Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre. William Thomson Kelvin
Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre. William Thomson Kelvin

Lo que no se define (…) se degrada. ¿Quieres evitar que tu negocio muera lentamente?

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La consultora Accenture realizó una investigación en Latinoamérica llamada “La fórmula del crecimiento rentable” que indica que las empresas de alto crecimiento rentable son aquellas que tienen una estrategia bien fundamentada, un fuerte equipo y un negocio enfocado hacia el crecimiento.

Un negocio enfocado hacia el crecimiento, este es el punto clave. Una empresa no puede darse el lujo de mantenerse, debe tener un enfoque de evolución y desarrollo mediante:

  • la mejora continua en procesos, productos y servicios,
  • aumento de rentabilidad,
  • ampliación de mercado,
  • diversificación de productos o servicios,
  • cumplimiento de objetivos,
  • aumento en la retención y satisfacción de los clientes,
  • innovación en procesos, productos y servicios
  • posicionamiento de marca.

No importa el tamaño de la empresa, se necesita desarrollar una estrategia enfocada al crecimiento. Esta estrategia debe ir de la mano con la filosofía empresarial, que es el cimiento de todo negocio, además que debe ser lo suficientemente sólido para dar dirección a las decisiones que se toman, pero lo suficientemente flexible para poder adaptarse a las circunstancias.

¿Por dónde empezar?

El primer paso es conocer la empresa a profundidad:

  1. Saber quién eres: necesitas identificar los elementos que forman parte de tu empresa, la filosofía empresarial, la organización de la empresa, el modelo de negocio, tus debilidades, tus fortalezas, etc.
  2. Saber en dónde estás: entender tu nicho de mercado, tu competencia, productos sustitutos, así como las oportunidades y amenazas de tu sector.

Porque para poder saber a dónde quieres moverte, primero debes saber en dónde estás parado. Al saber tu punto de partida, puedes conocer todos los factores internos y externos que interactúan con tu empresa y así diseñar la estrategia que más se adapte a ti, tu nicho y tu contexto.

¿Cómo lo hago?

Diagnóstico

Para poder implementar unaestrategia, cualquier empresa necesita ser consciente de la situación actual a través de un diagnóstico.

El médico hace preguntas, hace un análisis, pide exámenes, observa al paciente, revisa los antecedentes, y en conjunto con su experiencia, propone un método para solucionar la causa de la visita.

Un diagnóstico es el proceso analítico que permite conocer la situación real que nos permite detectar problemas y áreas de oportunidad. Este es el primer paso para poder implementar estrategias y soluciones duraderas.

Un diagnóstico incluye:

Entrevistas: tanto con las personas que toman las decisiones como con los dueños del proceso, es decir, la persona que lo lleva a cabo. Aquí revisamos el quién y el por qué se realizan las cosas de cierta manera.

Conocer el proceso: Hay que saber qué hacen, cuánto tiempo les lleva, quién lo hace y cómo lo hace. La mejor herramienta para esto es la diagramación de procesos porque hay que considerar la empresa como un sistema interrelacionado. Conociendo el proceso, podemos estandarizarlo, crear manuales de entrenamiento y establecer indicadores y metodologías robustas que soporten la empresa. Nos ayuda a reducir fallas, prevenir, minimizar y eliminar riesgos potenciales, aumentar la innovación, reducir reprocesos, reducir tiempos muertos y aumentar la eficiencia y eficacia.

Conocer el deber ser: Conocer las políticas y procedimientos, NOMS, NMX, ISO, y cualquier normativa que aplique a tu sector/producto/servicio.

El conocer estos tres puntos te lleva a recabar la evidencia, recopilar datos, entender la información de manera que las decisiones de mejora no se basen sólo en experiencias o conocimientos generales, sino en certezas a partir de un análisis específico de la empresa.

El diagnóstico, por lo tanto, te ayuda a conocer tu organización para crear la mejor ruta (estrategia) para llegar a dónde quieres estar a través de una visión global y sistémica.

Al definir los procesos, podemos entender los indicadores, los cuales medimos y nos ayudan a crear estrategias de mejora, y por lo tanto, nuestra empresa adquiere una estrategia enfocada hacia el crecimiento.

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