El Dinosaurio en peligro de extinción

Joaquín Piñero Herrera
Tres de añadido
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4 min readJun 30, 2020

En la vida tratamos de buscar las cosas especiales que nos hacen sentir sensaciones distintas. Ese lugar especial, ese bar diferente, ese rincón que nos hizo tan feliz. Esa es la vida y, por tanto, el fútbol. Todos le entregamos una parte de nuestro corazón futbolístico al Chapecoense en aquella fatídica noche de noviembre, nos emocionamos con el cuento de hadas del Leicester o vibramos con la selección de Ghana en 2010 cuando se quedó a un paso de hacer historia mundial. Son esos momentos distintos que hacen especial a este deporte en el que, de vez en cuando, y por desgracia cada vez menos, el pequeño destroza por completo lo establecido para ganar a los poderosos.

Hay clubes con un aura especial dentro del mundo del fútbol, estadios distintos, gradas con sabor y equipos que se transforman en algo parecido a fetiches por diversos motivos. Eso es lo que le ocurrió al Hamburger SV. El conjunto alemán se convirtió en una institución de culto al ser la única que había permanecido en la máxima división del fussball durante más de 50 años. Concretamente, jugó la Bundesliga durante 54 años, 260 días y 22 horas hasta que el mítico reloj de su estadio se detuvo en seco con el inevitable descenso de categoría tras varias temporadas acechándolo.

El 12 de mayo de 2018 se rompió un matrimonio que ya había vivido sus bodas de oro. Hamburgo y Bundesliga separaron sus caminos. El desenlace no pudo ser más cruel: la victoria en Volksparkstadion no fue suficiente. El Dinosaurio alemán se veía relegado por primera vez en más de medio siglo. Es duro ver a clubes históricos en esa situación pero, en el caso del HSV, parecía inevitable tras varios campeonatos coqueteando con la zona roja de la clasificación. Al fin, en la temporada 2017–18, el gigante germano se terminó desvaneciendo.

Cuando una entidad de esta magnitud cae a la segunda división del país, la exigencia es el retorno inmediato cosa que, normalmente, suele complicarse. Christian Titz fue quien firmó la sentencia de muerte del Dinosaurio y sería el capitán del barco que debía regresar a la élite. No duró mucho. Una decena de jornadas decepcionantes y varias derrotas sonrojantes terminaron con el inquilino del banquillo local del Volksparkstadion. Hannes Wolf tomaría el mando pero tampoco consiguió el objetivo final del ascenso. De nuevo, una contundente victoria en la última fecha no sirvió para colar al HSV entre los tres primeros clasificados, lugar privilegiado que da acceso al ascenso directo y vía promoción. El Dinosaurio tendría que mantenerse un año más en el infierno de la 2. Bundesliga. Todo un drama para un gigante alemán.

Esta vez, el HSV quiso cimentar el proyecto de su vuelta a la élite en un pilar sólido. Dieter Hecking sería el líder del Dinosaurio. Borrón y cuenta nueva en Volksparkstadion para lograr el ansiado logro en la segunda temporada en el barro. Pollersbeck perdió la titularidad bajo palos, Leibold aterrizó en Hamburgo para liderar la defensa sin dejar de jugar ni un solo minuto, Sonny Kittel se hizo con la batuta de la orquesta y Pohjampalo se convirtió en el ariete del equipo aunque fuese demasiado tarde.

Con nombres de Bundesliga y un inicio bastante positivo hicieron presagiar una temporada de éxito para el Dinosaurio. Solo fue un espejismo. El conjunto de Dieter Hecking se asentó en la zona noble de la tabla pero lejos del destacado Bielefeld que lideró con solvencia la competición. Finalmente, el HSV no fue capaz de terminar la temporada en el podio lo que, de nuevo, condenaba al cuadro de los 54 años en Bundesliga a pasar una temporada en el abismo de la segunda división. Demasiado tiempo. Excesivo. Además, para ahondar en la herida, Hamburgo no dependía de sí mismo, debía ganar y esperar una derrota del Heidenheim tras fallar como visitante. El conjunto que, finalmente, conseguiría colarse en la promoción perdió su encuentro lo que daba la oportunidad al HSV que, no solo no la aprovechó, sino que, cayó con un estrepitoso 1–5 en Volksparkstadion. Otro año más de decepción para la afición del Dinosaurio.

En Hamburgo la afición se pregunta qué pasará con su equipo. ¿Será a la tercera la vencida? ¿Naufragará por la segunda división del fútbol alemán durante más tiempo? El futuro es incierto para todos y el HSV no iba a ser menos. Parece difícil volver a buscar al club en la clasificación de la 2.Bundesliga. Un histórico venido a menos. Un campeón de Europa en horas bajas. El Dinosaurio nos ha abandonado y no sabemos cuándo volverá.

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