Hasta siempre, Kobe
Kobe Bryant falleció en la mañana del 26 de enero en un accidente de helicóptero
Antes, en 2017, se reservaron dos dorsales honoríficos (el 8 y el 24) para Kobe Bryant en la Ciudad de las Estrellas. Aquel día se le vio descender junto a su familia de su helicóptero Sikorsky S-76. Hace años se trasladaba en él para evitar el tráfico, para ir a entrenar. Cábalas de millonarios: quizá para viajar de protegido de las estrellas.
Jugó su último partido y los Lakers no pasaron a los Play Off. Kobe se despidió, entre frustrado y hundido, con 60 puntos. Tal vez para evocar aquellos míticos 81 de hacía 10 años o aquel día que superó los 30 mil puntos con 34 años, o para redondear la marca de 25 puntos por partido. Ya era hora de decir adios: cada lesión era tan impredecible como cada regreso.
Aquella noche intentó poner la barda lo más alto que pudo, más que sus 1.98m de estatura, más que sus incontrastables 20 temporadas, 18 juegos de estrellas, 2 títulos Olímpicos, 5 anillos de campeón y sus envidiables 33 643 puntos.
Ya retirado Kobe cumplió con sus funciones de "rock star". Sonrió a las cámaras. Se dio a ver aquí y allá. Fue al estadio en su helicóptero. Entrenó a su pequeña Gianna. Bromeó con LeBron James: verdugo de sus números, heredero de sus Lakers.
Ayer, 25 de enero, LeBron fulminó otra de las marcas de Kobe, una que cultivó durante 20 temporadas, que estiró hasta el último de los 60 puntos de su último partido en su “dear basketball”. En la tierra natal de La Mamba, "El Rey" desplazó al tercer encestador de la historia de la NBA, y a la mañana siguiente, entre una niebla torpe, en un giro inexplicable, un helicóptero Sikorsky S-76 se alejó de las estrellas, para sepultar hasta siempre al iluminado y su leyenda.
*Publicado en HorizontesBlog
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