La única clave para ser más productivo

La web está repleta de blogs y videos sobre productividad. Está lleno de predicadores de técnicas infalibles para hacer que tu trabajo sea más eficiente y/o efectivo. Son como pastores que, cual misa de domingo a la mañana, nos dicen qué estrategia usar para que nuestro tiempo valga realmente la pena y lograr progresos.

No voy a negar que algunas técnicas funcionan, porque las he usado y me han servido temporalmente, pero la mayoría de las veces el problema viene más de raíz y no es solo por cómo organizamos nuestro tiempo, nuestro espacio de trabajo o nuestras tareas. En gran parte de las ocasiones la dificultad viene por nuestra falta de motivación para encarar los problemas. La desmotivación hace que no disfrutes lo que estás haciendo y eso es lo que más daña tu productividad.

Es por esto que es clave pensar qué es lo que nos está consumiendo nuestra motivación y energía.

Si el problema es que estás haciendo algo rutinario, pensalo como que te estás convirtiendo en experto en eso, una inversión a futuro; si es algo que te cuesta mucho, pensalo como que estás aprendiendo; si el problema es tu equipo, mirá el mejorar esa relación con las personas como un desafío; si es algo que te suele agotar, pensá si no necesitás tomar un descanso para recargar energías.
Hay muchos ángulos desde los que se puede atacar el problema, lo difícil es encontrar la verdadera causa de tu falta de disfrute.

Y si por más que buscás no encontrás esa motivación en ningún lado, quizás es momento de cambiar de tarea. Podés hablar con tu manager para hacer otra cosa, con un compañero para que te cubra, alternar con otras tareas que te motiven, hacer pair programming con alguien más, incluso podrías pensar en tomarte vacaciones.

Es necesario encontrar esa motivación para que la productividad se sostenga. La mejor forma de ser productivo es si te gusta lo que hacés, si lo disfrutás, si estás motivado. Si no lo estás, no es bueno para nadie. No es bueno para vos, para tu equipo, para tu cliente, para tu entorno.

En un mundo repleto de consejos y técnicas para mejorar la productividad, recordemos que, si bien las estrategias son valiosas, la verdadera clave para alcanzar nuestro máximo potencial radica en la motivación. Es como tener un mapa detallado, pero sin el deseo de explorar el territorio. Las técnicas pueden guiarnos, pero es la motivación la que enciende el camino hacia la verdadera productividad y satisfacción en el trabajo. Así que, mientras buscas optimizar tu tiempo y tareas, no pierdas de vista lo que realmente te impulsa. ¡Una motivación sólida es la brújula que hará que cada paso cuente!