Mar 8, 2018
Cómo liderar un equipo y no morir en el intento
Corría el año 2010, yo era un poco más flaco, y tenía bastante más pelo. Mi carrera profesional estaba empezando a despegar, y me encuentro con mi primer gran desafío: crear y liderar un equipo para hacer “branding” de SharePoint.
Al principio creí que era una locura, principalmente porque SharePoint es uno de los productos de Microsoft más “complejos” (por así decirlo y para ser respetuoso de la compañía que me dio de comer por algunos años).
Pero lo que no tenía idea, era que ese CSS con 50.000 líneas de código era lo de menos: tenía que hacer que un montón de diseñadores y front-end developers amen hacer branding de SharePoint.
Estaba aterrorizado.
Tenía que aprender a atarme los cordones mientras corría una carrera contra Usain Bolt.
El tiempo pasó, y muchos fracasos y algunos éxitos después, el equipo se consolidó y yo salté a mi próximo desafío.
Ahora, un poco más viejo, más pelado y más reflexivo, me detuve a pensar en qué significaba “el método Carruego”, esa manera de liderar equipos que alguna vez definió el gran Cala con el siguiente gesto:
Existen 5 pilares fundamentales a la hora de construir y liderar un equipo saludable y exitoso:
Comunicación
La habilidad más importante que tiene que tener un líder, es ser un buen comunicador. La comunicación es el pegamento que une todo.
Y si bien la comunicación es un tema muy complejo en sí mismo, existen al menos 3 aspectos que son fundamentales:
1 - El poder de síntesis.
Transmitir una idea es muy difícil, pero si encima a esa transmisión del mensaje le adicionamos un montón de ruido, es casi imposible lograr que la idea llegue intacta. Dos buenos consejos: cut the crap y siempre intentá soportar tu idea con una imagen. Las imágenes son infinitamente más pregnantes que las palabras.
2 - La sobre comunicación.
No todos estamos despiertos, atentos y dispuestos a recibir mensajes todo el tiempo. Es virtualmente imposible. Es por eso que es vital sobre comunicar.
Si el mensaje no llega la primera vez, llega la segunda, y si no llega la segunda, llega la tercera. Y así.
3 - La argumentación.
Todos los que somos padres sabemos que la peor estrategia para convencer a un hijo es darle una orden “porque sí”. Y esto tiene básicamente dos errores, primero es una orden, y segundo no tiene justificación.
Siempre que dirijas el camino y pidas la colaboración de tu equipo con una tarea, es importante que expliques el contexto y las razones por las que tomaste esa decisión, de manera que el equipo abrace las decisiones, y no las sienta como órdenes.
Si estás dando órdenes, algo está mal.
Tratar a tu equipo como un producto
Una de las formas más efectivas para alcanzar el éxito, es tratar a tu equipo como si fuese un producto.
La forma más fácil de darse cuenta qué producto es tu equipo, es hacerse preguntas como: ¿para qué sirve este equipo? ¿qué valor agrega? ¿a dónde queremos llegar? ¿cuál es nuestro diferencial?
Una vez que tengas las respuestas a estas preguntas, es hora de establecer (al menos) los siguientes pilares del equipo:
1 - Misión / ¿Para qué estamos acá todos juntos?
2 - Visión / ¿Dónde queremos estar en el largo plazo?
3 - Objetivos / ¿Cómo sabemos si fracasamos o fuimos exitosos?
Cuando esto esté definido, es importante sobre comunicarlo y asegurarse de que todo el equipo abraza estos preceptos y está 100% alineado.
Confianza
Existe una frase popular que dice:
La confianza se gana con mil actos y se pierde con tan solo uno.
Si bien la frase es bastante cursi, no podría ser más verdadera. Un equipo saludable es un equipo que tiene confianza en sí mismo, en los individuos, y en el líder. Y la única manera de construir esa confianza es a través de los hechos y a través del tiempo.
¿Cómo construyo confianza a través de los hechos? Fácil: si vas a hacer una promesa, asegurate de cumplirla.
Es importante entender también que la confianza es un sentimiento bidireccional. Solo es posible que el equipo confíe en el líder, si el líder confía ciegamente en el equipo.
El apoyo y la confianza en el equipo tiene que ser incondicional. Esto implica aceptar riesgos constantemente, y sobre todo, apoyar a los individuos en las derrotas.
No hay nada más motivante que tenerle confianza a alguien que acaba de fracasar.
No tengas miedo. El fracaso está asegurado, solo te quedan cosas por ganar.
Sentido de pertenencia
Algo que diferencia a un equipo de un conjunto de personas amontonadas, es el sentido de pertenencia. Para que un equipo esté consolidado, es importante que todos se sientan parte.
En mi camino por descubrir cómo construir sentido de pertenencia, me encontré con dos estrategias fundamentales:
1 - Conocer a los individuos
Cada persona es un mundo y no existen dos personas iguales. En este contexto de complejidad extrema, es imperativo llegar a conocer a las personas del equipo lo más que se pueda.
Y cuando digo conocer, me refiero a conocer en serio. No solo saber cómo trabaja, con que velocidad lo hace, cuál es la calidad de sus entregables, o que tan organizado es. También son muy importantes los aspectos personales, como cuán sensible es la persona, con quien vive, dónde vive, qué quiere hacer de su vida, qué lo enamora y qué lo hace enojar.
Toda esta información es muy valiosa a la hora de armar equipos con individuos que se complementen, que se alimenten uno al otro y que saquen lo mejor de los demás.
Pero lo más importante, es entender que las personas solo se sienten incluidas cuando se registra cierto nivel de intimidad. Y la mejor forma de crear esa intimidad, es entendiendo cuáles son los puntos en común entre los integrantes del equipo, por más soft que sean.
Si bien esto implica un esfuerzo fenomenal, y a veces parece tener poco ROI, les puedo asegurar que siempre rinde sus frutos.
2 - Generar enlaces
Más conocido como bonding en inglés, las actividades para generar enlaces son una parte fundamental de la dinámica de equipo.
Estas actividades suelen parecer triviales, como por ejemplo salir todos juntos a almorzar, o a tomar unas cervezas. Pero es en esos espacios fuera del ambiente laboral en los que se generan estas conexiones humanas y esta valiosa intimidad que tanto nos interesa.
Si querés que tu equipo se ponga la camiseta, entonces regalale una camiseta.
Alineación
Y por último pero no por eso menos importante, siempre hay que asegurarse que el equipo está alineado.
Puede ser que suene un poco dictatorial, pero si no te aseguras de que todo el equipo abrace la misión, tarde o temprano el equipo se empieza a descomponer y termina por desarmarse.
¿Qué significa estar alineados? Tirar todos para el mismo lado, pero porque cada uno individualmente cree que ese lado es el correcto.
Esto es, sin dudas, lo más difícil. Sobre todo porque cada persona tiene motivaciones individuales, que no siempre se comparten y que muchas veces pueden diferir de las motivaciones grupales.
Una buena forma de censar la alineación del equipo, es ejecutar una sesión de Team Canvas. Se puede hacer en 2hs y los resultados son extraordinarios.
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