La burbuja inmobiliaria esta dejando a Tigre sin agua.
El ‘boom’ de la construcción, acentuado durante la pandemia, no solo esta destruyendo el carácter pintoresco de Tigre, las nuevas torres esta dejando a los vecinos sin agua y tapando a las cloacas.
Ni una gota
Hace medio siglo que Norma Fassiolo vive en la Isla de Tigre, la zona residencial detrás del Paseo Victorica y siempre tuvo una buena presión de agua hasta el inicio de la pandemia. Si bien siempre fue complicado llenar el tanque durante el día, ahora ni si quiera durante la noche es suficiente la presión que manda Aysa. “No hay nada de presión”, dice Fassiolo que vive en la calle Madero al 263. Con el ritmo frenético que están construyendo edificios en Tigre, es claro como el agua que para abastecer una torre de 30 pisos la red de agua potable que tiene Tigre no alcanza. “Imagínate, esta red debe tener 100 años, son caños de plomo todavía.”
La cuestión es que Aysa no puedo garantizar suficiente presión de agua en Tigre, aunque ahora están ensanchando algunos tubos. Además la empresa publica, no solo provee el suficiente caudal, además prohíbe terminantemente a los vecinos residenciales de colocar una bomba para poder abastecerse de agua en la casa. Claro, las torres cuentan con maquinas enormes para bombear al agua hasta arriba.
“Hace dos años que estoy luchando y llamando a Aysa para que me den una solución,” cuenta la abogada Silvana Bigiolli que vive a un par de cuadras sobre Lavalle, esquina con Ricardo Fernández. Bigiolli ha intentado de todo. “Ahora hemos instalado una bomba para utilizar el agua de la pileta. No sale una gota de la red. Es un problema general en la zona. Uno de los edificios nuevos en la calle Lavalle lo tiene que abastecer un camión de agua potable semanalmente y obviamente eso no es gratis.”
Parece ser que en el Municipio están aprobando todos los pliegos de construcción, sin tomar en cuenta la infraestructura de pueblito que tiene Tigre. En vez de renovar la infraestructura primero y poner cloacas en todo el municipio, se hacen las cosas al revés. Claro, la construcción es un lindo negocio.
Cloacas que se desbordan
Es irónico que los vecinos nuevos de las torres nuevos que pagaron sus buenos dólares para comprar un departamento con visto al rio, no pueden caminar por la vereda de su edificio porque las cámaras de inspección de los edificios están desbordando, literalmente desparramando aguas negras y papel higiénico sobre la acera. Se ve este fenómeno en Montes de Oca con Morales (detrás del Buenos Aires Rowing Club) en la avenida Cazón — al lado del Carrefour — e incluso en el Paseo Victoria, a la vuelta de Prefectura. Tiene su lógica que la red cloacal, donde la haya, no esta preparada para recibir la cantidad de aguas servida de un edificio, además en en una zona donde las napas se encuentran a menos de un metro de profundidad.
El sistema cloacal es una de las deudas del municipio de Tigre, a pesar de haber sido una promesa electoral del massismo. Gran parte de los habitantes de Tigre aun no tienen cloaca para sus aguas servidas.
Así pasa con Vicente Orlando, un jubilado que vive detrás del edificio enorme de “Atención al Vecino” del municipio en el barrio de Troncos del Talar. Con una escoba trata de sacar las aguas negras que corren en la calle como si fuera un mini-Reconquista. “”Si bien tengo el pozo ciego para el baño, todo el agua de la cocina y de la ducha necesariamente tiene que salir por la calle. Y así están todos los vecinos.” ¿No es que habían prometido cloacas en las elecciones municipales? “Si, pero nunca las hicieron,” cuenta este vecino de la calle Monte Hermoso.
¿Soluciones?
Si bien parece lógico que primero se conecte a todos los habitantes del municipio a la red cloacal y Aysa cumple con su función de proveer de agua potable con suficiente presión a las viviendas, sigue la furia de la construcción sin importar la infraestructura deficiente. En la parte Tigre centro hay por lo menos 50 edificios nuevos en construcción, algunos con mas de 10 pisos. La pandemia y la cuarentena parecen haber acelerado este proceso: la gente que cuenta con ahorros utilizan el tiempo muerto para construir, además hay una tendencia para cambiar la ciudad por zonas verdes como Tigre. Desafortunadamente eso tiene como resultado que a Tigre lo están tapando con cemento y hormigón.
