Maneras de (no) hacer amigos

Jimena G.
Tinderblog
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3 min readSep 24, 2023

Esta semana se me ha ocurrido invitar a casa a mi jefa, su marido y dos hijos, mi becaria y otros tres compañeros de equipo para desayunar tortitas hoy en mi casa. Mis padres me enseñaron que una manera de hacer amigos es invitarles a comer, porque ¿a quién no le gusta comer? pero me pregunto si invitar a mis compañeros de equipo a los que ya veo de lunes a viernes cuenta como amigos… y me imagino con un montón de tortitas quemadas mientras el resto ponen caras de circunstancias. Vamos, que hasta he dormido regular de los nervios. Para eso está bien tener un novio que te diga “tranquila, todo saldrá bien”.

De momento el evento ha tenido una repercusión positiva: me he tenido que comprar una mesa de comedor. Sí, llevaba dos meses viviendo sin una. Me apañaba con una mesilla auxiliar y otra de jardín que me dejó la casera y me perdía en mis first world problems mirando el catálogo de Leboncoin (Wallapop francés)... cuando en realidad ¡es un sobre con cuatro patas! la verdad que es increíble la cantidad de tiempo y dinero que se puede invertir en elegir “la mesa perfecta”. Al final he comprado… un sobre con cuatro patas de color negro. Está algo desconchada… pero pal caso, funciona, y viste mucho el salón.

Las tortitas de jamón y queso son mi especialidad. O lo único que sé cocinar, vaya. Hecho la masa, les hecho queso, jamón, las doblo por la mitad y me sale una cosa riquísima: es como comerte un bollo frito de jamón y queso. De postre aplico la receta de mi hermano: en vez de jamón le hecho una barrita de Kinder Bueno y aplasto con la pala para que se rompa por dentro. Lo sé, es demasiado gordo, pero la gente sale satisfecha de la operación.

Otro de los motivos por los que puede que esté nerviosa es que últimamente mi vida social se reduce a cero. Ayer salí al gimnasio y un chico me preguntó si podíamos compartir la sala donde estaba estirando. Casi le invito a una copa. Fue todo lo que hablé “face to face” con alguien en todo el día. Escribo en grupos de Facebook de gente internacional, con la esperanza de conocer a otras chicas españolas, solteras, de mi edad que les apetezca hacer algo social… y los administradores bloquean mis mensajes, creo que por especialita. Por decir “chicas” (y no chicas y chicos), “españolas” (y no “everybody is welcomed”) y “de mi edad”. Pero whatever, quizás es que en realidad ahora mismo odio un poquito a todo el mundo.

Al menos el finde que viene me voy a Múnich con Alberto, mi mejor amiga gay de 23 años.

Creo que me voy a poner a los fogones, porque vamos a ser 9 en casa y sino no acabaré nunca. No sé si así haré amigos. Al menos lo intento…

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