AJÚSTENSE LOS CINTURONES: el fútbol se muda a París

El solo arribo Messi a París, asilo de los escritores argentinos más tristes, promete convertirla en la capital del fútbol rentado

Lázaro Ernesto Arias
lazaroarias
4 min readAug 11, 2021

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Los más rentables laboratorios del rumor deportivo se encuentran al servicio del fútbol. La verdad es solo un daño colateral cuando se disparan los clics o los índices de audiencia. Una buena fábrica de rumores fragmenta las probabilidades del acontecimiento, cubre los cabos sueltos, trabaja con las migajas de algún interesado, con alguien de adentro, con intérpretes de redes sociales y deja impoluto su historial cuando acierta, o cuando se anima y trabaja como debe ser.

Da igual ya si el PSG perdió la Ligue 1 y no ganó otra Champions, si Francia cayó temprano en la Euro o en los Juegos Olímpicos, el solo arribo de Lionel Andrés Messi al aeropuerto de París, asilo de los escritores argentinos más tristes, promete convertirla en la capital del fútbol rentado y poner a tope el consumo efímero del éxito sobre 90 metros de pasto.

Las televisoras se frotan las manos, se dispara un 150% la criptomoneda del PSG (Fan Token) y cotiza a más del doble de la del Barcelona con solo salir a saludar con su playera blanca y aquel premonitorio 'aquí es París'. Los jeques de Qatar Investment sabe que el petróleo, el cine, la bolsa, los Volkswagen, el sector inmobiliario y el fútbol mismo no rinden como hace unos años, pero la llegada gratuita de Messi pudiera convertirse en el Cristo que le lave los pies al polémico fondo de inversión.

El propio Messi puede estar genuinamente complacido de un comienzo fresco, de cambiar de aire, de verse rodeado de cracks y de otros tantos sudakas que lo quieren bien, de irse allá donde el Fair Play y los impuestos son más nobles. La historia va en círculos. Vestirse de 30 resulta un guiño para cerrar el mito del pibe de Rosario.

Hay quien aún no perdonan que no juegue por menos en el Barça y no se deroguen leyes que protegen el salario de otros futbolistas de menor nivel. Hay otros que se excitan con la idea de ser testigos, después de tanto bajón por la pandemia, de que un equipo sin fisuras encare el arco esta temporada con el 10 de Francia, el de Brasil y de Argentina.

Entre esas seis piernas –cuatro de Nike, dos de Adidas– acumulan casi mil 200 dianas al servicio de los clubes que importaron a Ney desde América, le pagaron la salud y el crecimiento Leo, o descubrieron a Kilyan en los suburbios de Bondy. La filantropía como parte de la identidad corporativa.

Las voces frescas, influyentes y categóricas del negocio del rumor se aprovechan de que el público es susceptible a paranoias, a conflictos morbosos, al rastro que dejamos en la red, a las formas más fugaces del consumo visual, o visto más simple: a lo que queremos ver y escuchar. En esto pasos inciertos, ni siquiera en lo verificado o lo privadamente público reside toda la verdad. Los rostros se desechan, los esquemas se reciclan.

Y no hablo solo del caso Messi en París, que será recordado del lado de los aciertos, sino del humo que nos venden impunemente desde hace mucho con la cara más adusta, con el ademán más serio. Basta con que el rumor (la mentira) respete las normas y que no pueda ser verificada antes del próximo bombazo. Ya caducará, para qué emplear recursos y tiempo en desmentir. Pocos esperan a esa vieja y demorona firma oficial. La comunicación resulta –aparentemente– cada vez más informal y se parece más al entretenimiento: ya nadie se atreverá a decir que los culebrones son más de las abuelas que se aburren.

Una cosa es hacer más entretenidas las noticias y otra bien distinta hacer pasar entretenimiento por noticias.

En apenas unos años hemos sido testigos del crecimiento de la industria audiovisual española entre el público hispano. Si es eficaz calcar argumentos y tramas, para qué buscarse otra dramaturgia para contar el fútbol. Ya este verano se estrenaron los largometrajes de la Super Liga, El Capi Ramos, vimos al Kun en 'El Renacido', a Varane en 'Manchester by the sea'. Aún se emite, porque lo de Leo le subió rating, la secuela 'El rescate de Mbappé'.

Ya me imagino el posible guion del corto. Primer acto: Laporta ficha como nadie y hay renovacion para Messi, Tebas pone peros y trabas. Punto de giro: no pudimos retenerte, suerte Leo, el Fair Play, culpa de Tebas. Tercer acto: Messi llora desconsolado ante el mundo. Desenlace: a Messi le vuelve la sonrisa de crío en París.

Pasan los créditos. Título de gran puntaje, fondo negro, letras blancas: "Aquello estaba deseando ocurrir".

*Publicado originalmente en la Revista Alma Mater

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Lázaro Ernesto Arias
lazaroarias

Periodista cubano, de pueblo y de sangre caliente... Escribo por convicción, reciclo historias que con el tiempo prescriben...