El Mejunje de Silverio, un parche a la soledad de muchos

Camila Lorenzo
TuCuba
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5 min readJan 11, 2021
Foto: Vista frontal del Mejunje.

Llegamos temprano ese día. Era la primera vez que visitábamos el Mejunje, y no queríamos quedarnos sin asientos. Era lunes y no tocaba ninguna banda, así que pudimos sentarnos en el piso de arriba, justo al lado de una ventana con vistas a la calle. Mientras conversábamos, divisé a un señor mayor parado en la puerta, el cual miraba hacia las mesas. Su aspecto me llamó la atención y presa de la curiosidad, le pregunté a un amigo mío de la zona, que se encontraba con nosotros, por esa persona.

El Mejunje es un espacio para la inclusión social, me compartió, dejan trabajar a personas que viven en las calles o de pocos recursos, no les cobran la entrada y los ayudan. No te preocupes que esa persona no te va a hacer nada.

Me gustó el término, me gustó la explicación, y me gustó aún más la ideología y política del lugar. Más que ser un espacio para el colectivo LGTBI+, se define como una zona para la inclusión social, cultural y musical, propósito con el que se fundó.

Entre sus paredes existe la magia, una esencia intangible de igualdad y refugio para las almas más incomprendidas de la sociedad, para aquellas personas discriminadas o que simplemente no se sienten cómodas en otros ambientes.

Silverio creó el Mejunje para ponerle un parche a su soledad, dijo una vez el poeta Frank Abel Dopico, pero fue más. El Mejunje nació para ponerle parches a la soledad de muchos.

Fundación de El Mejunje

Según la historia oficial, el Mejunje se fundó en 1984 de la mano de Ramón Silverio, destinado a impulsar el desarrollo de jóvenes y no tan jóvenes artistas, los cual no eran bien recibidos en otras instituciones o no encontraban en otros espacios propuestas culturales de su interés.

Este proyecto vagó por la ciudad durante un tiempo, siempre seguido por un público fiel y sensible, hasta asentarse definitivamente en la calle Marta Abreu no. 12 de Santa Clara, Villa Clara.

Silverio logró despertar el interés del Gobierno Local de la ciudad para mantener el sitio activo y convertirlo con el pasar de los años en un lugar único, mágico e imprescindible a visitar. Y es una realidad que toda persona que conoce Santa Clara no puede dejar de aparecer en el recinto para presenciar alguna de las actividades que ofrece.

Por su obrar, y la riqueza que caracteriza a la vida mejunjera, Ramón Silverio fue distinguido con las condecoraciones más importantes del país: Distinción por la Cultura Nacional, Premio Ser Fiel, Diploma Nicolás Guillén de la UNEAC, y Premio Nacional de Cultura Comunitaria.

Popeye comía espinacas para ser más fuerte, los santaclareños visitan El Mejunje para ser más felices

Foto: Pintura de Popeye en el baño del recinto.

A su entrada, nos encontramos con un espacio abierto e inclusivo, de grandes dimensiones, con un escenario en el centro donde cantan o actúan los diferentes artistas invitados, rodeado de árboles y gradas. La cantina se encuentra justo en el inicio y al lado, comúnmente, hay un señor vendiendo comida. Esta es la parte del Mejunje tradicional e histórica, donde acuden personas a escuchar un género diferente cada día, con tragos baratos y una entrada más barata aún.

Foto: Espacio dentro del Mejunje.

En la parte de arriba es otra historia. El sitio se le rentó a un particular hace un tiempo, así que se puede decir que su administración y presupuesto es diferente al de abajo. Una escalera nos lleva a esta galería-bar privada con opciones de tapas y bebidas, pequeña y acogedora, con sillas y mesas rodeadas de pinturas en las paredes y ventanas con vistas a la calle. También tiene un pequeño balcón que da a la parte del escenario, y permite ver a las bandas desde los asientos.

Se puede decir que El Mejunje tiene una estética propia de Santa Clara, sin saber si fue la ciudad la que lo decoró, o este a ella. La pared de la entrada está llena de graffitis, y en la del baño se encuentra un dibujo de Popeye.

Foto: Graffitis en la entrada.

También presenta una pequeña sala de teatro, la Margarita Casallas, donde a veces exhiben obras. Su propio grupo de teatro, la Compañía Mejunje, con un repertorio único, actúa tanto en esta sala como en otras de diferentes provincias.

Foto: Prácticas de una puesta en escena.

Una pluralidad musical abundante

Su programación se sostiene en la diversidad cultural y social, representando una gama de propuestas culturales acordes a los distintos gustos y sectores sociales que participan en la vida mejunjera, insistiendo en que haya de todo para todos.

Obras de teatro, sinfonías de la Orquesta de Cámara, música tradicional cubana, poesía musical y textual, trova, el filin cubano y la canción temperamental, rock duro y sincero, son algunas de las actividades y géneros que el público puede apreciar en el transcurso de los días de la semana. La pluralidad musical abunda en su programación, capaz de combinar elementos nada comunes de la cultura y música popular y underground para traernos una zona que no tiene fronteras, abierta y sin parches.

Foto: Concierto en el Mejunje.

Actualidad

En la actualidad, debido a las condiciones epidemiológicas, el Mejunje no funciona como en tiempos pasados. Las obras de teatro no se están realizando, solamente se mantiene activo el recinto para la presentación de bandas santaclareñas. Los Locos Tristes, The Bums, Horny Monkeys y +Birraz son algunas de las propuestas rockeras que abundan en sus días, aunque es una realidad que la escena musical que antes la caracterizaba ha decaído en los últimos años.

Sin embargo, sigue siendo un espacio para la pluralidad creativa y reafirma las bases culturales de una ciudad llena de energía, vida y ambiente musical diverso.

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Camila Lorenzo
TuCuba
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(La Habana, 1998) Estudiante de Letras. Melómana empedernida. Escribo lo que voy siendo.