Moodboard: La personalidad de tu obra

Lucía Colombo
Think by SHIFTA
Published in
5 min readAug 13, 2019

En el campo creativo es fundamental contar con herramientas que nos permitan visualizar conceptos y propuestas. No sólo para presentarlas a un colega o cliente, sino también para afinar detalles a lo largo y a lo ancho del proceso de ejecución. El Moodboard es un instrumento fácil de realizar y visualizar: una colección de elementos que portan el espíritu plástico de aquello que aspiramos crear.

El primer paso siempre es traspasar nuestras ideas del plano mental al real. Aunque suene cliché, es darles vida, soltarlas para que fluyan por diferentes hábitats y canales de comunicación. Si nuestras creaciones son seres vivos, el Moodboard representa su carácter y personalidad.

Moodboard Videoclip por Santiago Banchero (alumno Shifta)

Queremos generar Moodboards atractivos, complejos e interesantes, tanto que atrapen inmediatamente el interés de quien se los encuentre. Imagina que es el perfil de Tinder de tu proyecto. Quizá sea más o menos parecido a la obra que te encuentres cara a cara, pero cuanto mejor armado esté ese perfil, más corazones juntará.

Si lo analizamos dentro del proceso creativo, el Moodboard es el paso previo a la formalización estética de un proyecto; un primer esbozo de su dirección de arte. Aunque puede estar sujeto a la opinión de otros profesionales y, en caso de que exista, del cliente; su personalidad debe ser clara para no dejar margen a la ambigüedad. Es decir, que esta propuesta estética comunique tu visión.

En definitiva, el Moodboard es un documento preliminar, compuesto de diversas imágenes y materiales, que sintetiza el universo visual de nuestro proyecto (sea un cortometraje, un folleto o un evento).

Pero no se trata de un tablero de Pinterest. Para componer un Moodboard funcional y profesional es importante tener en cuenta las siguientes consideraciones:

Qué incluir en el Moodboard

  • Los referentes son la fuente de la que se nutre cualquier Moodboard. Obras, personajes, artistas, movimientos y todo tipo de elementos del plano creativo que se alineen con la estética de nuestra obra, nos inspiren y funcionen como base para fundar nuestro propio imaginario.
  • Con este dispositivo comunicaremos, de forma explícita, la estética que pretendemos plasmar. Para esto puede realizarse una búsqueda considerando las distintas áreas que integran la dirección de arte: attrezzo, vestuario, localizaciones, etc.
  • Los elementos incluidos deben estar lógicamente conectados, respondiendo a un concepto o una idea fundadora.
Moodboard Joyería por Marta Ibáñez

Cómo componer el Moodboard

1. Formato

La primera decisión a tomar es si el Moodboard será virtual o analógico. El primero es más fácil de distribuir, pero cuenta con la desventaja de excluir lo táctil, un sentido que puede transmitir mucha información sensorial.

2. Tamaño

No existe ninguna máxima sobre las medidas de un Moodboard. Puede generarse un documento de una sola pieza, con un tamaño que se adapte a la cantidad de imágenes que lo compongan, pero es igualmente válido crear varios Moodboards distintos para un mismo proyecto.

3. Disposición

El orden en el que estarán presentadas las imágenes también comunica. Las más importantes pueden tener un mayor tamaño o estar localizadas en puntos centrales. También debemos considerar si organizaremos las imágenes con cierta jerarquía, separadas en sectores según categorías, o a modo collage desordenado.

Interfaz Milanote

4. Herramientas

Siempre me ha resultado más práctico utilizar InDesign, Photoshop o Illustrator de Adobe (o programas similares de otra firma). Ofrecen una amplia variedad de funciones para manipular las imágenes, recortarlas y modificarlas.

Al margen de los softwares de diseño, podemos considerar cualquier programa que permita incorporar imágenes a un documento, como puede ser Keynote o PowerPoint, aunque sus recursos son más limitados.

Por último, existe una App llamada Milanote para crear Moodboards desde el móvil o el ordenador. Es bastante amigable, aunque la edición de imágenes es muy básica. Aquellos que prefieran trabajar con sus manos, no duden en realizar su Moodboard analógico y capturarlo en una fotografía de alta calidad (o montarlo en algún soporte transportable).

El proceso

1. Escapa de la tiranía de Google

Las herramientas virtuales nunca fallan a la hora de encontrar inspiración y referentes pero los algoritmos son traicioneros y pueden llevarnos por caminos demasiado transitados. Un Moodboard resultará más único y original si incluye fuentes analógicas (libros, revistas, exhibiciones, etc.) o incluso nuestra propia producción fotográfica.

2. Calidad sobre cantidad

Para realizar este documento es necesario adoptar un papel de curador más que de recolector. Si bien debemos coleccionar una serie de imágenes, es importante tener ojo crítico al realizar nuestra selección.

Moodboard Packaging por Judi Design

3. No todo es foto

En el Moodboard también pueden incluirse textos. Busca frases o palabras que evoquen sensaciones, evita escribir epígrafes de imágenes. También hay lugar para las tipografías, los colores, las texturas y materiales.

4. Debe transmitir una mensaje ligado a lo emocional

Se trata de un dispositivo que debe estar más ligado a la sensibilidad estética, a la expresión de un ‘ánimo’ visual. La función más lógica y descriptiva corresponde a otros documentos, como el tratamiento que desarrolla un director de arte.

Tu propio mood

Moodboard Proyecto de Dirección de Arte en Elisava: Relatos del Priorat

Al armar este rompecabezas estético, adopta un enfoque tanto estratégico como curioso e intuitivo. Prioriza tu imaginación en el armado de esta carta de presentación e intenta escapar de los lugares comunes cuando buscas imágenes o las organizas. Siempre analiza si los elementos que incluyes concuerdan entre ellos y si son funcionales para tu relato visual.

Principalmente, valora este dispositivo, dedícale tiempo, arma y desármalo cuantas veces sea necesario. Ten en mente que estás moldeando la personalidad de tu obra: intrigante, ridícula, onírica, sensual, no importa. La pregunta que debes hacerte es si resume el espíritu de tu creación. Y también, si le darías like en Tinder.

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Lucía Colombo, especialista en narrativas y dirección de arte audiovisual, profesora de Elisava y docente del máster.

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Lucía Colombo
Think by SHIFTA

Profesora en Shifta y Elisava — Millenial y todo lo que implica