Divulgar los riesgos y las oportunidades climáticas en las empresas, una herramienta clave para que los inversores aceleren la transición baja en carbono
Hace tiempo ya que sabemos que el cambio climático no es sólo un problema para los amantes de la naturaleza. La crisis climática está penetrando cada vez más como asunto de atención de los más poderosos a nivel global a partir de la comprensión de que significa un riesgo enorme para los mercados financieros y toda la economía. Y pese a la resistencia de la industria fósil y de algunos negacionistas que les siguen la corriente, esta realidad empieza a permear en los políticos.
La última movida que llamó la atención provino de la senadora y pre-candidata a la presidencia del partido Demócrata de EE.UU., Elisabeth Warren. “Las empresas que cotizan en bolsa tienen la obligación de compartir información clave sobre su negocio. Pero en este momento, estas compañías no comparten mucho sobre cómo el cambio climático podría afectar a su negocio, sus clientes y sus inversores. Mi plan de Divulgación de Riesgo Climático aborda este problema al exigir que las compañías informen públicamente los riesgos relacionados con el clima. Esto incluye el posible efecto en la empresa si el cambio climático continúa a su ritmo actual y el probable efecto en la compañía si el mundo reduce con éxito las emisiones de GEI para cumplir los objetivos del Acuerdo de París. Mi plan empujará a más inversionistas a sacar su dinero de la industria de los combustibles fósiles, acelerando la transición a la energía limpia. También demostrará a los inversionistas que el cambio climático representa un grave riesgo para su dinero y necesitan exigir una acción global para enfrentarlo. Y dejará claro que el cambio climático significa no solo una amenaza ambiental existencial para el planeta, sino una amenaza seria para nuestro sistema financiero”, explicó Warren sobre su plan, que cuenta con el apoyo de Al Gore y Alexandria Ocasio-Cortez, entre otros.
A algunos les podrá sonar este Climate Risk Disclosure plan de Warren como algo extremo de un ala radical de los Demócratas, pero lo cierto es que muchas de las empresas más grandes del mundo ya empezaron a hacer esto hace mucho tiempo. La organización sin fines de lucro CDP (Disclousure Impact Action) dirige “el sistema de divulgación global” enfocado en inversores y empresas a fin de gestionar su impacto en el medioambiente. Se trata de un sistema de recopilación de datos ambientales (en la práctica una especie de cuestionario) a partir del cual las empresas puedan divulgar la información de cómo gestionan sus riesgos y oportunidades en esta nueva realidad climática y que sirve de herramienta para que los inversores puedan tomar decisiones más informadas. Unas 7 mil empresas de todo el mundo ya respondieron a los cuestionarios de CDP sobre cuestiones como cambio climático, bosques, seguridad hídrica y cadena de suministro, y más de 525 inversores (que manejan activos por US$ 96 trillones) han requerido esta información para su toma de decisión financiera. Muchos de los cuestionarios de las empresas son públicos para que cualquiera pueda verlos y si todavía les parece algo raro, tengan en cuenta que hasta Goldman Sachs colabora con CDP para crear índices que seleccionen acciones de empresa basadas en su performance en estos cuestionarios.
Cuando se analizan en profundidad los datos que brindan las empresas, se encuentra que 53% identificaron riesgos inherentes relacionados con el clima con el potencial de tener un impacto financiero o estratégico sustantivo para su negocio. Entonces, queda realmente poco para que los inversores se tomen en serio esta información y que las empresas que más aportan a la crisis climática y las que más expuestas están a sus riesgos, sufran las consecuencias de la transición climática.