Christoph Niemann en su oficina

One-man-wolfpack designers

¿Qué implica co-diseñar?

Ernesto Gómez
Uncommon Design Strategy
5 min readOct 25, 2017

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Tan pronto salió mi amigo Arturo de estudiar Comunicación Visual, entró a su primer y último trabajo formal. Lo detestaba. Según recuerdo, duró menos de dos meses ahí. A partir de ese momento, como muchos diseñadores decidió trabajar por su cuenta. Al parecer el one-man-wolfpack es lo suyo y lo de muchos.

Esto tiene relevancia ya que hace unos días hablaba con Merijn, un colega en Uncommon, en torno a las prácticas del diseño entre varias personas. Diseñar “algo” en colectivo, trabajando en conjunto. Nos preguntamos cosas como ¿qué significa co-diseñar algo?¿O qué implica el co-desarrollo de un proyecto?

Con Merijn, empecé a hablar de arquitectura, quizás y sesgado por los recientes acontecimientos del sismo en CDMX. La arquitectura difícilmente es producto de un solo individuo. Es un trabajo en equipo involucrando a otros arquitectos y clientes. Usamos el ejemplo de diseñar una casa por ser cercano y fácil de imaginar. Y debatimos sobre si era un acto de co-diseño, ya que podemos decir que el cliente “co-diseña” el encargo junto con el arquitecto.

Claro, eso siendo el caso donde el cliente tiene una posición de privilegio económico. ¿Porque realmente cuantas personas habitan una casa que haya sido pensada solo para ellos?

¿Es entonces casi un lujo participar en las decisiones de diseño que nos afectan? Otra implicación del co-diseño es el resultado. De no ser un éxito debe existir co-responsabilidad. ¿Cómo se divide la responsabilidad de un fracaso?

A partir de esa plática, me sensibilicé con la fragilidad de la co-creación. También me di cuenta que para buscar ejemplos reales de cómo funciona la co-creación efectiva, el mundo del diseño es el lugar con los menos casos de éxito.

Por ejemplo, dentro de la comunidad de desarrolladores de software es común la idea de construir en equipo. Contrasto la idea con la comunidad del diseño donde todavía no es una práctica completamente normalizada. Lo digo ya que estudié en una escuela rodeada de diseñadores y fui testigo que la práctica más común sigue siendo la de que cada diseñador trabaje como un silo.

Para ejemplificar puntos de quiebre de la co-creación entre diseñadores pensé en un ejemplo burdo. Disculpen el reduccionismo:

35 diseñadores para un logotipo: caso rarísimo.

35 arquitectos para un edificio: bastante normal y mal pagados

35 diseñadores industriales para una banca: y quién pone la firma

35 diseñadores estratégicos generando política pública: difícil pero probable + ¿quién lo fondea?

35 diseñadores de moda para un vestido de novia: posiblemente un vestido carísimo.

Creo que el co-diseño en el contexto del diseño estratégico suena como un ideal que no todos los practicantes alcanzan. Se platica pero difícilmente se concreta.

A los 16 años, cuando existía Myspace recuerdo que lo más me emocionaba era poder “personalizar” mi página de perfil copiando y pegando código de otras páginas. Después mis habilidades de código se nutrieron cuando aprendí a programar en ActionScript para hacer animaciones en Flash.

Layout de Kesha en Myspace

A partir de ahí fue un camino autodidacta. Aprendí HTML y CSS, lo que me pagó unas cervezas mientras seguía en prepa. También por mi cuenta aprendí PHP, Ruby y Swift. Hago énfasis en el “por mi cuenta” por el hecho de que nunca conocí a un colega en persona. Pero en mi camino de aprendizaje me encontré con la idea de que se puede construir algo entre varios. Construir de manera remota. Con desarrolladores con los que no sabia que existían, no conocía sus prácticas de trabajo ni nada. Y todo era posible por contar con tecnologías como Git y Github.

GitHub es una plataforma de desarrollo diseñada para facilitar el trabajo en conjunto. Se puede alojar y revisar código, administrar proyectos y crear software junto con millones de otros desarrolladores. Millones. Literal.

Las principales características de Github son: el control y manejo de archivos, el registro en los cambios en ellos, la retroalimentación, las integraciones colaborativas. Esos son sus principales “features”.

Sin embargo para mí, la más impresionante característica (visible pero poco mencionada) es la responsabilidad que ofrece herramientas como Github. O como mencionaba al inicio del texto la “co-responsablidad”. Todos los actos que ocurren en Github son documentados. Si algo falla, es fácil saber quién lo provocó, con qué cambio, en qué momento y qué causo el error. El acto de la co-creación no se deja a libre interpretación, es un proceso estructurado y transparente. Suena fácil hablar de rendición de cuentas en grupos chicos pero que pasa cuando son miles de personas.

D3: una de las librerías más populares para hacer visualizaciones de datos

Hace unos días conversamos en Uncommon de una herramienta de IDEO llamada OIEngine en donde se “empaquetan” metodologías de diseño estratégico en un producto de software. Es un gran ejemplo de que lo que podría ser un Github para diseñadores.

Ahora, no se trata solo de cantidad para crear algo entre más y más personas. El hecho que tantas personas puedan colaborar le da agilidad al proyecto y puede romperlo de la pasividad de no materializarse en un resultado. Esa es otro de los valores más importantes de la comunidad de desarrollo: la cultura del “shipping”. Soy parte de un grupo de Telegram que se llama WIP (Work In Progress). El propósito es hacer público los pendientes de los desarrollares en sus proyectos personales. En otras palabras es para empujarse a concretar y hacer en lugar de hablar.

Screenshot del chat Work In Progress

Las cultura del “shipping” sumado de plataformas como Github son piezas angulares en la co-creación a gran escala y efectiva. Espero en el futuro exista un “Github” de diseño que funcione. Si el tema les interesa, manden un correo y empezamos a trabajar en ello: ernesto@noescomun.com

— Ernesto Gómez, nuestro mercadólogo de cabecera en Uncommon, y sí es todo un autodidacta, y no le gusta el dulce.

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