El Fútbol les pertenece
Enfrentarse al Real Madrid se ha convertido en un espectáculo estadísticamente ingrato
Enfrentarse al Real Madrid se ha convertido en un espectáculo probabilísticamente ingrato. Las estadísticas complejas siempre fueron más de otros deportes. No por chutar mucho más, no por pasar mejor, no por tener incluso más jugadores sobre el campo, significa que llevas ventaja en Champions contra un equipo merengue.
Lo saben Guardiola, Pochettino y Thomas Tuchel. Lo aprendió Klopp con el peor segundo trago posible. Lo sugirió Fernando Palomo cuando dijo que el Real Madrid cree, más que otros equipos, que estas noches mágicas le pertenecen.
Dos goles no significan ventaja. A los blancos se les arranca de raíz. Toda remontada debe ser correcta y pragmáticamente soñada antes de materializarse –evitarse– sobre el campo. Un presupuesto finito fragua también una Champions. Disciplina en defensa, diría Ancelotti. Piernas fuertes detrás y riendas sueltas en ataque.
Hace más de 40 años el Madrid perdió una final de Copa de Europa en esta misma ciudad, contra el propio Liverpool, con el marcador opuesto. Ni esos fantasmas conspiraron en su contra. Pocos adivinarían que abrir este campeonato perdiendo con el Sheriff de Moldavia solo era el comienzo triste de una gesta. Ni el advenimiento de Mbappé, ni la lealtad de Tebas. Florentino hace que explicarlo deje de ser complejo. Disfrutarlo, va dejando de ser gratis.
Vinicius pudo fallar como antaño. Courtois pudo perder un mano a mano contra el rey egipcio de Londres, contra Havertz, contra Messi. Cada cual es soberano en sus funciones: Courtois hizo 61 atajadas en 13 partidos; Benzema, como promedio, encajó uno de cada tres disparos a puerta. Alguno de los 24 disparos rojos pudo acabar en perfidia.
Hoy pudo de tantas formas estropearse el milagro: el Real Madrid duplica en copas europeas a cualquier otra organización futbolística. Hoy por hoy, el Fútbol les pertenece.
*Versión ampliada y corregida...
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