La música no pierde

Una reflexión para dejar de hacer el ridículo a diario.

SamRiesgo
Totalmente Razonable
2 min readApr 19, 2017

--

Hablar de música es como decidir que madre cocina mejor, todos creemos tener la razón y saber que la nuestra, es la ganadora indiscutible.

Hay quien vive de comentar y hablar de este tema, de decir qué es bueno y qué no y cómo y porqué este tipo de música es mejor que aquel. Y tienen infinitos seguidores que beben de esta opinión como si fuera su copa favorita.

Me preocupa un poco (pero poco), que desde que vivo en Argentina me he vuelto a encontrar con “los que saben de música” y los que no. Gente que sabe que la música que ellos escuchan, no la tuya, es mejor, es música de verdad, música de la buena.

Queridos amigos: la música es algo completamente subjetivo.

¡Ciao amigos!

Evidentemente la música que tú escuchas es mejor y tiene más consistencia que la que yo escucho, o la que escuchaban tus padres, o lo que el tipo de la Rolling Stone dice que son los 100 mejores discos del año. De eso no te cabe ninguna duda, ¿cómo es posible que estés equivocado? Si la música siempre se ha dividido en dos únicas e inequívocas categorías:

  • La buena, la que me gusta a mí y escucho siempre.
  • La mala, que no sé cómo no se mueren todos escuchando semejante porqueria.

Porque, usemos la cabeza por un segundo, si la buena y la mala música estuviesen tan lejos la una de la otra y tan perfectamente separadas, no habría nadie que escuchara mala música. ¿Qué sentido tendría? Todos escucharíamos The Beatles, Elvis, los Rolling y a ese chico nuevo que lo hace todo tan bien. Y todos estaríamos contentos con las selecciones de las radios y del DJ que nos alegra la vida en la discoteca. El mundo sería un lugar feliz, no habría guerras, ni hambre ni deforestación, porque evidentemente no habría necesidad de imprimir libretos de discos malos, de esos que tú nunca escuchas ni nadie debería escuchar.

Et voilà!

Y sin embargo, estamos escuchando más reggaetón y bachata que nunca, y ni siquiera Bieber ó Pharrel pueden resistir semejante tendencia. Solo hay que seguir el dinero.

Y aquí seguimos, encontrándonos con quienes creen saber qué está por encima y qué no es más que una vulgar copia de una caca de perro. Hay quienes creen ver agua y aceite y no se dan cuenta del Cola-Cao que tenemos montado.

Parece que este tema se extenderá por los siglos de los siglos. Los gustos musicales de cada uno son eso mismo, gustos. Igual que los colores. Todos están bien, todos son igual de importantes y todos son perfectamente comprensibles.

Nota: si te ha gustado el artículo, dale un corazoncito, o déjame un comentario y hablemos del tema

--

--