Elecciones y participación ciudadana
Entre la libertad y la manipulación en el proceso democrático
¿Los nuevos medios de comunicación han cambiado la relación entre políticos y ciudadanos? En esta interesante y debatida sesión — la primera del semestre sobre Política y Democracia — abordamos el tema de las elecciones y las implicaciones que ha tenido la tecnología en la participación. Hablamos de polarización, el nuevo marketing político y cómo se vio esto en un caso concreto: el Brexit.
Polarización
Empecemos por definir el término: la polarización es una división de la población en dos grupos extremos o polos opuestos. Frecuentemente escuchamos que nuestra sociedad está polarizada pero, ¿es esto cierto? Efectivamente, parece que la sociedad está especialmente polarizada en la actualidad. Esto se manifiesta en varios puntos, como un discurso político cada vez más dividido, la creciente falta de diálogo entre los partidos políticos, el aumento del discurso de odio, o la tendencia a la radicalización de algunos grupos. Las redes sociales son un claro ejemplo de esto.
De acuerdo pero, ¿por qué es esto preocupante? Principalmente porque la polarización social y política suele llevar a la desigualdad, el odio y la violencia. Por otro lado, puede reducir la capacidad de la sociedad para abordar los problemas importantes y lograr acuerdos políticos. Y por último, también puede llevar a la marginación de grupos minoritarios.
Un profesor de la Universidad de Navarra y experto en comunicación política, Jordi Rodríguez-Virgili, ha hablado de otro tipo de polarización: la polarización afectiva. Parece que en la sociedad cada vez hay menos polarización ideológica y más polarización afectiva. Ciertamente, no hay gran diferencia ideológica, se profundiza poco, los debates que vemos son algo sentimentalistas. El parlamento se vacía de políticas y se llena de emociones.
Esto se relaciona con poner etiquetas: “te pongo una etiqueta y ya no tengo que pensar”. Por ejemplo: un partido de izquierda no puede pactar con uno de derecha, ni viceversa. Sin llegar a entrar a un tema concreto, directamente no pueden dialogar. Esto dificulta enormemente la capacidad de avanzar hacia algún sitio o de abordar problemas comunes. Para terminar, este profesor anima a los oyentes –con la sensación de intentar des-polarizar– a hablar con el que piensa diferente y a formar criterio: buenas lecturas, buenas conversaciones y buen cine.
Participación ciudadana: marketing y blockchain technology
Cuando hablamos de política, uno de los temas más relevantes en la última década ha sido la participación ciudadana. Principalmente porque esta ha incrementado, especialmente en los jóvenes, a gran escala y con gran rapidez. El motivo principal de este incremento en la participación se ha dado gracias a la tecnología, ya que esta ha sido una herramienta esencial en este proceso. Entre otras muchas cosas, la tecnología ha generado un gran impacto en la organización de protestas y recaudación de firmas para impulsar acciones políticas, ha proporcionado a la población información relevante y actualizada con respecto a los temas de interés vigentes, y ha creado un espacio de inclusión gracias a la participación remota de los ciudadanos en eventos políticos.
Uno de los sectores en donde la tecnología ha influido más, en cuanto a la participación ciudadana, ha sido en la comunicación política. La comunicación y el marketing evolucionan y se adaptan año tras año gracias a las nuevas plataformas y los estudios neurocientíficos centrados alrededor de la toma racional de decisiones humanas. Un ejemplo de esto es la campaña “Dear young people, don’t vote” de las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 2018. Esta campaña utiliza psicología inversa con el objetivo de impulsar a jóvenes a involucrarse más en la esfera política. En ese año electoral, la participación juvenil aumentó en un 36%.
Por último, mencionar que existe un avance tecnológico emergente que revolucionará el concepto de una votación anónima, segura y transparente; la tecnología blockchain. Esta tiene como objetivo aumentar la confianza de los ciudadanos para promover mayor participación ciudadana. Para entender el impacto de este concepto tan innovador primero debemos entender que el Blockchain es una tecnología basada en una cadena de bloques de operaciones de datos. Es una tecnología compartida, lo que quiere decir que es descentralizada y pública, logrando crear una base con información inmodificable y transparente. Esta tecnología se pretende implementar en elecciones de países como Corea del Sur y Bolivia con el objetivo de disminuir los porcentajes de corrupción e incrementar la confianza del ciudadano en el sistema electoral. Esta tecnología es revolucionaria ya que se puede utilizar sin infringir con el anonimato del votante, ya que gracias a la criptografía los votos quedarán sellados en los bloques de manera anónima. Por otra parte, el blockchain ayudará a aumentar la eficiencia del proceso electoral ya que será automatizado, lo que significa que eliminará el trabajo manual involucrado haciendo del proceso una rápido y preciso.
La tecnología blockchain puede proporcionar una mayor transparencia, confianza y seguridad en el proceso de votación al permitir un registro inmutable y seguro de los votos, el uso de identidades digitales y autenticación fuerte, y un proceso de conteo automatizado y eficiente.
Brexit y datos de redes sociales
La pelicula Brexit: The Uncivil War (2019) reconstruye la campaña electoral del referéndum de 2016, mediante el cual el pueblo británico tomó la decisión de abandonar la Unión Europea. En particular, la película trata sobre las técnicas de utilización de big data tomados de la redes sociales, como Facebook y Twitter, para influenciar el voto de la población y se centra en la exitosa campaña Vote Leave y su principal estratega Cummings. Se dieron cuenta de que ⅓ de la población quería abandonar, ⅓ quería permanecer y el otro ⅓ estaba indeciso. Precisamente se centraron en captar el voto de los indecisos porque ellos serían quienes marcarían la diferencia.
Por primera vez en unas elecciones británicas, se creó software que combinaba Facebook con el registro electoral y encuestas en una misma base de datos y se actualizaba en tiempo real. El equipo de científicos de datos de la empresa AggregateIQ eran los que se encargaban de captar votantes a través de las redes sociales, guardados en una habitación lateral sombreada, como una especie de proyecto separado del resto de la campaña Leave. Cummings era una persona que estaba puramente enfocado en el trabajo de ganar el referéndum, al final no parece muy satisfecho con el resultado por las posibles implicaciones que podría tener, a pesar de haber conseguido ganar.
Después de presentar estos casos y debatir con los compañeros, y de conversar si nuestro voto podría eventualmente estar influenciado, nos pareció interesante cuestionarnos lo siguiente: ¿Está bien que entidades públicas y empresas utilicen nuestros datos? Ya sea con fines políticos, sociales u otros. La pregunta quedó en abierto, y lo que sí fue claro, es que hay que crear consciencia de entender bien qué es lo que se está consintiendo al momento de aceptar cookies y contratos con cuentas en páginas web y redes sociales, ya que se puede estar entregando información que el individuo no quiera realmente.
Covadonga Casas estudia Philosophy, Politics and Economics en la Universidad de Navarra
Ander Martínez estudia ADE + Data Analytics en la Universidad de Navarra
Javier Álvarez estudia ADE + Data Analytics en la Universidad de Navarra
Spencer Sedmak estudia Humanidades en la Universidad de Navarra
