Zapatero a tus zapatos
A mediados de 2013 me crucé con una lectura que me llevó a pensar si los años de trabajo convencional (ese donde sabemos la hora de entrada pero desconocemos la hora de salida) valían la pena.
Se trataba de una publicación de Javier Megias (reconocido experto en emprendimiento y modelos de negocio) hablando de 90 formas de ganar dinero que puedes usar y la verdad si tratara de hacer un inventario al día de hoy con seguridad encontraría 90 opciones más gracias a las bondades de una economía digital.
Lo menciono porque una vez que “conoces la miel”, no quieres dejar a un lado el barril (Winnie The Pooh). El problema de hoy no es: ¿Qué hago? sino ¿Estoy dispuesto a hacerlo?
Y con lo anterior podemos “toparnos” con invitaciones de todo tipo, algunas más seductoras que otras claro está.
Una de las más frecuentes que escucho cuando hablo con clientes es: ¿Por qué no te unes al negocio?
Por alguna extraña razón, me invitan a hacer parte de sus negocios bajo el argumento de unir esfuerzos desde lo que cada uno sabe hacer mejor.
Me ha tomado muchos años aprender que decir NO también es una respuesta válida. Perder el enfoque es muy fácil en la actualidad porque cada oferta o cada nueva opción parece ser mejor que la anterior.
No significa que haya algo de malo en emprender una nueva iniciativa, pero como lo expone Sun Tzu en su obra “El Arte de la Guerra”: Emplear demasiadas estrategias puede conducir a la pérdida de la batalla.
Es posible que hayas recibido este tipo de invitaciones, lo importante es tener claro si aceptarlas nos acerca al objetivo que deseamos alcanzar…
Publicado por primera vez en https://rodolfobuitrago.com