La fotografía no va de lo que mira si no de cómo se mira
No hace falta que te cuente que el coronavirus ha impactado en nuestras vidas como un tsunami. Quién iba a decirnos, hace tan solo un par de meses, que nos veríamos privados de libertad para viajar. Y no solo eso, ¡que ni tan siquiera podríamos salir de casa!
Nos hubiera parecido una historia de ciencia-ficción. Pues una vez más, la realidad supera la ficción. Nos encontramos recluidos en nuestras viviendas, con la opción de salir a la calle únicamente para cubrir necesidades básicas como comprar alimentos o tirar la basura. Y mejor hacer las dos cosas al mismo tiempo.
En esta nueva tesitura que se presenta resulta imposible continuar ejecutando la fotografía de viajes como la concebíamos, desplazándonos a lugares exóticos para inmortalizar instantes memorables con nuestra cámara. Pero como reza el conocido eslogan publicitario de un fabricante de ropa y calzado deportivo, “impossible is nothing”.
Una de las principales cualidades que debe tener el fotógrafo de viajes es la capacidad de sorprenderse. Sorprenderse de y por todo: de lo que le rodea, de lo que siente, de lo que vive. Ese asombro es lo que le lleva a pulsar el disparador para captar aquello que le está fascinando y transmitir dicha emoción al espectador. Cuando viajas es fácil sentir estas emociones porque te encuentras sumergido en una realidad distinta a la habitual, con estímulos nuevos bombardeándote. ¿Y cuándo no puedes viajar, qué?
En realidad la capacidad de sorprenderse es intrínseca a la persona, es un rasgo de personalidad, y da igual si estás en la Cochinchina o en tu casa (confinado, como es el caso). El buen fotógrafo sigue sintiendo esa curiosidad de un niño, independientemente de su entorno.
Por lo tanto, sí es posible seguir haciendo fotografía de viajes sin salir de casa. Lo único que esta vez el viaje va a ser en tu hábitat, hacia tu mundo conocido. Se trata de que recorras las diferentes estancias de tu casa con otra mirada, te fijes en detalles simbólicos en los que no habías recabado, observes la magia de la luz creando atmósfera, qué ocurre detrás de la ventana…
Igual que si estuvieras viajando, maravillándote de tu cotidianidad. No se trata de enseñar cómo es tu casa, se trata de transmitir cómo te sientes en tu casa. ¿Qué te asombra en este momento? ¿Qué sientes? Plásmalo en una fotografía.
La imagen ganadora del apartado de votación popular del galardón Wildlife Photographer of the Year 2019, conocido como LUMIX People’s Choice award, muestra unos ratoncitos peleando por unas migajas en el metro de Londres.
Un lugar de lo más común, accesible a todo el mundo. Un sujeto también de lo más común, abundante tanto en el campo como en la ciudad. Miles de personas hemos visto ratoncitos en el metro de cualquier gran urbe, pero nunca nadie los había retratado antes de ese modo. Y aquí radica la diferencia.
¿Qué convierte una fotografía en un registro memorable? El punto de vista particular del fotógrafo. Todo depende de cómo te aproximes a tu realidad. Siempre y cuando le des un abordaje diferente, la historia va a ser interesante. Una mirada original, personal, única. Lo importante no es el tema ni el lugar, sino la manera cómo se cuenta la historia. Algo muy habitual mostrado bajo un punto de vista distinto , sorprende. Genera emociones. Y las imágenes que perduran en la memoria son las que emocionan.
Por lo tanto se pueden realizar grandes fotos dentro de casa, durante el confinamiento. Es más, esta situación nos brinda la oportunidad de desarrollar nuevas aptitudes fotografiando lo cotidiano con destreza, y estas capacidades aprendidas las podremos aplicar más adelante en cualquier insólito rincón del mundo. Acordémonos que la fotografía tiene que ver en cómo se mira, y no en lo que se mira.
A lo mejor el World Press Photo añade a partir de este año la categoría miradas domésticas. Cambiaremos la mirada.
Un fotógrafo no es solo quién hace fotografías sino quien es capaz de comunicarse a través de ellas, dominando la técnica al máximo nivel. En el Máster en Fotografía y Diseño Online abordamos la fotografía como una disciplina abierta y multidisciplinar.
Mireia Puntí, fotógrafa de viajes y colaboradora de We Are Shifta.
