ChatGPT

¿Estamos ante una nueva era tecnológica?

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7 min readNov 30, 2023

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Javier Tenés

Desde la creación de internet en 1969 hasta hoy se han dado una serie de cambios tecnológicos que hasta hace poco hubieran sido impensables. Desde la conectividad mundial hasta la creación de buscadores como Google. ¿Es el desarrollo de la inteligencia artificial una nueva revolución en este proceso?

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La inteligencia artificial (IA) se refiere a la simulación de procesos de inteligencia humana por parte de máquinas, especialmente sistemas informáticos. Estos procesos incluyen el aprendizaje (la adquisición de información y reglas para usar la información), el razonamiento (usar las reglas para alcanzar conclusiones aproximadas o definitivas) y la autocorrección.

Hay muchas inteligencias artificiales aparte de ChatGPT, clasificadas por sus capacidades, por su funcionalidad, su enfoque de aprendizaje y otros tipos de factores diferenciales. ChatGPT se clasificaría como una IA débil, de memoria limitada y de aprendizaje supervisado. Débil porque realiza tareas muy específicas, memoria limitada por su poca capacidad de retención de antiguos chats y de aprendizaje supervisado porque los programadores pueden decidir los datos a los que puede acceder o no. Pese a estas limitaciones, esta nueva tecnología ha supuesto una revolución no solo para el sector tecnológico, sino para toda la sociedad. Esta IA aporta de manera gratuita un increíble acceso a información personalizada, genera contenido ¿creativo? y está cambiando la manera de trabajar para muchos.

ChatGPT es solo un comienzo para las inteligencias artificiales, y, aun así, gracias a su facilidad, accesibilidad y gran cantidad de utilidades, representa un antes y un después para el mundo tecnológico. Ante esto, surgen muchas preguntas: ¿qué es ChatGPT? ¿Cómo funciona? Y lo más importante: ¿afecta a la sociedad?

¿De qué hablamos cuando hablamos de ChatGPT?

ChatGPT es, en sus propias palabras, “un modelo de lenguaje desarrollado por OpenAI, basado en la arquitectura de Transformer, específicamente en la variante GPT (Generative Pre-trained Transformer). Esta arquitectura de aprendizaje es lo que hace a ChatgGPT tan especial. El propósito de ChatGPT es generar texto que sea coherente, relevante y lo más cercano posible a cómo respondería un humano a una consulta o instrucción dada.” Esta definición es correcta, pero puede que un poco simple para todo lo que supone su existencia. ChatGPT es un programa que pretende responder a las preguntas que se le haga intentando parecerse lo máximo posible a un humano.

Es un modelo de inteligencia artificial con más de 175 millones de parámetros diferentes, y ha sido entrenado durante años para llegar a este nivel de desarrollo. Programar este tipo de inteligencias artificiales no es nada fácil, por lo que OpenAI ha dado con la clave para que no solo funcione correctamente, sino para que también aprenda y mejore con el uso. Para entender sus implicaciones, previamente es necesario comprender cómo funciona, y cómo ha podido aprender con el paso del tiempo.

¿Cómo funciona ChatGPT?

El funcionamiento de ChatGPT puede parecer simple en un principio, pero se trata de procesos complejos que explicaré brevemente. Este chat-bot ha sido entrenado leyendo una enorme cantidad de textos de internet, ayudándole a comprender como funciona el lenguaje humano en diferentes situaciones, aprendiendo también cómo utilizarlo. Para generar las respuestas utiliza un modelo de inteligencia artificial llamado Transformer.

La arquitectura Transformer fue creada en 2017 por varios investigadores de Google Brain, y salió a la luz en un paper titulado Attention is All You Need. La principal innovación de los Transformers es su mecanismo de atención, que permite al modelo ponderar la importancia de diferentes partes de la entrada de datos. Para poder aplicar este modelo de aprendizaje, ChatGPT está dividido en varias tareas específicas para su optimización.

La primera tarea es el procesamiento del prompt hecha al chat. Para poder procesarla, el texto de entrada se convierte en vectores (representaciones numéricas) para que el modelo lo pueda entender. Para poder programar cualquier cosa, se necesita escribir en un “idioma” específico para que así el ordenador entienda. En este caso, lo que hace a ChatGPT tan especial es que no hace falta hablar el idioma, sino que el chat lo traduce directamente al haber aprendido previamente nuestro lenguaje.

La segunda tarea es el procesamiento de los vectores, prestando atención al contexto y las relaciones del texto. Esta atención especial a la formulación de la pregunta hace muy especial a esta inteligencia artificial. En la respuesta no sólo buscará la información en función de la pregunta, sino que también la planteará en el mismo idioma, con el mismo tipo de lenguaje (formal, casual etc.) y sugerirá añadir otro tipo de información adicional, entre muchas otras opciones.

Por último, la tercera tarea es la generación de respuesta, y es lo que hace a ChatGPT una gran novedad para el sector. Durante su entrenamiento, el modelo ha ajustado (y sigue ajustando) sus parámetros internos para minimizar los errores en sus predicciones, y así poder dar la respuesta más acertada posible. Con este entrenamiento, los decodificadores generan una secuencia de salida palabra por palabra, “prediciendo” la palabra que sigue a la anterior. Usando el modelo Transformer, ChatGPT calcula cuál la palabra es más probable que encaje en la frase, gracias al contexto analizado en el segundo paso. Para conseguir esta predicción, la inteligencia artificial utiliza un mecanismo de atención que pondera la importancia relativa de las palabras dependiendo el contexto, permitiendo que se enfoque en las palabras relevantes de la pregunta para hacer una predicción más precisa. La predicción se hace de forma auto regresiva, por lo que el modelo va a utilizar las palabras anteriormente generadas como parte del contexto general para predecir la siguiente. Por ejemplo, si ChatGPT genera “el cielo es”, predecirá que la siguiente palabra es “azul” usando las palabras anteriores y toda la información disponible en internet para dar una respuesta a esto.

En resumen, ChatGPT predice respuestas palabra por palabra analizando el contexto proporcionado por las palabras anteriores y utilizando su entrenamiento para calcular la palabra que es más probable que siga. Este proceso se basa en una combinación de estadísticas, aprendizaje de patrones de lenguaje, y la capacidad del modelo para entender y utilizar el contexto.

¿Tiene ChatGPT implicaciones sociales?

Ahora que sabemos qué es y cómo funciona este programa, surge la pregunta: ¿cómo puede afectar a la sociedad la existencia de este tipo de inteligencias artificiales?

Desde su última actualización, la utilidad de este programa es prácticamente infinita: responde casi cualquier tipo de pregunta en la mayoría de idiomas registrados, redacta y edita textos, puede generar contenido original tanto escrito como por imágenes, programas en cualquier tipo de lenguaje de programación y otros muchos tipos de funciones. Esto supone un gran cambio para la sociedad en muchos aspectos, y puede tener consecuencias tanto positivos como negativas.

Imagen generada por ChatGPT

Uno de los principales debates está en el ámbito laboral. Por un lado, la aparición de las inteligencias artificiales en el mundo laboral supone un aumento de la eficacia y de la productividad. Algunas tareas repetitivas pueden ser automatizadas, permitiendo a los trabajadores centrarse en tareas más estratégicas o creativas. Además de esta ventaja, se podrían reducir algunos errores humanos tanto en tareas mecánicas como estratégicas, pudiendo ayudar en la toma de decisiones gracias a su gran cantidad de datos. Y la creación de las IA supone la generación de nuevos empleos y sectores, como programadores, analistas de datos o un área de mantenimiento de sistemas informáticos de inteligencias artificiales. Por otro lado, muchas de estas tareas automatizadas conllevarán la desaparición de puestos de trabajo, sustituyendo a un gran número de trabajadores. Si la IA sigue evolucionando, podrá sustituir cada vez más tipos de empleos. Estas cuestiones plantearán grandes debates que como sociedad tendremos que enfrentar.

Las implicaciones en otras áreas son inabarcables. Por ejemplo, un tema que ha generado mucha discusión y preocupación en los últimos meses tiene que ver con los sesgos en la información. Este peligro surge de los datos con los que se entrena a las IA. Estos datos pueden proceder de una variedad de fuentes, documentos seleccionados o contenidos disponibles de internet. Los diseñadores de estos sistemas tienen la responsabilidad de elegir cuáles datos se incluyen en el proceso de aprendizaje. Pero estos no están libres de errores ni de sesgos. Por lo tanto, si una IA se entrena con datos que contienen tendencias peligrosas o sesgadas, las respuestas que dé o las decisiones que tome pueden tener consecuencias negativas. Otro ejemplo tien que ver con los efectos que puede tener en el desarrollo y cerebro humano. El susituir muchas actividades humanas por la inteligencia artificial puede generar una cierta dependencia a esta tecnología, y afectar el desarrollo de habilidades y capacidades cognitivas. Es decir, el uso extendido de inteligencias artificales puede tener implicaciones sociales a distintos niveles, tanto en lo micro como en lo más global.

El desarrollo de inteligencias artificiales como ChatGPT supone un punto de inflexión en las tecnologías como las conocemos. Es por esto que merece la pena saber cómo funcionan y reflexionar sobre qué implicaciones sociales pueden tener. Por un lado, estas tecnologías han revolucionado por completo nuestra manera de trabajar, nos ayudan a ser más eficientes, cometer menos errores y crean nuevos trabajos. Pero no todo es color de rosa: también pueden quitar empleos, y magnificar los sesgos humanos en la toma de decisiones. Todos estos retos plantean cada vez más preguntas: ¿cómo evolucionarán las inteligencias artificiales? ¿Qué consecuencias tendrán en el futuro? ¿Qué implicaciones éticas tiene su uso? Y, por último, ¿estamos ante una nueva revolución tecnológica?

Javier Tenés estudia Philosophy, Politics and Economics en la Universidad de Navarra

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