Con el cuchillo entre los dientes

Santiago Sosa
tech tiendanube
Published in
5 min readMar 15, 2018
🔪 😬

Hace casi cuatro años atrás, en un almuerzo con inversores de Tienda Nube a los cuales les tengo altísima estima me dijeron: “Te falta cuchillo…”.

“Qué?!”, respondí medio a la defensiva. Fue uno de los feedbacks más valiosos que recibí en mi vida profesional, pero me tomó bastante tiempo entenderlo. Me tomó y sigue tomando tiempo mejorarlo, y todavía veo mucho espacio para contagiarlo aún más a mi equipo.

Ojalá este artículo te sirva tanto a vos, como a mi me sirvió ese consejo de nuestros inversores.

Qué significa tener el cuchillo entre los dientes? 🔪🔪🔪

Cuchillo entre los dientes significa jugar para ganar. Significa resolver. Romperla. Gol. Clavarla en el ángulo, o fuerte al medio, no importa bien cómo, pero adentro del arco. Ganar por knockout, o por knockout técnico, o por puntos, pero ganar. Con elegancia, o sin elegancia. Ganar.

Cuchillo entre los dientes significa presionar hasta el límite. Es el jugador de fútbol que corre hasta escupir los pulmones. O la cantante que practica hasta que se le acaba la voz. Es el atleta de musculación que lleva su músculo hasta esa repetición que lo quiebra. La estudiante que pasa cuatro noches sin dormir para terminar de repasar los temas difíciles y aprobar su examen.

Cuchillo entre los dientes es ese sentido de lucha que se activa ante el peligro. Si alguna vez hiciste boxeo, es esa explosión de adrenalina que sentís cuando estás contra las cuerdas. O salís de ahí, o te vas a la lona. Si alguna vez tuviste que llevar a alguien de emergencia al hospital, es esa adrenalina que te hace llegar como sea. No importan los semáforos, no importa el tránsito. Es el predador que sabe que caza o muere de hambre, pero también es la presa que sabe que engaña al predador o muere cazada.

Es ese emprendedor que encuentra la manera de conseguir capital o llegar a break even, porque sino su compañía muere. Es ese recruiter que si un candidato no le responde por LinkedIn, le va a tocar el timbre a su casa. Es ese developer que cuándo tiene un problema con la API de un partner lo llama por teléfono, le escribe por Whatsapp, mail, o Instagram hasta que le solucionen el problema. O ese otro developer que le manda el pull request con el fix ya hecho y lo hostiga al partner hasta que lo mergea. Es ese profesional de atención que sacude cielo y tierra para resolverle el problema al cliente, por más que eso signifique enloquecer a tres áreas distintas en su empresa. Es ese candidato que cuando lo bochás en una entrevista técnica te llama por teléfono y te demuestra lo equivocado que estás por bocharlo y termina siendo contratado.

Algunas anécdotas personales

Cuando tenía 21 años apliqué a una pasantía en India y me bocharon. No lo acepté, le pedí a algunos amigos que habían quedado elegidos que me muestren que tenía su aplicación de diferente a la mía. La de ellos era más orientado a lo técnico, la mía más orientada a negocios. Modifiqué mi aplicación y volví a aplicar con otro e-mail, y cambié mi primer nombre por mi segundo nombre. Fuí elegido (y si, más adelante le conté mi “picardía” a mi jefe 😉).

Otra anécdota. En el año 2011, buscando capital por primera vez, fui a un evento dónde había un potencial inversor al cual quería ver específicamente. Tuve la suerte de que estacionó el auto enfrente mío, a 6 cuadras del evento, en Barracas, 8 de la noche, pleno invierno, todo oscuro. Lo ví de lejos, él no me conocía, pero no me importó. Crucé la calle y me le abalancé, casi lo mato de un susto, terminó invirtiendo. En otra historia parecida, otro inversor, en otro evento, que siempre tenía alguien encima y no podía encontrar forma de hablarle, fue víctima de mi determinación. Me quedé esperando hasta que se vaya del evento, ya se volvía para Brasil. Cuando se fue a meter en el taxi, me acerqué y le dije con medio pie adentro del taxi: “te acompaño al aeropuerto”. Lo tuve 45 minutos solo para mí. No terminó invirtiendo, pero fue clave para desarrollar una relación que dio otros frutos.

Casa pequena, coração grande. Nesse meu cantinho passei uma época maravilhosa em São Paulo.

Última anécdota (aunque mi equipo y yo podemos contar varias más). Durante nuestro primer año en Brasil teníamos recursos escasísimos. No nos alcanzaba para pagar un hotel o un departamento por más barato que fuera. No cobrábamos sueldo, había que invertir cada peso en el negocio. Llamé a un brasileño que había conocido en India, y le pregunté si podía quedarme con él. Eran 3 amigos estudiantes en un departamento de 25m². “Tem pouco espaço.. mas…”, me dijeron. Me compré un colchón de R$89 reales y por casi 6 meses dormí en el piso de la cocina. Lo que sea para que Tienda Nube sobreviviese.

Resumiendo

Cuchillo entre los dientes es pedir perdón, y no permiso. Es una combinación entre velocidad, flexibilidad y creatividad. Tiene una cuota de pragmatismo feroz y una dosis de saber meterse en el barro. Tiene una componente de picardía, de ser un sinvergüenza. De saber romper reglas, romper el status quo, de que no te importe lo que los demás piensen de vos.

Este fue mi gran aprendizaje profesional, y sigo aprendiendo día a día a “tener más cuchillo”.

Obviamente todo tiene un límite, y hay ciertos límites que posiblemente no quieras cruzar. Mi recomendación personal: no rompas la ley y no quiebres tu propio código ético. Para todo lo demás, cuchillo entre los dientes. Vas a ser un profesional muchísimo más efectivo.

Por último, no siempre ganamos. Todos perdimos más de una vez. Cuando eso ocurra, respirá hondo, apoyate en tus seres queridos, no te autoflageles, pará la pelota, si es necesario llorá, descansá un tiempo, reflexioná, aprendé, y cuando estés listo, volvé a la cancha con el cuchillo entre los dientes.

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Santiago Sosa
tech tiendanube

Co-founder and CEO at Nuvemshop (Brazil) and Tiendanube (Spanish speaking Latam)