Mi primer diseño en un Startup o por qué uno es mayor a cero

Damian Horn
Tiendanube Design
Published in
4 min readFeb 14, 2018
Uno es mayor a cero.

Uno es mayor a cero, obvio ¿No?
-Si, obvio.
-¿Cuándo algo es igual a uno?
- …

Era mi primera semana en Tienda Nube y mi primer desafío era diseñar una plataforma de cursos online sobre ecommerce. El equipo de contenido ya había creado un primer curso “Primeros pasos en ecommerce” y ahora tocaba diseñar y desarrollar.

Queríamos lanzar cuanto antes esta iniciativa que realmente creíamos que iba a ayudar a nuestros usuarios a crear mejores tiendas online y a vender más ¡Ibamos a compartir cursos con contenido de altísima calidad sobre ecommerce y era gratis!

Luego de entender el objetivo del proyecto diseñé todo en lápiz y papel, tuvimos algunas rondas de feedback, hicimos algunos ajustes y decidimos avanzar con la maqueta. En mi segunda semana de trabajo ya teníamos una primera versión de la Universidad.

¡Estaba todo listo para lanzar! ¡Había que deployar ya! 🚀 ¿O no?

Mi respuesta fue: “No.”

Y la justificación era algo así: “Me gustaría diseñar unos iconos para los cursos. Por otro lado estaría bueno agregar una funcionalidad que vaya marcando el progreso de los usuarios en los cursos.” 😵

Si pudiera, volvería en el tiempo para golpearme a mi mismo por egoísta 👊

¿¡Por qué mis iconos eran más importantes que el contenido de los cursos!? ¿¡Por qué quería crear una funcionalidad que nadie sabía si tenía sentido!?

Si la universidad no estaba online, estábamos en cero. Cero.

No me daba cuenta, pero ya habíamos logrado una primer versión que entregaba valor a partir del contenido a nuestros usuarios, nos iba a ayudar a aprender y, lo más importante de todo, luego podíamos iterar sobre lo aprendido.

Ya habíamos llegado a “uno” y no me había dado cuenta. No lo veía.

Cambio de mentalidad

Venía de trabajar mucho en agencias, trabajaba en un equipo de UX pero que por lo general no iteraba 😐. Nos contrataban por una versión del diseño y en mi cabeza estaba muy presente el hecho de preocuparme por cada detalle, casi sin priorizar, porque una vez que entregaba el diseño o el código no había vuelta atras, no había iteración sobre ese proceso. No había métricas ni A/B tests, no podíamos volver a validar con usuarios y aprender de mis diseños.

Por suerte, en Tienda Nube era diferente. Realmente querían poner a los usuarios en primer lugar y entender que para eso cada día cuenta, cada segundo cuenta. Y ahí aprendí a responder la pregunta:

Uno es mayor que cero, obvio ¿No?
-Si, obvio.
-¿Cuándo algo es igual a uno?
- Cuándo agrega valor.

Luego de un par de charlas entendí la importancia de movernos rápido, lanzamos 🚀, aprendimos, iteramos y un tiempo después llegamos a esta versión un poco más completa con más cursos y con más detalles basados en aprendizajes y no sobre supuestos.

Parece que en aquel 2014, el día que hice este gif, estaba contento de que la Uni era responsive 😆

Las ventajas del proceso iterativo

Ahí finalmente aprendí sobre las ventajas del proceso iterativo. Me permitía diseñar e invertir mi tiempo en lo que realmente necesitaban los usuarios y no en lo que yo suponía que necesitaban.

Ir avanzando en pequeños pasos y validando una hipótesis por vez.

Muchas veces es muy tentador saltear pasos o intentar sumar todas las funcionalidades que nos imaginamos (que por lo general casi nadie usa) antes de validar una primer versión.

Obviamente que no es fácil. Para trabajar con un proceso iterativo tenemos que ser conscientes de que el significado de agregar valor varia y va a depender de lo que necesitan los usuarios, del negocio, el tiempo que podemos invertir al proyecto y el equipo con el que contamos para desarrollarlo.

En este proyecto el proceso fue algo así:

V1: Lanzamos un sitio poniendo foco en que el contenido sea de fácil acceso, una UI muy enfocada en la lectura de los contenidos y lanzamos solo un curso.
V2: Sumamos la inscripción al newsletter, así podías recibir novedades.
V3: Adicionamos el estado “próximamente” para poder dar visibilidad de los cursos que estaban por venir.
V4: Generamos un sistema de iconos para mejorar la puesta en valor de cada curso y ajustamos todavía más la UI.
V5: Desarrollamos un editor de contenido para que el equipo pueda sumar cursos de forma muy fácil a la plataforma.

Sistema de iconos para la V4.

¿Cómo siguió la historia?

Luego de cuatro años, esta plataforma creció muchísimo y hoy, luego de varios aprendizajes y de varias iteraciones la universidad del ecommerce tiene más de 100 horas de contenido para ofrecerle a todas las personas que venden online ❤️.

Este proyecto fue clave para mi, me ayudó a entender muchísimo sobre la metodología de un startup y ser mejor diseñador poniendo a los usuarios realmente en el primer lugar.

Hoy, en cada proyecto, cada día, me pregunto:
¿Realmente estoy invirtiendo el tiempo en lo que agrega valor?

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