Más vale tarde que nunca

Joaquín Piñero Herrera
Tres de añadido
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10 min readMay 30, 2021

Inglaterra es una de las favoritas para coronarse campeón de Europa. Una vez más. Como siempre, o casi siempre. El conjunto isleño, desde hace décadas, suele contar con un elenco de jugadores de gran nivel que brillan con luz propia en la Premier League, una de las mejores competiciones del mundo, sino la mejor. Año tras año, las estrellas inglesas no terminan de lograr su mejor nivel con la camiseta de los Three Lions a pesar de ser algunos de los jugadores con más talento del siglo. Steven Gerrard, Frank Lampard, Michael Owen, David Beckham o Wayne Rooney, nunca emularon sus prestaciones con las camisetas de sus clubes en el combinado nacional. Esta circunstancia, provocó que, campeonato tras campeonato, una detrás de otro y casi sin excepciones, la hinchada inglesa apagaba la televisión con la mayor de las frustraciones.

Tanto a nivel continental como mundial, la mística del fútbol inglés, el barro, la FA Cup, Wembley y Brian Clough, no han servido para evitar una eliminación prematura casi pactada. En los certámenes planetarios, los ingleses acostumbran a dar la cara en este siglo con alguna participación en semifinales como en Rusia hace tres veranos. En los torneos europeos de este siglo XXI, los Three Lions acumulan un inmaculado pleno de fracasos sin haber podido avanzar ninguna eliminatoria en las fases finales y con alguna debacle como la derrota ante Islandia o el segundo puesto tras la vecina y débil Gales en la fase de grupos en Francia en el verano de 2016 con Roy Hodgson. Varias generaciones de futbolistas nacidos en la cuna del balompié tuvieron que ver a otros compañeros tocar la gloria desde la televisión. Un absoluto drama.

Tras la marcha de Hodgson de la selección por su pobre actuación en tierras galas, a la FA se le ocurrió la brillante idea de contratar, para su proyecto ambicioso, ganador y de futuro, a Samuel Allardyce. ‘Big Sam’, un archiconocido de los banquillos británicos, fue el elegido para el cargo. Tan solo dos meses después de su nombramiento, un medio británico sacó a la luz un escándalo de corrupción, fichajes y comisiones con el flamante nuevo seleccionador como principal protagonista. Las consecuencias no se hicieron esperar y el técnico de Dudley tuvo que hacer las maletas. Un nuevo revés para los Pros en su incansable lucha por imitar el éxito de aquel año 66.

Para sustituir al veterano entrenador y, en principio, con rango de interinidad, Gareth Southgate asumiría el puesto. El, hasta entonces, seleccionador de la sub 21 es un tipo que se hizo entrenador en el regazo de la FA tras su primera experiencia en el Middlesbrough, equipo en el que se retiró como futbolista. En su primer periodo, Gareth se suponía que iba a ser un entrenador de transición hacia alguien que lideraría el proyecto inglés hacia Rusia 2018. Invicto después de sus cuatro encuentros como becario, la dirigencia confió en él y Southgate respondió: ninguna derrota oficial hasta la Copa del Mundo de 2018 en un intrascendente encuentro ante Bélgica, casi dos años invicto al frente de la selección. El juego no enamoraba, la prensa no estaba del todo convencida pero, la afición, como siempre se ilusionaba. Un meritorio bronce tras aquel verano en Rusia, certificó la vigencia del proyecto de Southgate al mando de los Three Lions.

Ahora, con Southgate ya establecido como seleccionador nacional y una regeneración casi finalizada, Inglaterra vuelve a presentarse ante una cita continental como uno de los principales aspirantes. A pesar de sus malos resultados en las dos últimas décadas. Ahora es distinto, el Manchester City y el Chelsea acaban de medirse en la final de la Champions League como los dos mejores equipos de Europa, el Manchester United viene creciendo en los últimos tiempos y despertando de un letargo demasiado duradero, el Liverpool recuperó el vigor que en algunos tramos de temporada le faltó, Harry Kane volverá a ser el líder tras tirar de un carro sin ruedas al norte de Londres, Jack Grealish por fin podrá jugar con futbolistas de su nivel técnico… Sin duda, el fútbol inglés está en auge. Le pese a quien le pese. Aunque, para no faltar a las tradiciones, la portería es el puesto con más dudas por la inexperiencia de Dean Henderson y la caída estrepitosa de Jordan Pickford. Hay cosas que nunca cambian.

Dentro de un equipo con tanta estrella, alguien tiene que equilibrar. Ahí entra nuestro protagonista, un tipo que, según su procedencia, cualquier cosa podría pasar. Un muchacho que, a sus 24 años, contaba con la opción de ser internacional con Jamaica, la tierra de sus antepasados, aunque él nunca lo dudó. Un chico de Yorkshire, una región con representación en la CONIFA (Confederación Independiente que acoge a los estados o comunidades que no están reconocidos como, por ejemplo, el Pueblo Gitano). Ese muchacho, con pelo de piña, es Kalvin Phillips (1995) y tiene una historia que contar.

El pequeño Kalvin nació en el seno de una familia humilde de Leeds. Desde su nacimiento, ese chico dio muestras de que nada en su vida iba a ser común. En el parto, no solo apareció Kalvin, sino que, dos niñas más vinieron al mundo en el mismo momento. Si un bebé lleva alegría a un hogar, tres es ya lo máximo. Aunque, por desgracia, esa felicidad no duró mucho en la familia Phillips porque una de sus hermanas (Lacreasha), falleció. Pero, no todo iba a terminar ahí. El padre de Kalvin, Mark, no tomó el camino correcto uniendo su vida a un vaivén de entrada y salida en la cárcel. Mientras tanto, la madre, Lingsay, irlandesa de origen, tenía que ingeniárselas para alimentar a sus hijos con dos trabajos: “Muchas veces, pasaba hambre por las noches para darnos de comer” confiesa Kalvin en The Times. La ayuda de la abuela, Granny Val, también fue de vital importancia para el chico. El niño superó las adversidades con la ayuda de la familia, sus amigos y el balón.

“Probablemente, la única razón por la que ahora estoy jugando es mi familia, por eso juego para ellos”

Años después, el chico de Leeds comenzó a competir en el equipo de su barrio, el Wortley Juniors, el club que vio nacer a la estrella. Un buen día, Sweeney, un scout que, por aquel entonces, pertenecía al Leeds United, se encontró con la sorpresa de un jugador que sobresalía por encima del resto. El veterano ojeador pasó su nombre a los miembros del club y pronto aceptaron. Una vez dado el paso, la entidad se puso en contacto con la escuela del joven. Nueva decepción. O no. La escuela advirtió a la familia de que cometían un grave error y que la mayoría de chicos no llegaban al profesionalismo. Bendita decisión.

Desde que entró a formar parte de la cantera del Leeds, tarde, con 14 años, el equipo de su vida, siempre se le consideró uno de los chicos con mayor proyección en una generación con nombres como Alex Mowatt (Barnsley) o Charlie Taylor (Burnley). A pesar de lo que pueda parecer en 2021, Kalvin fue el último de los tres en vestir la camiseta del primer equipo: un año y medio después que Mowatt y dos más tarde que el lateral zurdo. Como siempre. Más vale tarde que nunca. Debutó, con 19 años, el 6 de abril de 2015 a domicilio frente a los Wolves y su primer gol solo tuvo que aguardar cinco días en su primera aparición en Elland Road en su segunda derrota contra el Cardiff City con el ‘40’ a la espalda. En el total de su primera temporada con aparición en el equipo de los mayores, Kalvin sumó la friolera de 0 puntos.

Cuando el chico de Leeds debutó con el equipo de su ciudad, de la mano de Redfearn, los whites veían la opción de regresar a la Premier League como una auténtica utopía a pesar de haber abandonado más de una década antes. En sus dos primeras campañas asomando por el primer equipo, el impacto de aquel box to box con tendencia clara a lo ofensivo no fue deslumbrante acumulando tan solo 12 participaciones en Championship. En las dos siguientes, su papel sufrió una metamorfosis para convertirse en un habitual aunque la hinchada dudaba de su valía.

Quizás, por aquello de exigirle más al canterano. Quizás, por la deriva mediocre del equipo. O, seguramente, porque nadie supo encauzar su talento hacia la posición que mejor se adapta al ‘23’. Cuando nadie lo esperaba, apareció.

Un rosarino con fama de no estar cuerdo asumió el reto de devolver al equipo de Yorkshire a la élite del fútbol inglés. Una aventura que solo un tipo así podría aceptar. En ese momento, cuando Víctor Orta consiguió convencer a Bielsa, la historia del Leeds United cambió para siempre. Antes de que todo esto ocurriese, cuando Marcelo recién aterrizó en Leeds, mejoró la vida futbolística del canterano Phillips cuando le dijo que viendo sus condiciones con y sin balón, jugaría de mediocampista defensivo. Ante esta propuesta, Kalvin se sorprendió porque, tan solo una temporada atrás, había anotado siete goles en Championship. Bielsa, como captador de talento que ha sido durante toda su vida, vio las capacidades físicas del ‘23’ y sus distintos rangos de pase, lo único que tenía que adquirir, eran conceptos defensivos. En el momento que Kalvin dudaba con su continuidad en el equipo, Marcelo lo tomó bajo su protección y lo hizo el mejor jugador posible, en una nueva posición.

Tras la decepción de aquella eliminación en los play off de ascenso ante el Derby en Pride Park, el Leeds United consiguió el ansiado ascenso por la vía rápida como campeones del campeonato. 16 años después, toda una vida. Kalvin, durante esos más de 100 partidos a las órdenes de Bielsa, se convirtió en el mejor centrocampista de la Championship o, incluso, el mejor jugador. Pieza clave en la promoción del equipo y, cómo no, quien más lo celebró por su amor a ese club. Kalvin Phillips cumplió su sueño.

Probablemente, gracias a disputar la Premier League en la temporada 2020–21, la continuidad de Kalvin estaba asegurada después de mantenerse en un verano que sonó para reforzar a muchos equipos. Quizás, fuera eso. Aunque, quizás también, Phillips se hubiera quedado en casa. El chico es una persona muy cercana a su familia que, de hecho, , se compró una casa en Wortley cerca de su familia y amigos porque lo necesita. Esta situación le obligó a mantener los pies en la tierra gracias al contacto diario con familiares y amigos.

Kalvin Phillips le dedica su primer gol en Premier a su abuela, Granny Val

Su primera temporada en la élite ha sido un auténtico éxito tanto a nivel colectivo como individual. El equipo ha logrado finalizar en la parte alta de la tabla y Kalvin consiguió, incluso, anotar su primer gol en Premier en la última jornada. Aunque, con colaboración de los rivales. Por desgracia y para seguir con la tristeza que acompaña siempre su vida, el 18 de febrero,el propio Kalvin anunció que Granny Val había fallecido. La pérdida de su abuela fue un auténtico mazazo de para el centrocampista que, de nuevo, superó la adversidad con el balón como aliado.

Otra de las grandes noticias que ha deparado este curso para Kalvin ha sido la opción de debutar y consolidarse en la selección de Inglaterra… Para continuar con el late motiv de su vida, Phillips también llegó tarde a la selección. Quizás, no a la absoluta pero, antes, nunca había vestido la camiseta de los Three Lions en ninguna de sus categorías inferiores. Cuando aún militaba en Championship con los Whites, Gareth Southgate acudió a Elland Road en una fría tarde de enero para observa in situ a su posible pupilo. En esa dolorosa derrota ante el Sheffield Wednesday al oeste de Yorshire, no solo los ojos del seleccionador inglés se fijaba repetidamente en el ‘23’ del pelo estrambótico, también presenciaron ese encuentro en la West Stand los tres miembros de este humilde medio. Aquel, sin duda, no fue el mejor día para Kalvin pero, al menos, su nombre empezó a sonar de verdad.

Unos meses más tarde y antes de disputar sus primeros minutos en la Premier League, en los primeros días de septiembre de 2020, mientras el mundo se camuflaba tras una mascarilla, Kalvin Phillips debutó con la selección absoluta. 17 años después, (Paul Robinson fue el último en 2003) el Leeds United volvió a estar representado en el combinado nacional. Nadie mejor que él, un canterano, un aficionado, un habitante de la ciudad. El estandarte de Leeds.

Por suerte para él, tarde llegó también la Eurocopa de 2020 que, aunque mantenga su nomenclatura, se ha retrasado un año lo que ha permitido a Kalvin confirmar su valía como futbolista y asentarse en la élite. Un certamen que vivirá con la oportunidad de contar con minutos aunque con la pena de no poder compartir vestuario nacional con su compañero Patrick Bamford.

Kalvin for England, un futbolista surgido de la miseria aunque sin hambre. Con una familia complicada pero un desenlace exitoso. Gareth Southgate tendrá la opción de dar minutos al joven de Leeds. Un niño que soñó con jugar en la Premier con el equipo de su corazón y acabó defendiendo a su país. Un invento de Bielsa, un futbolista distinto.

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