Un mar en calma nunca hizo experto a un marinero

Damian Horn
Tiendanube Design
Published in
5 min readApr 4, 2017
El anotador de la tienda Vicent Cousteau me ayudó con el título. 😉

A principios del 2014 comencé a trabajar en Tienda Nube / Nuvem Shop. En ese entonces era el único diseñador del Startup.

Durante ese año crecimos mucho, tanto en Argentina como en Brasil, y eso nos dio la posibilidad de armar un equipo de diseño para seguir mejorando nuestra plataforma.

Había leído artículos, hablado con colegas. Pero en la práctica nunca me había enfrentado a una situación igual. Había que salir a buscar y contratar a los mejores diseñadores, alinear nuestros objetivos y cultura con ellos y seguir mejorando nuestro producto.

Nunca había hecho algo así.

Hoy, dos años más tarde, puedo contar que algunas cosas salieron mejor que otras. Pero todas estas experiencias me marcaron y me hicieron crecer como profesional y, sobre todo, como persona. Me gustaría contarte algunas cositas que aprendí y que te pueden servir en tu camino.

Aprovechá el estrés

El estrés tiene mala prensa.

Obviamente, un alto nivel de estrés, mantenido en un largo periodo de tiempo, es verdaderamente malo para tu salud. Pero… está estudiado (Kelly McGonigal lo explica mejor que yo en esta Ted Talk ) que un poco de estrés no es para nada malo, al contrario, es una ayuda.

El estrés en pequeñas dosis aumenta nuestros niveles de foco, nos da esa energía extra que necesitamos en situaciones difíciles, nos mantiene alertas y agudiza nuestros sentidos.

Y dado que no podemos hacer mucho para evitarlo, es importante entender esto para aprovecharlo.

Pensá en la última vez que sentiste ese estrés. Pudo haber sido en la universidad, cuando comenzaste un nuevo trabajo, jugaste alguna final o arrancaste un nuevo proyecto.

Todas situaciones desafiantes que hacen que peguemos esos “estirones” como personas. Situaciones que sacan lo mejor de vos.

Es todo expectativas

Decir que sí a estas situaciones difíciles es el primer paso. Pero luego viene la parte en la que tenés que cumplir con ese compromiso.

Si decís que sí y te comprometés, tenés que saber que estos momentos de cambio te van a demandar un esfuerzo extra para adaptarte. Por esto, antes de decir que sí, siempre es bueno considerar si estás dispuesto a dar este esfuerzo extra y, por sobre todas las cosas, considerar si el desafío te divierte.

A veces se pone difícil ( gracias internet por la imagen ).

Todo se puede volver más difícil de lo que pensabas y pueden aparecer detalles que no tenías en cuenta. Pero, si estás haciendo algo que te gusta y el hecho de verlo resuelto te genera satisfacción, ya tenés los motivos para seguir adelante.

Cada vez que hagas algo nuevo te va a salir mal (o al menos no tan bien como esperabas).

Pero hacelo. Terminalo. Y la segunda vez que lo hagas te va a salir mejor.

La única forma de sumar experiencia es haciendo.

Cuestionate todo

Una vez que te sientas más cómodo con eso “nuevo” que estás haciendo, cuestionate si lo estás haciendo bien.

Si pensás que estás haciendo todo bien, seguro la estás cagando en algo.

Cuestionate, pensá en nuevas formas de rehacer lo mismo. Una vez que logres ir mejorando, no te conformes con alcanzar lo que te habías propuesto la primera vez. Avanzá un paso más.

¡Meté la pata!

Permitite hacer las cosas mal. Equivocate; meter la pata renueva tu humildad.

Acordate siempre de que el objetivo de hacer cosas nuevas es aprender. Estás aprendiendo algo que NO SABÉS. Es obvio que no vas a hacerlo perfecto.

A medida que crecemos, protegemos nuestros egos haciendo cada vez más cosas que sabemos resolver (o nos dijeron que sabemos resolver). Y no nos permitimos meter la pata.

Equivocate, rehacé y mejorá a partir de lo que aprendiste.

Buscá siempre nuevos desafíos.

¿Ya te preguntaste qué cosa nueva vas a aprender este año?

¿Cuáles son tus objetivos y qué podés hacer para lograrlos?

¿Cuál es ese lugar que va te va a permitir exponerte a esos nuevos desafíos que buscás?

Por lo general, estos desafíos no aparecen solos y hay que salir a buscarlos.

En lo personal, buscar nuevos desafíos me motivó a trabajar en un Startup como Tienda Nube. Había (y todavía hay) todo un camino por recorrer. Mucho por hacer y mejorar. Todos los días siento que lo que diseño impacta directamente sobre la vida de alguien y que aprendo algo nuevo.

Trabajar en un Startup te da la posibilidad de exponerte a estos desafíos. De ver como tus diseños cambian el día a día de muchas personas ( para bien y a veces para mal ) y lo mejor de todo, aprender de esto y volver a intentarlo buscando mejorar a partir de lo que aprendiste.

Exponete y luego iterá:

Por ejemplo, si sos diseñador gráfico y querés perfeccionarte en el mundo digital:

Siempre podés sumergirte un paso más y sumar nuevos skills que te ayuden en tu profesión o profundizar en algunos de ellos. Es un proceso que nunca termina.

Rodeate de personas que sean mejores que vos.

Parafraseando a Michael Dell:

Buscá siempre rodearte de personas que sean mejores que vos.

En lugar de frustrarte, si alguien la tiene más clara que vos. Alegrate. Sobre todo si es parte de tu equipo.

Apoyate en esas personas para aprender. Preguntales todo. Copialos.

Volviendo a Tienda Nube

Hoy, en el 2017, somos un equipo de 70 personas ( 7 diseñadores ) y, entre todos, estamos trabajando en seguir mejorando nuestro producto, queremos diseñar productos nuevos y dar otro salto de calidad como profesionales.

¿Lo veo como un gran desafío?
Por suerte, sí :)

--

--