender productos. Nuestro servicio se orienta al uso ya que hacemos recogida selectiva de plástico diario para aquellos usuarios que dispongan de nuestra aplicación y decidan salir de casa para nosotros recoger aquel residuo en concreto que vayamos a recoger.
Esta persona dispondrá de descuentos en los productos que aparezcan en nuestra aplicación. Con este residuo que recogemos lo transformamos en producto para mantener activo el recurso. Diseñamos pensando el futuro e incorporamos tecnología digital para hacer trazabilidad del residuo que vamos recogiendo.
Cumplimos el objetivo de desarrollo sostenible número 17, fomentamos el trabajo en red. La comunicación es una prioridad para ser lo más transparentes posible con la gestión de residuos, una gestión honesta y con conciencia.
Filma sigue, yo acabo (este artículo)
Sí, en poco tiempo vi que estaba emprendiendo y el proyecto empezaba a tener buena aceptación al nivel que estamos incubados en Barcelona Activa en el módulo del Viver de Elisava y formamos parte de la comunidad TECH Barcelona.
Tenemos como principales clientes a Papelmatic, SevenMila y el Ayuntamiento de Palamós. Falta mucho por hacer, pero la voluntad y las ganas permanecen. He de reconocer que está siendo un proceso gradual, aunque insisto, me queda mucho por experimentar y desarrollar, sobre todo, mi sensibilidad.
Este proceso que estoy viviendo en el desarrollo de mi sensibilidad puede pasarle a cada uno/a que está leyendo esto, en menor o mayor grado.
Para ser sostenibles no hay que ser un loco del reciclaje y emprender, ni mucho menos. Pero sí que debemos entender las experiencias que cada uno tiene para procesarlas y entenderlas. En definitiva, saber identificar y criticar las derivas de nuestro contexto.
No olvidemos que todo esto es parte de un proceso de percepción y sensibilización donde estoy centrándome en identificar y criticar los porvenires del contexto en el que me encuentro y en cómo estos porvenires me empujan a sentir, pensar y problematizar la vida de una forma concreta.
Ahora mismo, como emprendedor e ingeniero, veo un problema que se divide en más problemas para obtener una compleja solución. Es la esencia de pensar en un ecosistema. Anteriormente la mentalidad era diferente, de un problema saco una única solución. Por eso es tan importante la centralización de las derivas del contexto del que me encuentro, ahora una décima más sostenible.
Si a ti también te interesa entrar más a fondo en la disciplina del Diseño Sostenible, no te pierdas el máster de SHIFTA. ¡Pide más información!
Carlos Servent, ingeniero de diseño industrial y alumno del Máster Online en Diseño Sostenible de SHIFTA | Escuela Online de Creadores Digitales
