Nuestra experiencia en el mundo desde la cartografía y el sonido.
Hace mucho tiempo que no me cautivaba tanto con una ciencia, no sólo por su historia sino sobre todo por su implicancia y utilidad en la actualidad.
La cartografía es una de esas ciencias que ha venido definiendo nuestra realidad y forma en como queremos ver y vivir el mundo, en otras palabras hacer política desde su tratamiento más puro. En un claro ejemplo del libro “Patas Arriba” de Eduardo Galeano, sintetiza lo que quiero decir.
La geografía tradicional roba el espacio, como la economía imperial roba la riqueza, la historia oficial roba la memoria y la cultura formal roba la palabra.
De tal modo que las potencialidades que tiene despojarle el adjetivo tradicional a una ciencia tan añeja, brinda muchas posibilidades como seres humanos y reproductores de nuestra realidad. Un claro ejemplo de esta práctica es la cartografía sonora o mapa sonoro
https://www.geografiainfinita.com/2016/05/mapas-sonoros-la-cartografia-a-traves-del-oido/
O de posiciones más políticas de mapeo social como los excelentes trabajos que hacen los iconoclasistas.
Y todas ellas parten de una serie de bases y de los cuales las que más me resuenan son las siguientes.
- Cada experiencia es única e irrepetible.
- Todo es cartografiable.
- La cartografía como una herramienta de transformación:___
Bajo esas premisas, me pregunte lo siguiente. Partiendo de lo más fundamental, que es donde uno esta y donde uno discurre su cotidianidad.¿Cómo es posible desde el sonido mapear la sensación de cambio en mi propia casa? Desde esta pregunta nace el “sonido puentes” que no es más que intento a esta intrépida respuesta.
Luego de hacer este ejercicio, que fue un pedido explícito del profesor Josep Cerda en el Master en Arte sonoro, invito a todos a estar atentos a todos esos sonidos que discurren en lo cotidiano para no solo situarse sino recrear en la vida en la que quieren estar, ya que puede que en esos detalles empiecen grandes cambios que nos hagan completar mejor el mundo en el que vivimos. El sonido siempre estará vibrando, como tu lo haces con el.
