Aprovechando la liminalidad
No hay mucha razón en detallar porqué 2020 fue y 2021 será, retador. No estábamos listos para tanto cambio, para tanta incertidumbre. Nos dimos cuenta, algunos de muy mala manera, de lo frágiles que somos como especie, y no solo desde nuestra humanidad, sino en las organizaciones que creemos nos representan, que ven por nuestro bienestar.
Está muy claro, algo está roto. Está roto el modelo de interacción que tenemos entre nuestra especie y con el sistema de que nos rodea.
Desde hace algunos años, cuando me invitan a hablar de innovación o diseño, me ‘salto la barda’ y doy una charla sobre cómo serán las nuevas organizaciones. Hago un rápido recorrido sobre la teoría de la evolución de la conciencia humana en el tiempo reflejado en los valores que rigen las organizaciones (o esquemas de organización) más representativas de algunas eras, inspirado en el libro de Reinventar Organizaciones de Frederick Laloux. El autor postula un emergente modelo de organización con liderazgo distribuido, global, consciente, colaborativo… básicamente no patriarcal, de valores femeninos. Estoy seguro de que a ese modelo o a algo muy parecido tenemos que acercarnos. Pero la gran pregunta es: ¿podremos llegar a ese estadío o estamos destinados a la separación, competencia, explotación y eventualmente extinción?
Disfruto mucho dar esa charla en grupos de todo tipo, me ha tocado contarla en Organizaciones Académicas Religiosas de paradigmas muy tradicionales (en una de esas universidades les pregunté si estaban preparando a sus alumnos para tener una jefa transgénero; creo que nunca me volverán a invitar), empresas mercantiles de productos y servicios de todo tipo, y hasta en startups. Me encanta ver las reacciones ante algunas de las provocaciones.
¿Cómo se imaginan que reacciona un Director de Banco cuando le preguntas si ha explorado más su feminidad, sus emociones y sus objetivos en la vida? Se los dejo de tarea.
El contexto sanitario actual ha sido una explosión de muy diversas respuestas de liderazgo y modelos organizativos, y es fácil vincularlos a los diferentes estadíos de conciencia que plantea Laloux.
El modelo visual desarrollado por reinvorgmap.com sobre la teoría de Laloux, muestra de manera sencilla (masomenos) las características comunes de los modelos de organización y cómo se reflejan en su liderazgo.
Independientemente de la tan bonita infografía, el estadío Teal (jade o turquesa) o de organización Evolutiva me suena a ciencia ficción. Obviamente es allí hacia donde tenemos que apuntar, pero lo veo como una puente al verdadero modelo que podría regirnos.
Hoy estamos en un espacio de liminalidad, de no-confort, de cambio, pero aún no podemos hacernos a la idea del modelo de interacción ideal, porque significaría sacrificar y soltar todo lo del modelo actual que necesitamos para vivir. Nuevamente me lo pregunto: ¿podremos hacerlo?, ¿podremos renunciar a nuestras creencias limitantes, egocéntricas y de explotación de la otredad a cambio de buscar un modelo de valores y organización más significativo?
Mi respuesta es, en esos foros donde doy la charla: No tengo ni p#%$ idea.
Hemos visto en los últimos meses un montón de evidencias alentadoras, organizaciones por ejemplo destinando mucha energía y capital en la salud emocional de sus colaboradores, en la definición de posturas políticas de mayor responsabilidad y respeto a nuestra especie y todo el entorno. Aunque también vimos un mundo nuevamente cerrándose, haciendo las fronteras que nos dividen más evidentes y duras.
No tengo idea de cual es el modelo hacia el cual nos tocará transicionar, lo que sí tengo muy claro es que no podemos permitirnos no aprovechar la liminalidad que este contexto sanitario nos está presentando.
El aprovechamiento de esa liminalidad se parece mucho a un proceso de sanar un duelo, con un paso adicional, hacer sentido, transicionar.
¿Hacia dónde estamos las personas poniendo la energía suscitada en esta liminalidad? ¿estamos esperando regresar a lo de antes o se nos antoja algo diferente?
Las respuestas a estas preguntas y a las que se planteaban antes en el texto están dentro de nosotros, dentro de nuestro propio autoconocimiento y en la definición de nuestro propósito individual reflejado en las organizaciones a las que pertenecemos, y sobre todo a la congruencia entre ambas.
Los meses adelante van a seguir siendo retadores, nos seguiremos sintiendo en este limbo, el cómo aprovechamos el limbo será el verdadero valor positivo que emerge de la crisis.
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