Algunas reflexiones sobre el trabajo remoto

Marcos Paiva
Tiendanube Design
Published in
7 min readFeb 19, 2020

Hace cuatro años que trabajo en Tiendanube Design donde se adopta una forma de trabajo mixta entre remoto y remoto/presencial.

En este artículo, les voy a contar mis reflexiones sobre mi experiencia de trabajo, liderazgo, en reclutamiento y reporting en una modalidad remota.

Antes de empezar, una aclaración sobre el texto: Cuando hablo de “trabajo remoto”, me refiero a estar 100% lejos de la oficina, en soledad, otra ciudad…

Acá estoy en la tele abajo a la izquierda 👋

No todas las personas están preparadas

Decir “no todas las personas están listas” suena como algo muy obvio para mi ahora, pero solo me di cuenta de verdad en el dia a dia y me enfrenté a problemas de la vida real.

En general, a los procesos de recruiting, les damos mucha atención y valor a las habilidades técnicas que la persona tiene. Después, intentamos encontrar el nivel de alineación cultural de esta persona para con la empresa. En caso de que todo esté bien, la persona recibe una propuesta y depende de ella aceptarla o no.

Al largo de mi experiencia, vi mucha gente con un talento gigante con una performance muy abajo del potencial que tenían. Para mi esto pasa porque estas personas no estaban 100% preparadas para trabajar de forma remota.

¿Qué significa estar preparado?

1- Es mucho más difícil de lo que parece

Trabajar desde casa suena como un cuento de hadas, ¿no? No tenés que enfrentar horas de transporte público, podés dormir un ratito más, no hay preocupación con el dress coding — estas en tú casa: Libertad 🤷‍♂️— y por fin, no tienes que preocuparte con ser interrumpido por alguién cada 5 minutos.

La verdad es que todo esto pasa y para algunas personas esto es muy bueno, porque les saca de la cabeza todas las preocupaciones, distracciones dando tiempo y energía para enfocarse en lo que verdaderamente importa — No solo el trabajo, sino la vida en general 😉.

Copado, ¿no? Bueno, acá es donde comienzan a aparecer los problemas.

Muchas personas no están dispuestas a absorber y lidiar con la cantidad de responsabilidades que se requiere en ese tipo de trabajo.

Un ejemplo muy práctico, es la infraestructura. Cuando se trabaja en una oficina física y algo se rompe, hay siempre una persona responsable para resolver cualquier tipo de problema.

En cambio, si estás trabajando desde tu casa, cuando algo no funciona, en general la Internet 😡, el problema es 100% tuyo, así como la responsabilidad de resolverlo.

Incluso si hay una ayuda de costo, es tu responsabilidad comunicarte con la empresa que te ofrece el servicio y eso implica quedarte en el teléfono por horas, responderle al técnico y perder tiempo en general.

Siempre recuerdo la primera vez que se me rompió el OS x de mi MacBook. La tienda autorizada de Apple más cercana a la ciudad en la que vivo estaba a ¡200 km de distancia! Y encima, la internet de mi casa era de solo 4 Mb 🐮🐷🐔.

Al final, tuve que formatear la computadora yo solo y el proceso para instalar todo de nuevo tardó casi una semana completa. Durante ese tiempo, tuve que arreglármelas trabajando en una computadora prestada con Windows para no perder más tiempo.

Y cuando pasó esa semana, además de pedirle disculpas al equipo por el atraso, tuve que crear planes a/b/c para cuando algo así volviera a pasar 🤓.

La ley de Murphy va a ser tu mejor amiga ✌️.

2- Parar es un problema

Otra situación que pasa mucho con la persona que trabaja desde su casa, y que tiene un potencial muy fuerte de autodestrucción, es la dificultad de desconectarse del trabajo.

Me gusta llamarlo de síndrome de “Che, la computadora está ahí” (leer con acento de Brasilero hablando como porteño 😬).

En el trabajo remoto: poder desconectarse del trabajo es tan importante como conectarse.

En una oficina, mismo sin la intención, una persona termina condicionándose y siendo influenciada por el entorno. En general, las personas tienen una rutina muy apretada, porque hay una necesidad de desplazamiento físico. Es como si tuvieran un modo trabajo y un modo descanso.

Aquí es donde las cosas comienzan a complicarse para alguien que trabaja en casa. ¿Cómo salir del trabajo cuando vivís en él?

Tengo que decir que, hasta hoy, desconectarme es un problema. Pero con el tiempo, entendí que necesito de disparadores, algunos trucos y ayuda externa:

  1. Tener un lugar específico en la casa para trabajar: hablaré un poco sobre esto a continuación, sin embargo, adelanto que me ayuda mucho.
  2. Rutina, rutina y rutina: leí esto en una aplicación de gestión para empresas y creo que suena bien acá. Un poco de rutina y organización (con flexibilidad) no hace mal a nadie.
  3. Tener a alguien que te obligue a parar. Tengo dos hijas chicas. Cuando empiezo a pasar del punto, invaden mi habitación/oficina y, con la ayuda de la madre, comienzan a hacerme volver a la realidad familiar.

3- Salud mental es importante

Sufrí mucho con esto (también vi a mucha gente sufrir) y una buena parte de este sufrimiento tenia algún nivel de relación con las malas prácticas que tenía al trabajar de forma remota.

Por ejemplo, no darle un cierre al día de trabajo empieza un proceso cíclico extremadamente tóxico: te quedas más tiempo en casa / te preocupas más, no tienes tiempo para salir o hacer ejercicios fisicos, tienes problemas para dormir, te levantas cansado al día siguiente, el cansancio distorsiona la realidad, ver la realidad distorsionada te hace planificar mal o preocuparte demasiado por el trabajo y, por lo tanto no consigues desconectarte del trabajo …

¡Tu salud mental importa! Si te encuentras en esta situación, tienes que buscar ayuda profesional. Eso puede marcar la diferencia. Esforzate por tener una vida más equilibrada.

Yo en el equilibrio

4- Home también es Office

Especialmente al principio, cuando alguien cercano a mí se entera de que trabajo en casa, surge la misma pregunta: “¡Che, qué genial! ¿Entonces quiere decir que podés trabajar en pijama? ”.

La verdad sobre esto es que sí, ¡podés trabajar en pijama o de la manera informal que puedas imaginar! Pero las preguntas que siempre me hice fueron: ¿Esto es responsable? ¿Cuánto tiempo puedo mantener este hábito? ¿Con el tiempo, esto me puede hacer mal?

La respuesta que encontré en mi vida diaria fue que no funciona y un poco de formalidad no hace mal a nadie: no quiero polemicas, pero no me cierra el tema “nomadismo digital” y tengo muchas dudas si alguien realmente logra producir frente al mar.

Imaginate en Floripa

Despertarse bien, tomar un buen desayuno, cambiarse de ropa y usar algo cómodo, de alguna manera, ayudan a mi cerebro a programarse para lo que sucederá en ese día. Cuando sé que el día va a ser complicado, incluso me pongo zapatillas, que rápidamente me las saco ¯\_(ツ)_/¯.

Suit Up 🧥👕👔

Sobre el entorno, es muy importante tener en cuenta que se tendrá que “replicar” una oficina en miniatura muy cómoda en casa porque vas a pasar mucho tiempo ahí.

En un tema anterior, mencioné que tener un lugar específico / neutro es muy importante para el trabajo remoto. Tengo dos hijas en casa, por lo que tiene más sentido para mí tener una “oficina”, porque así disfrutamos todos de privacidad.

Otro punto importante cuando se trabaja desde casa es que eventualmente las personas (y al principio ustedes incluso) pueden asumir que está bien recibir una visita, al final, estás en tu casa.

Recibir visitas está bueno, pero cuando se necesita hacer una presentación, te estás preparando para una reunión, o incluso estás en un momento de foco, puede ser muy malo. ¡Esto me pasó algunas veces y no fue la mejor experiencia del mundo!

5- Exponerse es parte del juego

Con el tiempo, también me di cuenta de que algunas personas no se sienten 100% cómodas exponiéndose delante de otros. Aquí vale la pena mencionar que no estoy hablando de detalles de la vida personal o que no es un tipo de trabajo introspectivo.

Está bien si no te sentís cómodo exponiéndote. El problema es que si ese sentimiento se interpone o impide que tu equipo trabaje de manera empática, organizada y eficiente.

Un día, durante una entrevista por Skype, le sugerí a la persona con la que estaba hablando que encendiera la cámara, porque me gustaría verla además de escucharla, de la misma forma que ella estaba viéndome y escuchándome.

Esto puede sonar invasivo para algunos, pero la motivación detrás de la solicitud es que somos seres humanos. Mirar a los ojos, aunque sea virtualmente, marca la diferencia si se desea construir una relación a largo plazo con alguien.

¿Alguna vez te preguntaste por qué algunas personas odian hablar por teléfono?

No todas las empresas están preparadas …

Por otro lado, no todas las empresas están dispuestas a pagar el precio para desarrollar una cultura de trabajo remoto. Es una opción que no todas pueden permitírselo.

Tener una cultura de trabajo remoto es más que permitirle a las personas que trabajen desde sus casas o desde cualquier lugar. Es necesario tener mucha organización interna y esfuerzo para que esto suceda.

Promover una cultura de trabajo remoto tiene implicaciones: organización, rituales y rutinas importantes para la alineación del equipo, procesos comunicados y documentados en un nivel casi exhaustivo, líderes que esfuerzan para crear un clima de seguridad psicológica por más que estén a distancia, inversión en infraestructura, etc.

A veces me quedo en la tele 😅

Es obvio que se espera que cualquier empresa tenga procesos claros; esto no debería ser una característica exclusiva las “remote friendly”. Sin embargo, trabajar de forma remota en equipos sin el mínimo de procesos documentados se convierte en una experiencia frustrante y casi imposible.

Tal vez es por eso que muchas empresas rechazan esta modalidad. ¿No?

Dale, ¡a full con esto!*

Para darle un cierre a este largo texto, debo decir que el trabajo remoto y el trabajo cara a cara no son antagónicos. En mi visión son complementarios y, si se usan de manera inteligente, mejoran la capacidad de desarrollo tanto de las personas como de las empresas.

Y vos, ¿qué opinas?

(El artículo original lo hice en Português y podés leerlo desde acá.)

Gracias a las gente linda que me ayudó en todo este tiempo: José Abuchaem, Damian Horn, Raquel Lisboa (no tiene un medium 🤦‍♂ hehe), Dannie Karam, Bruno Rodrigues, Nicolás J. Engler, Natalia Dalbem, Pedro Vargas, Bruno Fernandes, Mariana Braga, Roberto Ortiz y un par más.

--

--