Diseñar el llanto de los cerros.
Entre huaicos, desarticulación y aventuras.
En una combi llena, venía muy tranquilo desde el distrito de Callahuanca, con una lluvia que dejaba ver una neblina hermosa, pero que al mismo tiempo susurraba un desastre natural muy común por la sierra de Lima: El huaico.
Ya detenidos con un Huaico al frente y muchos curiosos ansiosos por llegar a Lima, se lanza el primer valiente que cruza a pie y por él, todos empezamos a seguirlo y que curiosamente el machismo retrograda lo tildaría como el más cobarde, empezamos con la primera contradicción.
Después de todo el amague, pudimos pasar creyendo que pasamos lo peor. En la tolva de una camioneta ya empapadas de lluvia y barro empezábamos a ver la verdadera dimensión del problema, la cantidad de carros y el llanto de las personas sacando el barro de sus casas nos empezaban a alarmar. No era un solo huaico, eran muchos y pistas convertidos en rios.
Decidimos seguir avanzando con la única forma que se podía, caminando. La situación se volvía cada vez más tensa a medida que llegaba la noche, la policía, los bomberos y todos ya estaban en emergencia.
Entre todos los carros que nos pudieron ayudar a llegar a Lima para poder escribir esto, nos contaron de que efectivamente esto es algo de todos los años y que claro muchos ya estaban preparados pero que cada vez los huaicos vienen con más fuerzas y se vuelven cada vez más impredecibles.
Y es ahí donde me pregunto como el pensamiento de diseño y la tecnología pueden ayudar a prevenir estos desastres que son tan recurrentes. Creo que hay dos desafíos que van de la mano y pueden dar muchas luces.
La gran articulación.
Es evidente que la cantidad de burocracia que existe en el Perú es una traba para muchos procesos, pero más traba es cuando estos no se articulan y más bien provocan que todo empeore. Es sin duda un problema transversal que padece todo el país en todos sus escalas. Venía de ver a un grupo de agricultores que uno de sus principales problemas no eran las plagas, sino más bien la débil articulación que tenían entre ellos, así mismo para ayudar a mover nuestro primer bus del huaico el primer reto fue la articulación. Para superar este reto se necesita muchos valores y habilidades antes como la confianza, el liderazgo, la comunicación y demás. Según el tipo de organismo requiere más o menos las mismos componentes.
Más allá de lo evidente.
No me cabe duda de que existieron protocolos de seguridad para estos huaicos que ocurren todos los años, sin embargo creo que la reacción sigue siendo tardía en la medida que no se trata de solo tener tractores, policias y herramientas para apaciguar lo que ya sucede. Sino también hacer un trabajo más de profundidad, con sensores, trabajo satelital, drones, estoy más que seguro que un trabajo multidisciplinario de este tema podría prevenir antes que el huaico explosione en su peores dimensiones. Haciendo una búsqueda rápida parece que se tratase de solo escalar lo que ya se ha venido investigando o prototipando. Aquí dos enlaces que suponen una solución más preventiva.
Los Huaicos en la carretera central son de todos los años, fue por primera vez que pase varios de ellos en unas cuantas horas y me dejan claro la vulnerabilidad que tiene Lima como ciudad, siendo esta carretera una de las principales arterias de alimentos y otros recursos.
