Final para ilusionarse

Balance 2017/18, por @BosterosRengos.

Triple Xeneize
TripleXeneize
9 min readMay 21, 2018

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En las buenas y en las malas, el hincha dijo presente (Foto La Liga Contenidos)

La temporada 17/18 del Básquet de Boca Juniors cerró con derrota en playoff con un apretado 2–3 frente al segundo de la Serie Regular, justo en el mejor momento del equipo que durante toda la competencia luchó entre los del fondo. El año incluyó cambio de DT, de extranjeros y concluyó con una tremenda ilusión para lo que puede ser la 18/19.

Pocos van a olvidar al joven juez Leandro Lescano en el Mundo Boca Básquet. Gran escalador en las categorías de los jueces hasta ser favorito para torneos FIBA pese a dirigir TNA hace unos años, Lescano por You Tube y a una sola cámara decidió la suerte de un partido tremendo en el que Boca (15º en Serie Regular) estuvo a punto de vencer al poderoso San Martín de Corrientes (2º en SR, dirigido por Sebastián González, el DT del año y actor fundamental, con sus quejas constantes, para la revisión del polémico fallo). Ya en el quinto juego, de nuevo en Corrientes, Boca se quedó sin nafta y al Rojo se le abrió el aro para culminar con una serie que para los candidatos al título fue más dolorosa que un martillazo en un dedo.

El plantel que inició la temporada (Foto Prensa Boca Juniors)

Increíble transformación del plantel de Boca, que comenzó el año basquetbolero con el Lobo Gustavo Fernández como DT. Campeón como base titular en el primer título por Liga Nacional del club, El Lobo, en su primera experiencia en Liga, prefirió al cuestionado Lucas Pérez para la base sobre el veterano y querido Nicolás Gianella; mantuvo a las figuras de los playoff por el descenso (el talentoso griego Fotios Lampropoulos y el Sub 23 Lucas Gargallo), y recuperó al rosarino Adrián Boccia, un alero garantizado para nuestra competencia, además de contratar un extranjero de poder para el juego interno como Mathew Bryan-Amaning. Con Eduardo Vasirani en su segundo año de contrato, las fichas se completaron con el tucumano Eduardo Gamboa y el retorno de Mariano Fierro, más allá de un buen grupo de juveniles (de gran Liga de Desarrollo), liderados por Agustín Caffaro y Tomás Cavallero.

Sin un tirador seguro en la plantilla y con Gargallo (del Club, en año de probable despegue) lesionado y detrás de Gamboa en las rotaciones, el equipo quedó en manos del Griego y Boccia en la ofensiva, con Pérez como conductor de mejor tiro que pase. Sucede que tras un Super 20 aceptable, comenzaron los problemas ya que el inglés Matthews no llegó siquiera a debutar y fue cortado, según se comentó, por indisciplina. Antes del inicio de la Liga, se sumaron dos extranjeros, otro ayuda con traslado y tiro (Keyron Sheard) y un interno que no llegó al segundo partido, el desconocido Nichaus Doaks: de los 8 posibles extranjeros durante una temporada, ya se habían usado cuatro chances…

A la victoria del inicio le siguieron una serie de derrotas que pusieron a Boca en un incómodo lugar en la tabla del que recién pudo despegar al final de la Serie Regular. Con Vasirani como centro titular y una rotación larga (había minutos para casi todos), Boca le ganó a San Martín en casa, pero no podía levantar cabeza afuera, acumulando una derrota tras otra. De local y contra Hispano Argentino llegó el tercer triunfo, ya con el pivot Juan Manuel Torres en las filas del xeneize y luego la primera de visitante, frente a Argentino de Junín y gracias a tremendo cierre del rosarino Boccia sobre la chicharra (hasta allí, 4 victorias y 7 derrotas).

Fotios Lampropoulos, figura indiscutible (Foto La Liga Contenidos)

Con un juego por demás irregular, Fotios era el más sólido haciendo jugar en ataque y Vasirani aprovechaba sus minutos con puntos y rebotes. Gargallo seguía casi ausente y desde el banco, Mariano Fierro se empezaba a ganar al hincha con rebotes y actitud. Si bien el equipo se había armado para mitad de tabla, el veloz alejamiento de Bryan y sus consecuencias lo hicieron navegar al fondo, por eso fue clave el triunfo como visitante ante el debutante Salta Basket, otro del grupo de cola: fue con goleo parejo y un Pérez fino para el tiro de 3. Ya se había marchado Torres, y entre Vasirani y Fierro se repartían los minutos del 5, pero el juego aparecía en cuentagotas. Lamentablemente para el Lobo, a esa victoria le siguieron cuatro derrotas, dos de local y dos en Mar del Plata (la última por 22 frente a Quilmes que marchaba último), que marcaron el fin del ciclo del cordobés. El clima enrarecido en el Polideportivo de La Feliz, donde Quilmes llegó a sacar 30 de ventaja (que bajó a 20 con los pibes), fue una despedida inmerecida para quien no pudo corregir el rumbo de un grupo donde algunos jugaban para zafar sin pensar demasiado en el equipo.

Antes de partir, el Lobo Fernández había pegado un último volantazo con la incorporación de un base y un centro: llegaron el uruguayo Martín Osimani y el yanqui Sean Evans… ¿Cuánto tuvo que ver el arribo del Oso con el partido vs Quilmes…? Ya con Sebastián Fernández como DT interino (antes asistente del Lobo), Boca jugó un partidazo de tremenda actitud y casi derrota al candidato de fierro para el tricampeonato, San Lorenzo y en Boedo. El Oso comenzaba a mostrarse como líder y le daba actitud a la defensa (escasa en primera línea) y Evans también sumaba atrás, aunque adelante se mostraba un tanto tosco, errando tiros increíbles debajo del aro.

Claramente, este fue el punto que dividió la temporada bostera, que hasta la salida de Fernández navegó por el fondo de la tabla, tuvo poco juego asociado y exageró en el uno contra uno. En el plano individual, solo Fotios y Fierro salieron ilesos de crítica: la picante conducción de Pérez (no por peligrosa sino porque lo mucho que hace rebotar la bola), el ultra irregular Gamboa tanto en defensa como en ataque (caso calcado al de Sheard) y un discontinuo Boccia, le dieron pocas respuestas al DT y al hincha, que aplaudió los esfuerzos de un flojo Gargallo (bajo en minutos y porcentajes) y de Vasirani, capaz de dominar un partido como de pifiar la más simple y con un alto promedio de fouls en ataque cuando iba a cortinar.

Narvarte y Osimani, técnicos afuera y adentro (Foto La Liga Contenidos)

La llegada de Guillermo Narvarte fue tal vez la clave de la temporada y su cierre para la ilusión, aunque solo el plantel sabe cuánto tuvo que ver el DT y cuanto la experimentada voz de Osimani. Entrenador de Vieja Escuela, suprimió los minutos de los pibes y confió su suerte y la de Boca a los de experiencia, en una jugada que tuvo éxito y permitió a Boca salir del fondo, cuando el playoff por el descenso se acercaba.

Antes de enfrentar a Gimansia de Comodoro en el Socios Fundadores chubutense, se sumó al plantel los 2,07 de Kevin Pickney. Flaco y desgarbado, el centro norteamericano fue (sobre todo en sus primeros juegos) una invitación por los pivots rivales. En ataque, tuvo buenos números para un extranjero económico, pero en ningún momento terminó de convencer. Como muestra de su juego, le dieron la bola decisiva vs GECR pero recibió como alero a 45º y por fuera de línea de 3, para buscar una penetración que no tuvo éxito.

Comodoro fue el inicio de la peor serie de la temporada, seis derrotas en fila. Recién contra un San Lorenzo diezmado, Boca pudo salir de perdedor luego de un gran primer tiempo (48–26!) y un último cuarto de terror donde el piberío azulgrana estuvo a punto de empatar. En el mismo finde, Obras fue la siguiente víctima de la levantada, con goleada insospechada… 95–59 con goleo repartido.

Pese al fin de semana triunfal, Narvarte movió la estantería y decidió cortar a Vasirani para traer a Paul Harrison, un 4/5 revelación, de buen juego interno y capaz de defender duro. Tras perder en Bahía (casi sin Gargallo, que jugó en Liga de Desarrollo minutos antes), la revancha con un Obras “distinto” al que perdió por 36 en La Boca quedó a favor del Tachero, como una muestra más de la irregularidad de la formación.

Sin mejorar en el escalafón, Boca siguió de gira rumbo a un partido clave, de visitante con Comunicaciones de Mercedes, Corrientes. Con seis jugadores con 10 o más puntos y guiado por el uruguayo Osimani, Boca logró una victoria fundamental por posibles empates en la tabla y estuvo a punto de hilvanar un par de juegos en el Litoral, sin embargo en un partido imposible, cayó en el último minuto vs Estudiantes de Concordia. El peor último cuarto (17–35) destrozó lo hecho en los 30 primeros minutos, donde otra vez con buen reparto de puntos y defensa los de Narvarte habían conseguido hasta 20 puntos de ventaja. De todas formas, el equipo se mostraba mejor, sobre todo en defensa.

El fixture le sonrió a Boca en el último mes de temporada regular, con muchos partidos de local y casi sin viajes, Boca dio el vuelco definitivo hacia lo que se vería en playoff. La mancha fue la derrota con Salta, en un espantoso partido donde la presión, la responsabilidad de los protagonistas en duelo por zafar del PO por descenso, pudo más que sus cualidades. Entre la espada y la pared, el Boca de Narvarte sorprendió una vez más: tras perder con el último, logró imponerse al escolta y candidato Instituto en una Bombonerita desierta, debido a la coincidencia entre los horarios del partido de Liga con uno por Copa Libertadores. Boccia ya no era el del comienzo y subía promedios y puntos pero por otro lado el Griego ya no era tan importante y bajaba su presencia en cancha. El sprint final de Boca Básquet (5–2 después de perder con Salta), solo fue opacado por Quimsa en Buenos Aires y por La Unión en Formosa, con casi todo definido por la última fecha. La victoria en alargue vs Ferro en Caballito, sin Lampropoulus (acusó rebelde lesión en tendón de Aquiles y estuvo ausente en varios juegos) fue tal vez la más destacada, con gran último cuarto de Boccia y buen suplementario del Tucu Gamboa, más allá de una brutal actuación de Fierro en los rebotes. Lo increíble de esta recta final positiva, fue que no solo el Griego jugó poco, sino que Osimani debió alentar desde el banco por un desgarro que sufrió en el Etchart. El alivio por zafar del descenso llegó recién frente a Olímpico en La Boca, con minutos en la base para Agustín Facello (apenas 18 años), buen goleo de Fotios (su mejor partido de la era Narvarte) y otra demostración de la valentía de Mariano Fierro.

Mariano Fierro, el alma de Boca (Foto La Liga Contenidos)

Al quedar 15º en la tabla, Boca debió enfrentar al San Martín correntino. A la ausencia del Oso para el primer juego se le sumó la de Pérez por el fallecimiento de su padre tras larga enfermedad. Los locales hicieron valer su buen juego y su plantel largo y lograron el 1–0, que iba a ser empatado en gran partido de Lucas Pérez (19 pts, 4/7 de 3, tras volver desde Río Negro directo a Corrientes en gran gesto hacia compañeros y club) y sobre todo de Harrison, que mostró su oficio en el poste bajo y buena mano de 4 metros. Los juegos ultracerrados en La Boca, uno para cada uno, mostraron un plantel que bien motivado, pudo haber finalizado más alto en la tabla: Boccia brilló como en sus mejores momentos, Gargallo se postuló para defensor del año y aportó en ataque y Harrison pareció estar luchando por un contrato más jugoso; hasta Cavallero hizo su aporte con defensas al límite. Sin embargo, la irregularidad de Pérez, el escaso aporte de la figura de la temporada regular, Fotios, sumado al papelón de los jueces, evitaron el festejo en casa y el pase a Cuartos de Final.

Sobre el final, Pérez terminó siendo importante (Foto La Liga Contenidos)

Tal vez hubiera sido demasiado premio. Boca se concentró y encontró el equipo recién sobre el cierre al tiempo que otros fueron sumando a lo largo del año de competencia. Narvarte se ganó la continuidad y en sus manos estará el armado, seguramente, de un equipo con algunos cambios, más allá de que tanto Boccia como Gargallo tienen un año más de contrato. Todo el resto está en duda y será el entrenador, calentón y rígido en sus discursos, pero comprometido hasta el final (como cuando en el minuto final de un quinto juego casi definido en Corrientes dijo “no rifemos nada, por respeto a nosotros, siempre 100%”) quien tendrá la batuta para intentar que Boca Básquet vuelva a luchar por los primeros lugares de la Liga Nacional.

Por Federico Varni, Twitter @BosterosRengos

Boca cerró el año mejor de lo esperado e ilusiona para el futuro (Foto La Liga Contenidos).

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