Mujeres inmortales

José Luis Ituarte
tres días después
3 min readJul 2, 2020
Martino Pietropoli/Unsplash

Acabo de leer que Joaquín Sabina se casó con Jimena Coronado. Hasta hoy, no sabía quién era Jimena Coronado.

Compartí la nota con mis hermanos y Pili, mi hermana mayor y fan número uno de Sabina, me dijo que la canción Rosa de Lima era sobre ella. En un segundo la puse en Spotify. La canción hace referencia a una fotógrafa peruana de quien Sabina está enamorado.

Lo que me parece más interesante de todo esto es que el personaje de la canción existe y podría estar escuchando su propia canción en un bar pensando para sus adentros, “esa Jimena de la canción soy yo”. Posiblemente en el bar no la reconozcan, pero muchas personas cantarán su nombre. Jimena Carmona pertenece a un paradójico conjunto de mujeres relativamente anónimas pero conocidas por todos. Empecemos con los ejemplos.

Beethoven compuso Para Elisa, una de las piezas en piano más famosas de la música. Pero entonces, ¿quién era Elisa? El debate está abierto. Algunos dicen que era una alumna del compositor que representaba un amor imposible. Se dice también que es un error de traducción y el verdadero nombre es Therese. Pero de cualquier manera esa mujer existió y trascendió hasta hoy en nuestra cultura.

Otros dos casos épicos. Mary McCarthy. “When I find myself in times of trouble, Mother Mary comes to me, speaking words of wisdom, let it be”. Mother Mary era la mamá de Paul McCartney. Él mismo ha mencionado que un día soñó que su difunta madre lo visitó y le dijo que todo estaría bien y que no se preocupe. De ahí nació Let it be. Himno.

Lucy O’Donnell. Me suena, me suena… Pues ella fue la inspiración de Lucy in the sky with diamonds. En una entrevista para el programa The Dick Cavett Show, John Lennon explica que la canción surgió por un dibujo que su hijo Julian, teniendo tres años, hizo sobre una compañera de clase. Lucy después creció y vivió su propia vida en Inglaterra. Lo del título de la canción inspirado por el LSD es falso.

Y por último, un ejemplo no musical: Leonardo da Vinci y La Gioconda, también conocida como La Mona Lisa. Ella era esposa de Francesco del Giocondo y se llamaba Lisa Gherardini. Ni por asomo se le ocurrió que su retrato sería el cuadro más famoso del mundo. Se sabe muy poco de la Mona Lisa como persona, pero su cara y su sonrisa son conocidas, estudiadas y replicadas mundialmente. Más de nueve millones de personas visitaron el museo de Louvre en 2019.

Pedro Fiuza/NurPhoto

Así es como la transcendencia del arte puede lograr que mujeres como Jimena, Elisa, Mary, Lucy y Lisa sean, en cierto sentido, inmortales.

Cuentan que la historia de amor entre Joaquín Sabina y Jimena Coronado comenzó hace unos veinte años, cuando después de un ir-y-venir amoroso, Jimena le escribió una carta a Joaquín diciendo que había terminado con su novio. Sabina propuso Venecia para el encuentro. Ella le contestó que no, que se verían en el bar Tenampa en la Ciudad de México. En cuanto a la boda, les deseo lo mejor a los recién casados.

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