Herencia democrática
Sobre votar con los ojos cerrados.
Voy a hablar de algo que todos sabemos que ocurre pero sobre lo que no hacemos nada al respecto. Me refiero a votar por candidatos o partidos con los que nos hemos criado, es decir, votar a esos partidos a los que nuestros padres votaban mientras nosotros éramos niños.
Resulta que hay gente, grandes masas de gente, que considera que pertenece a esos partidos, que están imbuidos en su naturaleza como personas y que a veces, no se para a pensar si estos partidos representan sus ideales forma de ver el mundo. Lo que sí representan son los de sus padres o los de su ser infantil, ese que necesita de sus padres para mantenerse con vida. Sin embargo, esta no tiene por qué ser la realidad de dichas personas en la actualidad.
Es extremadamente importante que nos valoremos lo suficiente como para tomar nuestras propias decisiones y escoger al partido y/o candidato que esté más cerca de lo que nosotros consideramos debe hacerse con el país. Es de extrema importancia también, que no sintamos que estamos traicionando los valores de nuestra familia al hacer esto, sino que estamos tomando una decisión adulta y responsable.
Desgraciadamente, nada de lo que yo diga aquí puede cambiar tu forma de actuar. Puedo intentar que cuestiones si tus decisiones políticas están predeterminadas por el lugar y la familia en la que creciste o eres tú y tu realidad actual los que te mueven hacia un lado o el otro.
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