La banca: desafíos y oportunidades en tiempos del COVID-19

La pandemia ocasionada por el COVID-19 ha afectado la vida pública y laboral de millones de personas a nivel global. Los diversos sectores económicos y sociales se han visto en la necesidad de cambiar sus costumbres y protocolos para hacer frente a esta situación, siendo uno de ellos, el sector financiero.

El confinamiento actual, de acuerdo con el ingeniero Alberto Rodríguez Garduño, consultor en Mnemo, puede llegar a ser un gran promotor de iniciativas donde todos los actores del ecosistema financiero abran canales de comunicación y aprovechen la tecnología en beneficio de los diversos sectores de la población, fomentando una salida al mercado más unificada y eficaz, así como una posible aceleración en temas de inclusión digital y financiera. Entre las posibles ventajas se encuentran un mejor control de presupuesto, mayor seguridad financiera, acceso a créditos y otros beneficios, así como la disminución del uso de efectivo.

En este sentido, tanto los bancos en México como en el mundo se han visto en la necesidad de aplicar medidas de prevención para los cuentahabientes, limitando el acceso a sucursales bancarias y, por consiguiente, a las operaciones que suelen realizarse día a día. Ante tal reto, los comerciantes han aprovechado para incluir en su abanico de métodos de pago opciones basadas en plataformas de sistemas de pago en línea, transferencias bancarias y CoDi, entre otras posibilidades.

Así pues, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares realizada por el INEGI en 2019, entre 65 y 68% de la población mayor de 18 años cuenta con algún producto financiero, mientras que el 87% de la población en general aún utiliza el dinero en efectivo como su fuente primaria de adquisición de bienes y servicios. De acuerdo con estas cifras, es posible percibir el reto que el confinamiento actual representa para el traslado de las compras a plataformas online, ya que el 38% de la población no cuenta con las herramientas necesarias para realizar estas operaciones desde casa.

Ahora bien, desde un punto de vista más optimista, las estadísticas demuestran que un sector creciente de la población, particularmente en el rango de edad de seis años en adelante tiene acceso a un smartphone con internet, por lo que el acercamiento a los pagos digitales resultará muy natural en un futuro cercano.

El impulso de la inclusión financiera no es un tema novedoso, de hecho, como una de las acciones más recientes, en septiembre del año pasado, el Banco de México (Banxico) lanzó su sistema de pago CoDi, el cual busca acercar a la gente a los pagos digitales desde cualquier smartphone, utilizando una cuenta bancaria o de alguna institución financiera sin cobro de comisión. No obstante, de acuerdo con estadísticas de Banxico, al 3 de abril del 2020, únicamente 108,939 cuentas bancarias habrían realizado pagos a través de este sistema, lo que nos indica que aún hay bastante camino por recorrer en lo que se refiere a la inclusión digital y financiera.

En este sentido, el ingeniero Rodríguez propone que, para lograr una verdadera inclusión en todos los sectores de la población, ya sea que dispongan de una cuenta bancaria o no, se debe de aprovechar la tecnología ya existente para métodos de pago digitales, como son el código QR (respuesta rápida) y el NFC (comunicación de pago cercano). El uso de ambas tecnologías en conjunto, facilitará la creación de un monedero electrónico que funcione como cuenta origen de fondos y que permita realizar transacciones sin necesidad de usar intermediarios como puntos bancarios o tiendas de conveniencia.

Rodríguez menciona que, a pesar de contar con la tecnología suficiente para el desarrollo del nuevo método de pago digital, conseguirlo requerirá que se abra la conversación dentro del entorno financiero para desarrollar, en conjunto, un protocolo tipo SPEI que permita la distribución y unificación de dicho sistema en cualquier punto de venta.

Ante la situación del COVID-19 y la Emergencia Sanitaria Nacional que se vive actualmente, el ecosistema financiero tiene una oportunidad de oro para acelerar la inclusión financiera y digital, aprovechando la tecnología que existe hoy en día, uniendo fuerzas en todos los sectores para que, el día de mañana, México pueda enfrentar aún mejor una situación crítica como la que estamos viviendo.