Los isleños en la oscuridad

Tom Dieusaert
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6 min readJan 7, 2024

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Desde hace tres semanas una gran parte del delta está sin luz. La tormenta del 17 de diciembre voló muchos postes, cables y transformadores. Pero más allá del tema técnico hay un problema político y social: las autoridades simplemente no responden a los reclamos.

Un muelle en el Angostura (con el perro ‘Bolt’ protestando)

Ni bien estaba por terminar el 2023 convulsionado y los políticos electos se aprestaban para desaparecer a sus barrios cerrados o destinos turísticos lejanos, cuando una feroz tormenta azotó a la ciudad de Buenos Aires, como si quisiera limpiar el país de toda la mugre electoral. Como es de amplio conocimiento, a raíz de esta tormenta, una gran parte del conurbado se quedó sin luz por horas, hasta días — y en el caso de los habitantes del delta del río de la Plata — semanas o meses. De hecho, gran parte de ‘la Isla’ sigue sin suministro eléctrico.

Bomba de agua

Nos adentramos en el delta, en particular al arroyo Esperita, para ver como hacen los isleños para sobrevivir. Encontramos a Mariano Pagnucco y su pareja Gabriela sobre su muelle en el Esperita.

“Las inconvenientes son totales,” cuenta Mariano. “No podemos prender el lavarropas y lavar la ropa. No podemos comprar carne, ni productos perecederos. Nos toca cocinar en el momento y hacer comida a la olla: arroz, lentejas, fideos, o ensalada para consumir en el día. Tampoco podemos prender la bomba de agua (en el delta se usa el agua del río para bañarse o lavar los platos). Tenemos que pedir a un vecino que nos dé una mano para cargar el tanque de agua con un generador portátil.”

Mariano Pagnucco en su muelle en el Esperita con la bomba de agua.

A Mariano quien es periodista y vino a vivir a la isla hace tres años con su mujer y su hija, le complica trabajar porque casi no hay señal de teléfono. “Tengo que ir a la ciudad e ir a un café para trabajar de manera remota, como periodista necesito conexión casi permanente. Y las antenas de 4G de Personal no están funcionando porque tampoco tienen luz.” Esas idas y venidas obviamente tienen un costo en gasolina, que encima aumentó. Todo eso lo hace económicamente insostenible.”

‘Emergencia Social’

Le preguntamos a Mariano si tiene una idea del tamaño del daño a la red eléctrica y cuando piensa que se va a restablecer el servicio. “Estamos hablando de más de 30 ríos y arroyos que están afectados en todo la primera y segunda sección. Acá estamos sin luz en el Esperita y gran parte del arroyo Angostura. Hay muchas zonas donde cayeron postes y transformadores. Hay una cuestión lógica, si bien Edenor está trabajando a una capacidad mayor, no hay la cantidad de cuadrillas suficientes para atender una emergencia. Es un territorio amplísimo.”

Además, hay cero comunicación de parte de la empresa: “Cuando llamas al número de reclamo de Edenor, te dicen ‘Vamos a mandar una cuadrilla a tu arroyo’. Pero no dan fecha y esa cuadrilla tampoco aparece. Una cosa que están pidiendo los isleños, son plazos para que restablezcan el servicio, que digan por ejemplo ‘tal día vamos a trabajar en el Esperita’.

El miércoles pasado decenas de isleños ocuparon el edificio de la municipalidad para exigir soluciones, pero el Intendente Julio Zamora no les atendió porque está de vacaciones. Estrictamente, el intendente podría esgrimir que no es su problema, que él no es el responsable del suministro eléctrico en Tigre. “Esa es la respuesta de la política,” dice Mariano “Que el corte de servicio es la responsabilidad de la empresa, lo cual es cierto en término de la energía eléctrica, pero acá hay una la emergencia social. Somos habitantes de Tigre, así que la provincia y el municipio tendrían que atender a esa parte de la población. Hay personas que necesitan medicación. Hay niños que no pueden tomar leche fresca.” “Lo que se ve es que la población isleña no es prioritaria para la gestión política,” dice Mariano. “Cuando lo comparas con un barrio privado como Nordelta: enseguida tienen luz y nosotros isleños estamos esperando casi un mes. Claramente, hay ciudadanos de segunda y ciudadanos de primera.

¿Hay una vía legal por lo cual puedan obligar a Edenor hacerse cargo? “Más allá del reclamo individual está el ENRE que puede sancionar a las empresas… el mínimo que esperamos es que tengamos energía gratuita por lo que resta del año. Después necesitamos organizarnos para hacer un amparo legal, que haya un resarcimiento económico por todo esto daño que se generó.”Pagnucco adelanta que los isleños van a seguir reclamando por la emergencia. “La semana que viene habrá asamblea en la estación fluvial y cortaremos el río Tigre, para seguir visibilizando el desastre en el delta.

Falta total de información

Uno de los efectos positivos del apagón, es la muestra de solidaridad entre los vecinos del Esperita. Ahí está Enrique Pereira, dueño de unas cabañas de veraneo, que presta su generador eléctrico para cargar los tanques de agua de los vecinos. Debido al corte de luz indefinido, Pereira perdió todos los alquileres de enero. “He tenido que devolver todas las reservas y es justamente temporada alta. Tenía 35 reservas para las dos cabañas (generalmente los alquileres son de tres hasta cuatro días). Esto me genera una pérdida de mínimo 500.000 pesos.”

Enrique Pereira en frente de una de sus cabañas en el ‘Esperita’.

¿Y cuál es la proyección hasta fin de enero? “Acá no están dando ninguna novedad. Escucho que las cuadrillas de Edenor están por algunos lados, pero acá no vinieron inspeccionar para ver cuáles postes que estaban caídos.” “Tuve que comprarme un generador eléctrico, no soy amigo de esas cosas, pero necesito comer. Por suerte nosotros acá solamente somos mi mujer, yo y los perros, pero acá hay muchos que tienen problemas de salud, que son electrodependientes.” Enrique insiste que el mayor problema es la falta total de información. “Todos los días hacemos el reclamo y la respuesta cada vez es el mismo disco que te ponen: ‘que tenemos que hacer el reclamo’ y nada más. Después nadie te llama para decirte fehacientemente que esto se va a solucionar en 30 días, en 10 días o en 4 días… . Nadie te da una pista.”

¿Ni siquiera tienen una fecha aproximada? “No, porque aquí no viene nadie. Hay lugares en el delta que estuvieron sin luz por 6 meses un año y medio atrás, luego de un fuerte viento en el Paraná hace un año y medio. En aquel momento vino de golpe ‘una ráfaga fulera’ de viento que nos perjudicó. A mí se me rompió la parrilla, pero en otros lados estuvieron meses sin luz.”

“Acá durante los últimos 20 años,” sigue Enrique. “Edenor no hizo (con énfasis) nada, no hizo … nada! Estos son lugares donde cada tanto tienen que venir a la que nosotros llamamos ‘la picada’, es el lugar donde tenemos el cableado de alta tensión. Eso hay que mantenerlo y limpiar abajo, porque todo crece en demasía. ¿Dígame cuantas veces he visto a Edenor limpiar ‘la picada’? ¡Nunca!,” afirma Enrique.

¿La red en general está en mal estado? “Claro, durante los últimos años tuvimos en promedio 30 o 40 cortes por año, por marea, tormentas, … A veces el corte duraba horas, a veces días. Pero las cuentas de luz, había que pagarlas igual.” “Y eso que ahora no podemos trabajar o generar dinero. Tengo un prejuicio laboral por las reservas que no recupero. Está roto el techo y tengo daños enormes por árboles caídos: para cortar un nogal caído tengo que pagar 160.000 pesos para cortarlo. Pero como ya dije, la situación para otra gente es peor, los que tienen chicos o la gente que tiene alguna enfermedad. Mi intención es que se solucione para todos, no solo para mí. Porque ya le digo, acá hay mucha gente que necesita la luz para vivir.”

Y ahí aparece la cosa más positiva que dejó este apagón en el delta: la solidaridad entre los isleños. Ojalá puedan transformar esa bronca en acción y pueden obligar a las autoridades para que les den respuestas.

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Tom Dieusaert
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Reporter. Writer. South America. Twitter @argentomas. Recently published “Rond de Kaap: Isaac le Maire contra de VOC".