John Cusack, FOMO y Alta Fidelidad
Mi vida va mal. Parezco John Cusack en Alta Fidelidad: La historia de un chaval que va de una chica en otra porque no se compromete y es infeliz.
De momento mi miedo a haber dejado a Jaime sigue luchando con mi miedo a no encontrar a otro. Porque somos la generación mercantilismo, pero también somos la generación FOMO. Fear of Missing Out, miedo a lo que te puedas perder. Y hay numerosos estudios que hablan de cómo nos acojona comprometernos con nada por miedo a que haya algo mejor.
Echo de menos despertarme y que esté él. Echo de menos llegar a casa por las tardes y que esté sentado en el sofá leyendo un libro. Echo de menos cenar acompañada en vez de de pie en la cocina, y que el fin de semana me haga cocido y yo a él tortitas. Echo de menos que, si compro un mueble, él me diga “no te ralles, te ayudo a llevarlo a casa”, y echo de menos que llegue el fin de semana y que la perspectiva sea estar con él. Y hacer planes como ir de excursión a un bosque, decidamos llegar al bosque a pie y que el camino hasta el bosque se convierta en la excursión, porque hemos tardado todo el día en llegar al bosque.
Si, por ejemplo y por comparación, alguien me preguntase qué echaba de menos de Jose, la lista sería interminable: echo de menos cómo se recolocaba las gafas sobre la nariz cuando pensaba, echo de menos su casita del reloj, echo de menos sus regalos que sigo teniendo porque eran los mejores del mundo, echo de menos que se pusiera a leer un Mortadelo en voz alta y se volviese el doble de gracioso, echo de menos nuestros interminables paseos por el barrio del Pilar, echo de menos que le diese la vuelta a cualquier cosa y de pronto fuese más interesante, echo de menos miles de cosas y ni siquiera he mencionado su increíble ojo artístico que veía el mundo de otro color.
Sí, cuando fui por primera vez a terapia me tiré una hora hablando de mi ex. Y hoy sé que, igual que con Jaime, tampoco fui capaz de apostar por esa relación. Supongo que por eso la psicóloga me decía “tienes miedo al compromiso”. Porque mis patrones son fáciles y reconocibles: como en la peícula “Alta Fidelidad” la tóxica soy yo.
Mi relación con Jose siempre fue más intelectual. Nos conocimos hablando y ese fue nuestro fuerte. Al final ni eso hacia falta porque nos leíamos la mente. Con Jaime fue distinto, más físico y también más equilibrado, nunca algo tan trascendental. Echo de menos las dos cosas, me gustaría encontrar a alguien en un futuro que fuera bueno en ambas.
Pero la pregunta sigue siendo: y aunque encuentre este amor platónico y perfecto ¿seguiré siendo incapaz de comprometerme en un futuro?
No lo sé, solo sé que John Cusack protagonizó en el año 2000 esta maravillosa película escrita por Nick Hornby que habla precisamente del miedo a comprometerse. Así que supongo que 23 años más tarde, tampoco es una revolución lo que me está pasando.
