Tengo que confesarte algo, soy una bruja

Día Internacional de la Mujer

La existencia de la mujer ha sido restringida a través de la historia al rol de madre y esposa; toda conducta de la mujer, en su posición subordinada, que traspasara los límites impuestos por la sociedad patriarcal causó una indignación que se relacionó con el Mal.

Las brujas, en el siglo XIII y XV merecieron el castigo de ser quemadas por atreverse a incursionar en las prácticas de la medicina y los rituales de lo divino, por atreverse a hacer cosas “de hombres” en un mundo dominado por ellos.

Tengo que confesarte algo, soy una bruja.

Soy una bruja porque más que estarme confesando me estoy revelando.

Hoy soy una bruja porque me resisto a todo el deber ser de una mujer y me niego a que me construyas para tu propio beneficio.

Soy una bruja porque ya no voy a pagar mi deuda a la vida con dolor, ni con sufrimiento, ni con obediencia.

Soy una bruja porque hoy sueño con un futuro donde participo y donde soy todo menos prudente.

Soy una bruja porque ya no quiero ser sólamente una madre; soy una bruja porque hoy voy a trascender como individuo y como mujer.

Soy una bruja porque me resisto a ser sólamente sexualidad; hoy soy una bruja porque tengo conciencia, porque pienso y me pienso y aunque tú no me puedas entender, hoy tengo genialidad y tengo una memoria universal.

Soy una bruja porque no me rijo por impulsos sexuales o hormonales, hoy soy una bruja porque existo a partir de las decisiones que tomo y ya no podrás hacerte dueño de mi libertad.

Soy una bruja porque tengo conocimiento de la represión y la subordinación a la que me has sometido históricamente.

Soy una bruja porque me resisto a que condenes mis genitales en favor de un orden social y me niego a que le pongas un precio a mi cuerpo y me reduzcas a la materia; hoy soy una bruja porque tengo dignidad y porque existo para mí.

Soy una bruja porque ya no voy a ver el Mundo a través de tus ojos; hoy soy una bruja porque despertaron mis sentidos y mi espíritu y caminaré por la vida como Creadora no sólo de la especie sino de la Cultura y del Conocimiento.

Entonces el día de hoy tienes que aceptar nuestras diferencias y no tomarlas como una excusa para colocarme por debajo tuyo, porque hoy me voy a resistir. Y si no quieres, entonces, cázame como a una bruja.

Encuéntrame, aquí estoy. Persigueme que soy una bruja. Pero si me encuentras, quémame en el fuego, y hazlo enfrente de todos, como una bruja, y verás que saldrán más y seremos cada vez más brujas.

Sentenciame a mí, bruja, porque yo no me quedaré callada, no voy aceptar la tarea de educar a la especie, no me encargaré de darte un hogar afectuoso y muchas veces te voy a cuestionar; pero ten cuidado que cada vez despertamos más.

Cázame a mí, bruja, porque mientras de que exista ya no me podrás objetivizar, entonces cázame, porque si lo haces es porque ya no hay formas de ejercer tu poder contra mí.

Júzgame a mí, bruja, porque hoy amo a quien yo quiera, porque no crecí teniéndote envidia, y definitivamente no me construí por las frustraciones sexuales que me pudiste haber impuesto.

Persígueme a mí, bruja, porque ya no dependo de ti, porque tengo conciencia, porque soy libre y porque me rehuso a vivir detrás tuyo.

Condéname a mí, bruja, porque no vivo en una fantasía, porque tengo una realidad, porque soy diversa, porque no me puedes meter en una unidad y si no quieres respetar eso, tendrás que vivir con eso.

Cázame a mí porque soy una bruja, porque soy una puta o porque no soy una “mujer de bien”.

Cázame a mí, porque no sé que soy, pero en todo caso hoy me voy a elegir y quiero ser una bruja, porque eso significa que no voy a ser algo sino que voy a vivir siendo, y siendo rebelde.

Cázame a mí, bruja, porque mi existencia nunca ha sido mía sino tuya; pero si me encuentras, mátame y hazlo con fuego enfrente de todos, como una bruja, porque así voy a renacer mía y ya no podrás matarme.