La ecuación del limón (17 de enero)

Tom Dieusaert
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4 min readJan 20, 2021

Tuve varias visitas este fin de semana, cayeron María Laura con las galletas de jengibre y el mejor tuco de Buenos Aires (paso el dato en cambio de una comisión), luego Claudio y luego Luis (‘piojo’ en flamenco) con Juan, estos últimos dos a comer unas milanesas con zapallo.

Algunos cierran cuando los demás se levantan de la siesta.

No vinieron con manos vacías porque compraron 1 limón en lo de Tita y ese limón cuesta mas o menos lo mismo que 1 kilo de paltas hass en una verdulería cualquiera.

Horarios indomables

Tita tiene algo que los economistas en Wall Street llamarían el “first mover advantage” o sea es un fenómeno económico tan peculiar como “la estanflación”, “los activos ponderados por riesgo” y “la formación bruta de capital” que el estudio del almacén de Tita (calle Saldias en Tigre) les valió a los economistas Reeves, Berenger y Trautmann el Nobel de la Economía del año 1987.

O sea, primero los laureados y encumbrados economistas hicieron un estudio profundo sobre la sorprendente micro-economía en el municipio de Tigre que tiene la particularidad que todos los negocios abren y cierran en un horario distinto. Algunos abren a las 8 otros a las 10.30hrs, algunos cierran a las 12.00 (bueno la bicicleteria cierra a las 11.45) Luego abren algunos de nuevo a las 14.00 otros a las 15.00 y otros a las 16.30hrs (después de la siesta, claro), que es mas o menos el mismo horario (17.00) que los negocios relacionados a la construcción (ferretería, corralón de materiales,..) ya van bajando la persiana. Los bancos abren de 10.00 a 15.00 (al otro lado del Rio de la Plata, en Carmelo, el horario es de 13.00 a 17.00, justo durante la siesta)

Los economistas no solo encontraron que en el pueblo de Tigre, la mayoría de los que tienen un negocio son millonarios, porque trabajan un promedio de 4,5 horas por día y les alcanza y sobra (igual en una nota al pie del estudio, Berenger, anotó que a pesar de esta abundancia y el hecho que claramente no trabajaban por dinero sino por placer, los dueños entrevistados se quejaban de “la crisis”).

También encontraron que la diferencia horaria en todos los negocios de Tigre daba un algoritmo tan sofisticado, que luego fue aprovechado por la NASA para calcular la caída del módulo lunar en el Pacifico. Además, los economistas de MIT, hicieron un calculo para saber en qué horario un habitante de Tigre podía salir hacer sus compras y encontrar todo lo que necesitaba.

Esto arrojó el siguiente resultado: el Tigrense tendría que salir por lo menos dos veces por día, la primera vez alrededor de las 10.30hrs. (claro se podría dar el caso que el dueño o dueña aun no habría abierto el negocio) y una segunda vez a las 16.15hrs. Ahí tenia un 73% de chance de poder comprar todo lo que necesitaba.

Siempre abierto

Pero lo mas extraño que encontraron en su estudio que a todas estos horarios dispersas, había una excepción: el almacén de Tita, ubicada en Saldias entre Maipú y Vito Dumas. El almacén — protegidos por unos barrotes de fierro como si fuera una prisión y arriba un letrero de Coca-Cola de los años ‘70 con el nombre del antiguo dueño — esta siempre abierto! Lunes hasta lunes, incluyendo los domingos, de las 8 de la mañana hasta las 12 de la noche. La dueña Tita siempre esta al pie del cañón. Tiene una televisión puesta arriba de los cajones de verdura y si por alguna razón desaparece por un rato hacia su casa atrás hay un timbre para llamarla y aparece en menos de 30 segundos.

Yo me acuerdo que alguna vez me quejé con un muchacho que tenia otra almacén a la vuelta de casa, de que yo no entendía nada de los horarios de Tigre y que esa desorganización no era realmente muy favorable para el comercio, me respondió enojado “Pero Uds. europeos, qué nos vienen a decir ustedes, con su música ponchis ponchis (se refería al tecno)!” Como decir, Uds. son atrasados en otro aspecto (o diciendo: ustedes no tienen onda, que en parte es verdad). El almacén ya hace rato que cerró. Otro millonario que se retiró antes de cumplir los 40.

El almacén de Tita en cambio, rebosa de salud. Es mas, ahora el gobierno nacional y el gabinete económico lo han puesto el ojo para estudiar ciertos fenómenos como la inflación. En ningún otro lugar se nota tan bien los cambios bruscos de la economía argentina como en ese almacén de barrio de Tigre. Para no ir mas lejos, el mismo limón que trajeron Luis y Juan el sábado, y que costaba 50 pesos (lo que dio un buen tema de conversación) el lunes (cuando mandé a Boris a comprar una Sprite y un limón) ya costaba 60 pesos! O sea una suba de 20% en dos días. Eso quiere decir una inflación acumulada intermensual de 300% y anual de 3600%.

Todo esto me hizo apurar la decisión de comprar insecticida para mi limonero que está muy afectado por el minador de las hojas. Uno que vive en Tigre, para no tener que hacer cálculos econométricos complicados, tarde o temprano termina haciendo una apuesta por el autoabastecimiento.

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Tom Dieusaert
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Reporter. Writer. South America. Twitter @argentomas. Recently published “Rond de Kaap: Isaac le Maire contra de VOC".