Agradecimientos tras cuatro años

Eduardo Arriagada
#tsunami digital
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32 min readMar 23, 2020

Desde que me recordaron que tenía que hablar en esta ceremonia me quedó claro que hoy me corresponde darles las gracias. Aprovecho estos minutos para extender mi agradecimiento a todos ustedes, que constituyen lo mejor de la institución a la que me integré como profesor recién egresado de Periodismo en 1988.

Muchos saben lo que han significado estos cuatro años para mí. A través de ustedes agradezco a todos los estudiantes, profesores, profesionales y administrativos, todos estuvieron a mi lado cuando los necesité.

De lo hecho como decano agradezco especialmente la oportunidad de incorporar a muchos profesionales que ahora admiro, recuerdo varios exitosos procesos de contratación tanto de profesores como de profesionales, ademas el poder recuperar a varias integrantes claves de nuestra comunidad que nos habían dejado.

En este saludo general no puedo dejar de expresar un reconocimiento y gratitud a tantos que se jugaron por todos eintetos intensos años grando el comité directivo. Todos estos agradecimientos que resumo en una sol amención, a una amiga que ha sido compañera de trabajo con la que he realizado toda mi vida desde que trabajo con ustedes, la Ita.

Al repasar estos años de decanato recuerdo con cariño especial el encuentro que convocamos a nuestro patio a más de 600 egresados, cuando –en 2016- celebramos 55 años de enseñanza de las Comunicaciones. Creo que en estos años hubo una apuesta por incorporar a nuestros egresados para ser una facultad más relevante.

Creo que la sociedad lo notó. No es trivial que en estos años de crisis de nuestras carreras hayamos podido mejorar los puntajes de ingreso. Fue sintomático lo que sucedió en torno al Ranking QS, cuando en el 2017 fuimos la primera Facultad de comunicaciones latinoamericana en integrarlas 50 mejores del área. En 2018 alcanzamos el puesto 46, lo que significó que por primera vez estuviéramos por sobre todas las universidades que enseñan comunicaciones en lenguas latinas.

Ese mismo año muchos de ustedes me ayudaron a completar el plan de desarrollo de la facultad. Quizá el mayor valor de ese ejercicio fue haber tenido en Chile a tres invitados de lujo procedentes de las universidades de Aarhus, Los Ángeles y Sao Paulo para conformar el panel de expertos que entendieron nuestra situación.

En su informe advirtieron que la apuesta investigativa de la universidad estaba afectando negativamente la calidad de la formación profesional que caracterizaba a nuestras tres carreras. Hablaron de una tensión que ya habían visto en otros países: la dificultad de ser una unidad cuyo futuro pasa por el perfil profesional de los egresados pero que al mismo tiempo es parte de una universidad investigativa que tiene como foco el “aumentar el impacto y el volumen de la investigación”.

El contexto de manejar esa tensión explica por qué nos enfocamos tanto en la idea del rector promovida por Juan Larraín de desarrollar la carrera académica de una planta especial distinta a la ordinaria. Lo hice con la urgencia que tenía esto para muchos colegas de dedicación completa, varios de ellos destacados por el compromiso con la formación de nuestros alumnos, que en la condición de profesores adjuntos estaban cada vez estaban más desmotivados.

Es por eso que considero que la creación de la planta especial, en la que nuestra Facultad fue la pionera, es uno de los hitos más importantes de mi trabajo en la UC. El resultado está a la vista, esta última elección, los ocho profesores especiales pudieron votar y en el recién realizado proceso de calificación todos tuvieron ellos resultados merecedores de Adas que mejoraron sus condiciones de trabajo.

Durante el pasado proceso de elección fui claro al adelantar que un nuevo periodo conmigo pasaba por trabajar todavía más duro, las diversas crisis que vivimos como país revelan que nos falta mucho para formar los comunicadores de calidad que la sociedad necesita, soy un convencido que la creciente relevancia de las comunicaciones exige multiplicar los esfuerzos interdisciplinares.

En estos cuatro años vivimos años intensos que fueron golpes serios a nuestra autoimagen nacional, universitaria, que deben obligarnos a subir la vara del trabajo de la facultad. Juntos aprendimos el terrible daño que le hizo a nuestra sociedad el clericalismo, luego descubrimos la cruel realidad del negado racismo chileno, los años cuando empezamos a recibir en serio migrantes en busca de oportunidades. Qué decir del 2018 cuando tomamos conciencia del daño que le hacía a la sociedad el patriarcado y el machismo. Sin duda lo más difícil resultó el estallido social que mostró problemas serios en el trato y la dignidad de muchos compatriotas.

“No son 30 pesos, son 30 años”, se dijo, pero muchos reconocen que entonces salió a la luz era algo muy chileno, “no son 30, son 500 años” me dijo un sacerdote benedictino que trabajó décadas cerca de la cordillera, a la altura de Curicó.

Pensando retrospectivamente pienso que fueron tan rudos esos años anteriores que dudo que en otra latitud se haya asociado a la pandemia con algo de alivio, porque aquí sin duda dejaba stand by la temida vuelta de la violencia que se esperaba para marzo.

Sobre lo que viene cito una frase del Papa Francisco que oí en una homilia de las misas en Santa Marta que en estas semanas pudimos atender por la pandemia.

Ante la pregunta de cuál era la desviación más peligrosa de los cristianos. El Papa aseguró que es “la falta de memoria de pertenencia a un pueblo”. Dijo: Cuando eso falta vienen los dogmatismos, los moralismos, los eticismos, los movimientos elitistas. Falta el pueblo”.

La situación del país exige aumentar la calidad y la cantidad del trabajo de los integrantes de la Facultad. Por ejemplo el Plan de Desarrollo para manejar las inversiones en torno a las mejores práctica internas que nuestras tres carreras requiere aumentar en un 60% los ingresos descentralizados actuales. El plan de desarrollo que pactamos con la Casa Central implica un compromiso muy ambicioso que resume este desafío que debo reconocer que no me tenía tranquilo.

Hace un par de semanas las mujeres de mi facultad decidieron por mí, mayoritariamente votaron por Paulina. Soy de los que valoro la alternancia y con lo que estamos viviendo en Chile cuesta distraer tiempo del desafío del país para concentrarse en estos desafíos institucionales que tenemos que enfrentar como facultad.

Por mi parte demás está decir que como profesor comprometo mi apoyo en el trabajo de Paulina como con el de la Universidad.

Yo vuelvo a lo mío, a mi trabajo de profesor.

Una semana antes de ser elegido decano en el lejano 2016 había sido informado de la obtención de un premio de mis pares. En Burgos España, recibí el premio IRedes en la categoría individual, mientras que en la categoría institucional, ese año el premio lo obtuvo la Fundación para el Nuevo Periodismo García Márquez. Era un momento especial para mi trabajo de profesor que me también le había llevado a escribir una columna semanal sobre lo que viene en los móviles y redes para el diario El Mundo de Madrid y me tenia hablando cada semana en las mañanas en CNN Chile.

Me toca volver a retomar ese camino. Termino con dos ideas de mi ultima actividad como decano, el miércoles pasado moderé una conversación sobre la crisis social con dos académicos que iluminaron lo que viene.

El economista israelí Manuel Trajtenberg mostró con la mediación que le toco liderar en el 2011 como se le pueden dar respuestas al pueblo. Según su experiencia todo pasa por no llegar a ellos con las soluciones, explicó que la clave es aprender a traducir los dolores sociales en medidas políticas concretas. Nos invitó a entender nuestro trabajo como comunicadores como responsables de definir qué es lo que causa el dolor, lo que solo resulta tras largas conversaciones.

Por su parte Daniel Innerarity nos explicó que las protestas sociales que se han vivido en todas las latitudes reflejan el desfondamiento del capital de confianza que nos permiten funcionar correctamente como sociedad. Es evidente que si asumimos estas crisis como una de confianza parte de la solución es comunicacional. Tenemos mucho que hacer.

Nuevamente, Muchas Gracias.

2) Palabras a los votantes (20 de abril)

Algunos de los asistentes me han pedido que les mande un resumen de la presentación del lunes 20 de abril en la actividad colectiva con la que se cerró el trabajo del comité de búsqueda.

Las presentaciones reflejaron que hay sintonía de ideas en la facultad. Somos un equipo cohesionado en el que existe un amplio consenso sobre lo que debemos hacer. Entendemos la relevancia de articular nuestras tres carreras como también que nuestro futuro pasa por la capacidad de investigación y por el desarrollo del programa de doctorado.

Por mi parte el programa que propongo, se resume en nuestro actual plan de desarrollo, para el que ya tenemos financiamiento del presupuesto central.El foco del programa son los cuatro ejes: 1) la investigación y la creación, 2) la docencia, 3) la comunidad para la creatividad, y 4) la vinculación con el medio.

Mis priorizaciones en dichos ejes se reflejan en los recursos centralizados pedidos y conseguidos: el 39% para apostar por investigación y creación, otro 41% para dar un salto en la docencia, un 14% para fortalecer la comunidad y un 6% para fomentar la vinculación con el medio. Tengo claro que el financiamiento para los ejes en torno a la comunidad y la vinculación con el medio, los debemos generar como facultad.

Autonomía

Comienzo asegurándoles que, a pesar de los tiempos inciertos, la Facultad está funcionando bien. Somos una comunidad que está haciendo la pega y esto se confirma con los resultados de nuestro trabajo como equipo. El camino iniciado hace 4 años pretendió conscientemente entregar a cada integrante de la facultad la autonomía necesaria para hacer su trabajo con responsabilidad, y creo que esto se ha valorado.

La semana pasada acudí a la dirección superior con el trabajo de 38 profesores a los que se les hizo la calificación, una defensa de su trabajo que hago cada dos años. Al terminar mi exposición el Prorector, ante el nuevo Vicerrector Académico, destacó la seriedad con la que nos hemos tomado esa tarea que además calificó como excelente.

El mejor ejemplo del buen trabajo de cada uno de ustedes es cómo hemos funcionado durante las crisis en torno a la toma de la universidad en el 2018, a la explosión social del 2019 y a esta pandemia que estamos viviendo. Detrás de esto hay muchas horas de trabajo pero también ha existido la capacidad de tomar decisiones autónomas y a tiempo.

La redacción de la carta que mandé el domingo pasado, al cumplir un mes de trabajo a distancia, me sirvió para ver con perspectiva el resultado del esfuerzo y seriedad con los que ustedes se han tomado este momento.

Ser útil

En cuanto a mí, más allá de mis fortalezas y debilidades, soy uno más de ustedes, que me especialicé en el análisis de lo que viene para las comunicaciones. Llevo más de 20 años analizando lo que pasa en torno a nuestras carreras con investigadores y profesionales, con líderes de medios y de empresas. Pienso que esto es lo que me hace más útil para este cargo.

En el 93, cuanto todavía ningún medio chileno tenía un espacio en la web, yo escribía sobre las pantallas táctiles como el nuevo papel, donde terminaríamos compartiendo nuestras historias. En el 2008 convoqué al ex alumno Tomás Pollak para escribir sobre blogs y la inminencia de las redes. Antes de asumir el decanato ya había trabajado o sido invitado a hacer conferencias a Expansión en México, al Observador y Búsqueda en Uruguay, a La Nación o Clarín en Argentina. Mi mayor orgullo fue asesorar a Pedro J. Ramírez cuando lideraba El Mundo de Madrid y escribir sobre el futuro de los medios cada semana en el vespertino que lanzaron como aplicación para teléfonos y tabletas.

Me parece que lo propio de un decano es dar las señales de hacia dónde debemos ir, de empujar para mantener el ritmo y encontrar las razones que les convenzan de la necesidad de llegar a más.

Recursos

Me acomoda el rol de un decano que tiene que ser capaz de conseguir los recursos que la facultad necesita, de asegurar el apoyo de la universidad, de las otras facultades, de las industrias que se beneficiarán de nuestro trabajo, de los colegas de otras latitudes.

En los cuatro años pasados mi trabajo principal fue hacer valorar en la UC y en la sociedad, el rol de las comunicaciones, ubicándolas en un buen lugar, ahora el plan de desarrollo exige que me concentre en buscar los recursos que financien nuestro desafío.

Lo que no saben, es que trabajo como un chino, desde temprano, incluso los fines de semana. Los animo a preguntar si es real a los que trabajan más cerca de mí.

Otra cosa que no tienen porqué saber, es que lo hago por ustedes. Asumí el cargo con mucho respeto por emprender algo completamente nuevo, por lo que suspendí mis proyectos personales y puse todo mi prestigio en favor del proyecto de la facultad.

Un ejemplo que resume ese compromiso, es que en los primeros 3 años de mi decanato, conseguí reducir el 50% el costo de mis viajes, en el 2019 bajé ese gasto al 25%. La razón es que los viajes que hago para amarrar acuerdos, los compatibilizo con lugares en los que puedo dar conferencias que me permiten cobrar mis pasajes y los costos de estadía.

El año pasado hice seis viajes por la facultad, me invitaron a hablar de lo que viene para las comunicaciones a Bogotá, Santiago de Compostela, Montevideo, Buenos Aires, solo pagué con fondos nuestros el pasaje a Sucre, Bolivia, a una reunión de Felafacs a la que nos reintegramos. Cada uno de esos viajes antes los hacía porque me invitaban a hablar, ahora los aprovecho para representarlos a ustedes.

Las personas

Lo mejor que tenemos es la comunidad, un grupo al que vale la pena pertenecer. En estos años he dado pasos que eran necesarios si queríamos tener un buen clima sostenible en un espacio universitario católico que diera cabida a la diversidad.

No me quedé en buenas palabras, una de mis grandes satisfacciones personales es que me la jugué por las personas. Volvieron a hacer sus clases la Francisca Alessandri y Luz Márquez de La Plata. También la Eliana Rozas. Dos profesores obtuvieron sabáticos para reencantarse con la facultad. Esto no solo es bueno para esos profesionales, estoy convencido que en este contexto de incertidumbre a la facultad no le basta el enfoque asumido. Para abordar el desafío que viene, necesitamos toda esta diversidad de talentos.

Hoy ser inclusivo es estratégico, en especial para un proyecto del entorno de la creatividad, todos aportamos desde los diversos estamentos que componen la facultad y en la dirección tenemos que hacernos cargo de las ideas y propuestas de todos.

Escenario complejo

En el 2021 llegaremos a los 60 años de vida de la Escuela de Periodismo, se trata de un contexto muy distinto, se podría decir incluso que será otro mundo. Nada del entorno actual garantiza que mantendremos el liderazgo, existe el riesgo de pasar a movernos por la inercia en vez de mantener la ilusión para adaptarnos a estos entornos cambiantes.

Quiero pedirles, a cambio del compromiso de ajustar el proyecto a las observaciones y criticas que han entregado al comité de búsqueda, que me renueven la confianza para seguir adelante en este esfuerzo por convertirnos en el actor relevante que la sociedad espera.

Hoy la facultad tiene que dar un salto en un escenario cada vez mas complejo.

No es trivial que seamos la facultad más nueva de las 18 que hay en la Universidad Católica. Estamos obligados a trabajar más que otras disciplinas, no basta siquiera con entregar a tiempo, los de comunicaciones tenemos que entregar antes.

Veo a muchos de ustedes trabajando por aportar en un lugar que es parte fundamental de los problemas que atraviesa el país. He tenido la satisfacción de oír sus planes, de verlos trabajando para que sus proyectos sean un aporte a Chile.

Este es nuestro momento. Las crisis que atravesamos son también una enorme oportunidad para la información, la influencia y la entretención, las tres comunicaciones en torno a las se creó nuestra facultad hace 22 años.

Al frente hay un mundo conectado, desconfiado y lleno de instituciones dispuestas a engañar. Al mismo tiempo somos parte de una serie de industrias que todavía no ven una nueva forma de financiarse. Creo que en los años que vienen no podemos siquiera parpadear.

Nuestras carreras tienen que ser percibidas como parte de las que condicionan la transformación digital que vive la sociedad, un punto clave del nuevo plan de desarrollo de la UC. Nosotros entendemos que los computadores no son máquinas de cálculo sino de comunicaciones.

Interdisciplina

Les pido su apoyo para que juntos sigamos el camino emprendido y no bajar la guardia en este contexto de crisis. Para conseguirlo necesitamos profundizar lo que tenemos con Ingeniería. En estos años ya somos dueños de casa del Magíster de Inteligencia Artificial que aborda lo fundamental del cambio que viene. La inteligencia artificial no es más que un concepto bonito para referirse a los algoritmos, que al final son opiniones embebidas en matemáticas que tenemos que enseñar.

Si queremos ser parte del debate sobre los efectos de nuestras comunicaciones debemos profundizar la alianza que tenemos con facultades como Derecho, Historia y Ciencia Política para abordar juntos la institucionalidad, la Democracia como el sistema de derechos y libertades que está condicionado por nuestra libertad fundamental, la libertad de expresión.

Si queremos asumir la relevancia de la creación en cada una de nuestras carreras, debemos ir más allá con la alianza que ya construimos con las facultades de Arte y Letras. No basta con un laboratorio de escritura, el desafío pasa por lanzar la carrera de escritor, ser protagonistas de enseñar, expresarse en nuestro idioma a todos los alumnos de la universidad.

Esas tres grandes alianzas que involucran a otras 7 facultades de la UC nos permiten abordar en serio la misión de promover las comunicaciones que Chile necesita, solo así nuestra universidad tendrá un rol relevante en el manejo de la información que estos dispositivos móviles rastrean, en contextualizar esos datos y discutir los efectos de su obtención en nuestras libertades.

Quiero pedirles que todos juntos hagamos que esta facultad se convierta en el mejor lugar donde aprender a escuchar los dolores de nuestros compatriotas y donde contar las historias apasionantes que los motiven a superarlos.

Antes de despedirme, quisiera compartir con ustedes un documento que redacté hace algunas semanas, y que grafica el camino recorrido en estos cuatro años, en el que me gustaría seguir avanzando junto a ustedes.

3) Desafíos hasta el 2024

(Documento con el que acepté la candidatura a la reelección en marzo)

Hace cuatro años escribí una carta para presentarme como candidato a decano. Me decidí a asumir esta responsabilidad para consolidar el liderazgo de nuestra facultad en un área como las comunicaciones, clave para la universidad y el país. Ahora quisiera acotar mi “campaña de reelección” a este documento en el que destaco lo más relevante de estos años y las propuestas y prioridades para nuestra facultad.

En aquel entones, la base de mi candidatura, nacía de un profundo respeto a la historia del desarrollo de la facultad. Recibía una institución ampliamente consolidada y con prestigio reconocido. El desafío era ajustar la cultura interna a los nuevos tiempos.

El Rector me entregó un documento, cuando asumí en 2016, que había redactado el Comité de Búsqueda y que recibí como una hoja de ruta. Entendí que seguir las orientaciones de ustedes nos ayudaría a construir un espacio más libre, que permitiera mayor unión y se hiciera mas convocante, mejorando la vida y las relaciones humanas dentro de la facultad.

En ese texto, la mayoría, aunque valoraban el liderazgo fundacional que había tenido nuestra facultad, pedía dar paso a uno más horizontal e inclusivo, que formara equipos con clara delegación de responsabilidades. Algunos sugerían mayor cultura de libertad de expresión y de transparencia en torno a la información interna. Hablaron de incorporar a la dirección de la facultad a personas jóvenes, también de integrar profesionales, específicamente pedían que la dirección económica fuera parte del comité ejecutivo. Otros propusieron cambiar los estatutos para crear la figura de la dirección de docencia, como las jefaturas de carrera en cada departamento. El texto incluía implementar un consejo asesor externo. Ahora, pasados cuatro años, les aseguro que se han dado muchos pasos y no he perdido la motivación. El foco sigue estando en sus propuestas.

“Una nueva constitución para Chile” fue la charla que hizo el profesor de derecho Patricio Zapata el 7 de noviembre en el contexto de charlas abiertas en los días del estallido, una semana después se convocaría al cambio de la constitución.

El actual equipo directivo trabajó por construir un buen clima interno en los tres departamentos y entre quienes componen la facultad: funcionarios, profesionales, académicos, alumnos y ex alumnos. Hemos conseguido el empoderamiento de un equipo de trabajo formado por integrantes muy independientes, dentro del comité directivo, que han desarrollado con sus equipos relaciones colaborativas basadas en la confianza, en la reciprocidad y el respeto mutuo.

El signo más relevante de este trabajo, fruto del compromiso de ustedes, fueron las actividades que generó la idea de la “mesa del buen trato”. Ese equipo tuvo como primer logro otro desafío planteado entonces por el comité de búsqueda, dar solución a “el aislamiento físico del edificio que incrementa el desconocimiento de las funciones y actividades realizadas en el subterráneo”.

Cuando empezaba a escribir estas líneas un colega me subió la exigencia y me puso el primer desafío para lo que viene: darle una mayor fuerza al Consejo de Facultad para terminar de consolidar este proceso.

1) Chile necesita comunicaciones

El desafío que resumía mi carta de campaña de hace cuatro años era la urgencia de consolidar la relevancia de las comunicaciones. Más allá de los medios de comunicación, con los que teníamos una fuerte relación, la universidad y el resto de los sectores sociales, todavía necesitaban entender mejor la importancia de nuestra disciplina.

Ayudaron estos años agitados a que la sociedad y la universidad asumiera nuestro peso. La fuerza de la campaña #MeToo y el mismo estallido social que todavía atravesamos, ayudaron a que se valorara que nuestro papel como comunicadores es decisivo para desarrollar la cohesión y enfrentar la falta de confianza.

Aunque ya teníamos un claro liderazgo en los rankings, esto no se reflejaba en nuestra presencia social. Destaco el rol que han tenido tanto las encargadas de comunicaciones como muchos de ustedes para asumir con seriedad y profesionalismo la invitación que les hicimos para multiplicar nuestra presencia en los medios y las redes sociales. Esto también acercó a nuestros ex alumnos que se han unido a nosotros en actividades de extensión cada vez mas habituales.

Parte de esta consolidación también se debió a que como facultad nos relacionamos con la casa central apostando por ciertos proyectos que creíamos fundamentales y que, integrando las comisiones especiales de decanos, ayudamos a sacar adelante: la creación de una carrera académica en la planta especial para equilibrar las condiciones de los profesores de práctica con los investigadores, la apuesta por cambiar (y ampliar) la formación general incluyendo las comunicaciones, cambiar el reglamento de los alumnos variando el concepto de eliminación por el de permanencia, el voto estudiantil en los espacios de decisión de la UC, son ejemplos de las prioridades asumidas en el trabajo de un decano dentro de la dirección superior.

Quiero destacar lo realizado en torno a la planta especial. El anterior comité de búsqueda me desafió a que para asegurar los mejores formadores profesionales era necesario terminar con la incertidumbre que experimentaban los integrantes de la planta adjunta sobre sus posibilidades de ascenso, explícitamente el documento decía que “no tenían ADAS, ni derechos políticos”.

Fue una apuesta de la rectoría que apoyamos integrando su comisión de trabajo hasta conseguir su aprobación de manera de que nos sirviera. El año pasado los 8 profesores que postularon a integrarse, fueron aceptados por la dirección superior en la nueva planta especial de prácticas pensada para nuestras necesidades. Estuvimos entre las primeras facultades en implementarlo, permitiendo que ellos, en la actual calificación ya podrán recibir ADAS y en este mismo proceso electoral podrán votar.

La calidad de la relación con la dirección superior confirma la valoración de las comunicaciones como disciplina. Se refleja en que en todas las gestiones a favor de nombramientos, contrataciones, cambios de categoría o planta y de recomendación de premios u homenajes que he realizado, he tenido éxito.

De una planta con doce profesores asociados en cuatro años llegamos a 22 (entre ambas plantas).

Les aseguro que esto no es habitual, veníamos de haber recibido el rechazo de 4 cambios de categoría, incluso se había rechazado una propuesta de la facultad para nombrar a un profesor titular. Este equipo directivo puso un especial empeño en construir una relación estratégica con la vicerrectoría académica de la que de verdad me siento orgulloso, ya que afectaba a muchas personas.

En agosto los decanos votamos por nuestros representantes para el Foro Universitario 2020. Recibí votos de más de la mitad de ellos.

Actualmente tenemos una relación sólida con la Casa Central y una relación de confianza con el resto de los decanos, lo que es clave para enfrentar el delicado proceso que el rector está liderando para cambiar el número de facultades. Otra comisión en la que he integrado y participado activamente durante todo el año pasado.

Pero es evidente que la mejor señal de la consolidación de nuestra relevancia fue obtener en el reciente plan de desarrollo 2019–2023 un monto casi idéntico de los recursos que obtuvo la facultad en el 2016. Lo anterior tiene el valor añadido de que ahora sucedió en un contexto económico más complejo y que esta vez no ofrecimos -cómo entonces- un aumento de la cantidad de estudiantes de pregrado.

La mejor prueba de nuestra fortaleza son los puntajes del proceso de matrícula de la semana pasada. Nuestro puntaje mínimo subió 2 puntos y volvimos a tener un puntaje promedio sobre los 700 puntos. No fueron tantas las carreras de la UC que mejoraron, en especial en el entorno de las humanidades. Y a pesar de toda la crisis de los medios y las agencias publicitarias que ha golpeado la admisión de facultades de comunicación de otras universidades.

En la competencia local entre facultades, hemos mantenido un liderazgo que se refleja también en el estudio de percepción de carreras que hace cada año el diario La Tercera. En su último informe, la diferencia que tenemos respecto a la facultad que nos sigue en prestigio según la mayor parte de los estudios, la Universidad de Chile, es la más amplia de toda la universidad a pesar de que el costo de la matrícula nuestra respecto a la Chile es de las más amplias de la UC, lo que hemos empezado a paliar congelando sus aumentos durante todos estos años.

En toda la UC no existe otra disciplina que tenga mas distancia en el estudio de La Tercera respecto a la segunda, nuestra distancia respecto a la Universidad de Chile es equivalente a la que tiene la Facultad de Medicina con la cuarta facultad en prestigio en su área, es decir la distancia que tiene con la Universidad de los Andes.

En la todavía más compleja misión de ser competitivo internacionalmente, al asumir mi período como decano dije que no había razón para no estar entre las primeras 100 facultades del ranking QS. A los pocos días supimos que ya estábamos entre los 100 primeros, un año después logramos pasar a ser la primera latina que estuvo entre las primeras 50, posición que mantuvimos dos años. Ahora estamos en el puesto 72, siendo que en el 2015 estábamos en el 125. El puntaje promedio de la facultad actualmente es de 74 puntos. En estos cuatro años hemos tenido un puntaje global fluctuando entre 69 y 80 puntos.

Pero lo relevante es que de ser fuertes solo en los aspectos de percepción de este ranking, la imagen de nuestros egresados y de nuestros académicos, en los últimos años nos hemos hecho muy competitivos en los indicadores más duros: el número de citaciones por investigación publicada y el índice H de las citaciones. En la reputación de nuestros profesores en otras universidades pasamos de un 62,5 a un 67,9, por lo que todavía tenemos espacio para crecer. En la reputación de los egresados teníamos 84 y ahora 89. Sin embargo, es una posición muy difícil de mejorar, en ese aspecto ya somos la facultad 14 del mundo.

Lo prometedor es que en las citaciones por paper en el 2015 teníamos 61,8 y hoy llegamos a los 82,5, y en el índice H que teníamos 54,3 ya tenemos 73,2. En este aspecto solo nos supera una universidad del mundo latino. En los temas relacionados con nuestra investigación subimos un 29%, un 35% en estos cuatro años. La sostenibilidad de esta posición pasa por una apuesta mucho más radical en favor de las publicaciones científicas de nuestros profesores.

2) Debemos enseñar mejor

El desafío del liderazgo es que nos deja solos en la definición del camino y de la velocidad con la cual se compite. En esto es clave mantener la costumbre de las acreditaciones internacionales, tradición en la que fuimos pioneros. Tras realizar dos procesos en audiovisual y publicidad, este año nos tocará volver a una acreditación ante la AEJMC. El año pasado el plan de desarrollo nos entregó recursos para traer a un grupo de expertos que analizaron a conciencia nuestro propio autodiagnóstico, su trabajo confirma que el plan de desarrollo nos deja bien encaminados.

La apuesta por lo académico se refleja en que, tal como lo pidieron ustedes a través del anterior comité de búsqueda, en los nuevos estatutos se creó una dirección de docencia que hoy es el segundo cargo más relevante de la facultad. Dirección que cuenta con la autoridad y el equipo para asumir un rol fortalecido en la gestión de nuestro desarrollo académico como en el desafío de ajustar el plan común como las distintas mallas de nuestras carreras.

Parte del equipo que apoyará a la dirección de docencia será la incorporación de profesores a los nuevos cargos de cuatro jefes de carrera, uno por departamento y otro para el plan común. Las direcciones de departamento delegarán una parte de su trabajo en los nuevos encargados, quienes trabajarán tanto con ellos como con la dirección de docencia.

En estos últimos dos años juntos, redactamos un plan de desarrollo mediante toda la participación que el formato de la Casa Central permitía en un formato que resultó mas centralizado que los anteriores procesos de planes estratégicos que la UC fomentaba.

Todos tomamos parte de las reuniones realizadas en el Campus Oriente, en el Stadio Italiano, en la misma Casa Central, incluso con algunos en el Club de Providencia, y nos dejan ejes muy claros para cumplir la meta de ser la facultad que promueva las comunicaciones que el país necesita.

Nuestro plan apuesta por mantener el timón en favor de la consolidación de la disciplina, en especial la investigación científica que se haga en su entorno. Al final todo pasa por por el estudio de la disciplina de las comunicaciones, en especial por su investigación. Parte de esa apuesta exige conseguir recursos para consolidar el salto que requiere realizar nuestra revista Cuadernos.info aunque eso implique incluirla en alianzas con otras universidades.

Otra asignatura pendiente es la apuesta por implementar en estos cuatro próximos años una serie de magister de continuidad asociados a nuestros departamentos. Este camino exige realizar alianzas con otras universidades, en el caso de periodismo y con otras facultades en el caso de publicidad y audiovisual.

Hace cuatro años en mi propuesta para el cargo propuse la necesidad de realizar una mayor apuesta por la creatividad para nuestra disciplina y la importancia de trabajar en conjunto con la Facultad de Arte en este camino. Ahora es un área consolidada de trabajo interdisciplinario en torno a la narración creativa a la que invitamos a las facultades de Artes y de Letras. Desde hace más de un año funciona con éxito un certificado académico y mas recientemente un programa de “minor” en el College de redacción creativa. El plan de desarrollo nos entregó recursos para dar un paso más a favor de abrir la carrera de escritor.

Este trabajo con la VRA y la promoción del desafío de escribir y hablar correctamente en español oral y escrito, hizo que nos invitaran a sumarnos a Letras para un piloto de un programa que mejorará la expresión de los alumnos de toda la universidad.

El otro gran camino ha estado enfocado en la consolidación de la metodología del aprender en el hacer, con la creación de más de una decena de laboratorios a los que muchos de ustedes aceptaron sumarse en el último proceso de planificación.

La universidad, a través del respaldo a nuestro último plan de desarrollo, también asume el trabajo de nuestros profesores de práctica profesional relevando el rol de los laboratorios como espacio de creación de “cursos” que permiten que el trabajo de los profesores de la práctica, como las horas de voluntariado de los alumnos, pasen a ser consideradas como parte de su formación.

3) Estudiantes y crisis

Estos últimos dos años han sido momentos muy complicados para todos. No es necesario detallar lo exigidos que hemos estado quienes nos ha tocado involucrarnos en la dirección de la facultad. He sido testigo de muchos colegas de ustedes que han dado más de lo razonable en favor de todos nosotros.

Desde octubre, el trabajo se complejizó todavía más. La apuesta de hacer un decanato muy abierto a la sociedad además me llevó a involucrarme durante la crisis con ex alumnos que trataban de realizar mejor las comunicaciones políticas. Varios profesores entraron en ese entorno en el que dictamos talleres y cursos. A eso se sumó, la urgencia de apoyar públicamente a colegas periodistas para los cuales el “estallido” fue especialmente duro, algunos experimentaron funas lideradas por otros comunicadores.

Actualmente, me siento comprometido por tener un contacto permanente con colegas de los medios y con profesionales del gobierno, de la oposición tradicional y de movimientos sociales. Este año seguiré con el apoyo a comunicadores en el manejo de este crucial proceso constitucional y de cambio social en el entorno internacional del 2020.

En la docencia, para la que nos debemos, tenemos un desafío inminente, ya que existe una importante presión sobre nuestro equipo directivo y sobre las diversas direcciones que tiene la facultad.

En los meses de la crisis de octubre se realizaron actividades en conjunto con el centro de estudiantes. Es clave que mantengamos esa fuerte relación sin arriesgar la continuidad de nuestro trabajo en la sala o en el aprovechamiento de los sistemas de educación a distancia que se realizan sobre nuestras herramientas de comunicación.

Tenemos claridad en que una buena relación con los estudiantes no pasa por dejar de cumplir nuestro rol educativo, el que desde la facultad muchas veces se traduce en orientar sus ideas.

En estos años una parte relevante de los estudiantes organizados han pedido que se les aseguren derechos relacionados con los paros, lo que nos parece equivocado. Es fundamental seguir priorizando la realización de la docencia en la sala de clase, en especial en el caso nuestro, donde las comunicaciones son parte de todos los procesos sociales. Permiten que los alumnos se mantengan conectados con el país y sus demandas, sin dejar los estudios y las actividades prácticas que exigen nuestras tres carreras.

Un ejemplo de la comprensión de nuestro mensaje fue el caso del proyecto Red Estudiantil de Información (REI) que nuestros alumnos lideraron reporteando el conflicto social en las calles. Fue un proyecto que nació cuando nuestro edificio estaba cerrado y que surgió de alumnos que consideraron que lo mejor que podían hacer durante la explosión social era trabajar en comunicaciones, incluso conectados con sus profesores.

Durante el 2018 comenzó también la demanda para ajustar nuestras formas de trabajo respecto a la mujer, que estuvo acompañada por denuncias sobre prácticas abusivas, en especial en el trato entre nuestros estudiantes. Eso explica que el año pasado el centro de estudiantes se enfocara en que consiguiéramos el concurso de un profesional de la sicología, lo que ya se convirtió en una realidad.

Otro tema delicado relacionado con los problemas de abuso, es la acción que hemos realizado condenando las funas, las que además de afectar los derechos básicos de los acusados, pone en riesgo el mismo sistema de libertad de expresión, fundamental para nuestras disciplinas.

4) Multiplicar el presupuesto

Quizá no es tan evidente, pero en estos años he estado concentrado en obtener los recursos que nos permitieran desarrollar el proyecto correctamente. Es importante el trabajo que se hace para mantener y mejorar los sueldos de todos los que trabajamos en la Facultad.

La reorganización de la facultad, fortaleciendo la dirección de docencia, me permitió en este primer período concentrarme en las relaciones con la casa central de la que dependía nuestro presupuesto. La relevancia del nuevo cargo me permitirá concentrarme en la búsqueda de otros fondos externos.

Una de las razones que explican que la casa central nos haya entregado el financiamiento del plan de desarrollo, está en que nos exigieron disminuir la dependencia de los ingresos centralizados. En estos momentos, el 76% de los ingresos que entran a la facultad vienen de fondos centralizados, eso es muy alto por tratarse de una facultad que solo tiene carreras profesionales. En el plan asumimos el compromiso de conseguir bajarlos hasta un 64% al terminar el 2024. Lo anterior implica aumentar en un 70% los ingresos que hoy generamos como facultad.

Juntos definimos que teníamos que apostar por los diplomas que permitían aumentar los ingresos de la facultad y de los profesores que los lideraban e impartían. Los resultados están ahí: los profesionales que vienen a tomar cursos de postgrado ya duplican a los que recibimos cada año del pregrado. No se explica la situación equilibrada de nuestro presupuesto actual sin el esfuerzo realizado. En recursos, en estos cuatro años duplicamos los ingresos por postgrados (110%). Lo anterior se resume en que solo entre el 2018 y el 2019 mejoramos casi un 40% esos ingresos descentralizados.

Ya mostramos que somos capaces de hacerlo, pero ahora es necesario diversificar las formas de ingreso. La dirección docente, desde el año pasado, cambió la orientación de esa apuesta por los diplomas y multiplicar los ingresos por cursos de formación general y los que hacemos especialmente a los alumnos del College, dos nuevos ingresos que la dirección superior asume como un esfuerzo económico nuestro.

Si hay algo para lo que estoy preparado es la capacidad de multiplicar los recursos y desarrollar nuevas relaciones fuera de la UC. Gran parte de mis 30 años aquí, han estado relacionados con esa función. Un porcentaje importante de la generación de nuevos ingresos conseguidos, desde la Casa Central en el plan de desarrollo, está asociado al compromiso asumido de lograr al menos 90 millones de pesos cada año en donaciones. En los últimos 18 meses, superamos esta cifra. Para lo que viene en adelante, habrá que redoblar esfuerzos, porque el contexto no es fácil.

La obtención de recursos es un proceso lento, revisando las cuentas que he entregado cada mes al consejo de facultad, veo que en estos años he tenido reuniones formales con las siguientes empresas: Google, Twitter, Facebook, Adobe, CMPC, Enel, Santander, Itau, Scotiabank, Femsa (México), Samsung, Huawei, Didi, Uber, Codelco, TVN, Mega, Canal 13, Mercurio, Publimetro, Copesa, Falabella, Cencosud, Acciona, Embotelladora Andina, SMU, Walmart, Sodimac y Coca Cola. Ya se han realizado algunos proyectos, pero se trata con muchos de ellos de un trabajo en desarrollo que me gustaría terminar.

Lo mismo ocurre revisando las visitas realizadas a instituciones con las que estamos construyendo acuerdos como Periodismo en Columbia, en Northwestern, en la USC, en la CiensPo de Paris. Conversaciones con facultades de El Salvador, de Asunción, de la Universidad del Altiplano de Perú, Xingua, universidades de la triada (Tec de Monterrey y la Los Andes de Bogotá) como instituciones como la International Fact Checking Network (IFCN), el Servel, el Consejo de Transparencia, Imagen de Chile, la ANP o la Achap.

Gracias al plan de desarrollo, el trabajo de encontrar estos recursos alternativos para investigación en comunicaciones ya tiene un responsable. Desde marzo la Universidad financiará el primer año de un profesional dedicado a buscar recursos no tradicionales en favor de nuestra investigación y el doctorado. El éxito de ese proceso de contratación fue tal que nos permitirá además que otros dos profesionales del área de la comunicación de ciencias y de las telecomunicaciones se sumen en la búsqueda de recursos, lo que me hace estar muy confiado en lo que viene.

También debemos fortalecer la apuesta internacional. Mi ventaja es que he podido hacerlo cada vez con una menor cantidad de recursos. En el 2019 casi todos mis viajes fueron invitaciones pagadas gracias a que los viajes se asociaban a conferencias que me pedían: fue el caso de los viajes a Colombia, España y Argentina. Solo pagué con fondos del decanato la ida a Sucre Bolivia, para la reunión en la que nos integramos a Felafacs. En lo que va del año 2020 ya estuve en Asunción y Buenos Aires por invitaciones relacionadas con conferencias en temas de redes sociales y el futuro de los medios y el viaje que iba a realizar a un congreso en Ciudad de México en abril, también era con invitación.

El Mundo (Madrid, 2014), La Nación (Buenos Aires, 2018), El Diario de Cádiz (2018)

5) Ideas que apoyan el trabajo de todos

Lo ambicioso del plan de desarrollo se convertirá en una nueva carta de navegación al agregarse a los sueños individuales y colectivos que ustedes compartan en los próximos días con el comité de búsqueda.

Lo que viene son otras cinco ideas para apoyar la comunicación de lo que hacemos.

  1. Celebrar los 60 años en el 2021.
La semana de actividades realizada en el 2016. Una foto de la comida y el detalle de una de las mesas con el primer director de la Escuela de Periodismo Patricio Prieto, junto a los ex alumnos de la escuela John Müller (entonces subdirector de El Mundo), Cecilia García Huidobro (entonces decana de comunicaciones de la UDP y nuestro profesor Juan Pablo Toro, entonces editor internacional de El Mercurio y ex director de El Mercurio de Valparaíso.

El año pasado conseguimos que Facebook aceptara entregarnos sin costo el uso de una plataforma por la que habitualmente pide 5 mil dólares por año, Workplace. Se trata de una red social cerrada que permitirá construir un espacio en el cual hablar libremente de empleo y oportunidades en torno a nuestras disciplinas. El acuerdo realizado con la red social, que pretende con nosotros dar a conocer ese proyecto pensado en corporaciones, incluye su apoyo para repetir una comida de ex alumnos que convoque a las distintas generaciones para formalizar una asociación. Esto puede ser una ventaja competitiva para nuestro desarrollo.

2) Desarrollar nuestra propia productora alrededor de un laboratorio de producción audiovisual y radial.

Como facultad, podemos constituir lo que puede llegar a convertirse en lo que fue el canal 13 en la UC para el futuro. Tenemos todo para hacerlo, en especial las relaciones con los medios y nuestra experiencia en redes sociales. La elección de la dirección superior de reemplazar nuestro proyecto Crea UC por Media UC, implica que la rectoría optó por el trabajo en YouTube, un repositorio de videos, en vez del trabajo que estábamos realizando con el objetivo de crear programas para medios con audiencias y comunidades activas. Lo anterior, sumado al comienzo del trabajo del MAM, nos da la oportunidad de aprovechar para desarrollar nuestra propia productora alrededor de un laboratorio de producción audiovisual y radial.

3) Fondos para complementar los ingresos de profesores que siguen ejerciendo la docencia tras jubilarse.

La dirección central en la UC fomenta que a los 65 años, un tercio de los profesores jubile y los otros dos tercios comiencen un proceso de retirada que permite nuevas contrataciones en la planta. En ese momento, nosotros como facultad podemos contratar a los que dejan la planta como profesores hora para seguir dando clases, pero independiente del número de clases, la oferta que les hacemos tiene el problema de que por razones contractuales comunes para todos los profesores adjuntos hay dos meses que no se les paga. No sería complejo formar un fondo, especialmente conseguido mediante el apoyo de terceros para complementar esos ingresos. No estamos hablando de muchos recursos, es conseguir los meses extra al año a los profesores experimentados con la idea de permitir extender el tiempo en que harán clases mientras los alumnos valoren su docencia.

4) Nuestros propios centros de extensión.

El gran desafío que viene es que ya no solo se valore la relevancia de las comunicaciones sino que desde la enseñanza media los alumnos entienda que nuestra disciplina es una de las claves en la transformación digital que está viviendo la sociedad.

En estas semanas estamos negociando el ofrecimiento de una empresa inmobiliaria de colocar en ciertos proyectos que realizará en La Dehesa, La Reina y Viña del Mar unos cubos con 200 metros cuadrados de espacio repartidos en dos pisos que funcionarían como un mini centro de extensión de la facultad dedicado a la comprensión de los móviles y las redes sociales como fenómeno social relevante. Este proyecto no tendría costos de nuestro presupuesto como facultad y podría ser rentable en el mediano plazo. Lo estamos evaluando con los profesionales que han llegado para facilitar la búsqueda de recursos desde la industria.

5) Un consorcio para la verificación

Desde el 2013 estamos trabajando en torno a la verificación, antes que existiera alguna actividad de ese tipo en un medio chileno. Hoy nuestros ex alumnos lideran ese trabajo en varios medios y el problema de la mentira se ha convertido en un tema cada vez mas relevante en la sociedad. En estos cuatro años hemos realizado seis actividades financiadas por Facebook.

La semana pasada conseguimos liderar un trabajo que convocó a cuatro expertos de diversos países para empezar a trabajar en la contingencia de salud y de las redes sociales para las elecciones en Chile. Este tema puede ser la base de un consorcio de entidades nacionales que lideremos con el apoyo de la entidad argentina Chequeando que realizó algo similar el año pasado.

Les pido su voto, nuevamente

Espero que compartan mi motivación para extender este trabajo por un último período. Me emociona ver como en este edificio nos encontramos académicos que hemos visto mucho antes que otros los cambios que venían y otros que tienen extraordinaria capacidad para enseñar la estética y la ética tradicional de las herramientas fundamentales de nuestras carreras de comunicaciones. No hay muchas facultades que junten tantos buenos investigadores como destacados profesionales. Nos queda mucho por hacer, creo que vamos muy bien.

En el 94, cuando ningún medio chileno tenía un sitio en la red y recién aparecía Netscape, en nuestros Cuadernos ya hablamos de las pantallas táctiles. En el 2009 fuimos destacados por el diseñador de diarios y ahora profesor en la Universidad de Columbia, Mario García. En esa serie de artículos tuve el honor de ser entrevistado para explicar por qué llamábamos la atención fuera.

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Eduardo Arriagada
#tsunami digital

Profesor de la Facultad de Comunicaciones de la UC. Integrante del laboratorio Social Listening SoL-UC. Autor de #TsunamiDigital, premio iRedes 2016.