Soledad, liberación y la búsqueda del ser
Clonación y minería lunar
Desde hace unos años el mundo ha avanzado vertiginosamente, hemos logrado simplificar tareas cotidianas y otras no tanto para hacernos la vida mucho más sencilla, los procesos se han reducido considerablemente para que la humanidad avance en gran medida y que en unos años más, no estoy segura de cuántos, estos procesos de los que hablo puedan ser ejecutados por máquinas con inteligencia artificial para que de alguna forma los humanos ya no tengamos que emplear nuestra energía en acciones tan triviales.
El universo y el futuro son dos temas que siempre han resultado demasiado atractivos para los humanos tanto que siempre hemos tratado de conquistar más allá de la tierra, como la luna por mencionar un ejemplo; resultamos ser en exceso curiosos, imaginativos y creativos lo que nos ha llevado a plasmar, a través de todos estos años, el futuro de la humanidad en una de las formas de representación más conocidas del mundo, las películas y más específicamente las de ciencia ficción, este género del cine comenzó desde hace más de cien años y se han realizado infinidad de películas de este tipo como “Things to Come” (1936), “Blade Runner” (1982) y más recientemente “Moon” (2009) que muestran un futuro no tan lejano a nuestra realidad, donde los procesos y herramientas se han reducido al máximo actuando de una manera autónoma.
Esta última (Moon) refleja de manera precisa la automatización de los procesos pues Gerty un robot que durante mucho tiempo es la única compañía del protagonista (Sam Bell) es la encargada de ayudarlo y protegerlo.
No estamos programados, Gerty. Somos personas. (Moon, 2009)
La trama de Moon revela otro tema de gran interés que se encuentra muy ligado hacia el futuro, la clonación, un aspecto que actualmente desde el punto de vista ético es totalmente inaceptable, pero que podría decirse que no es algo tan alejado de nuestro futuro inmediato. La película se presta para distintas interpretaciones, por ejemplo desde un punto de vista más filosófico, la trama refleja el sentido de la existencia del ser humano o de la diferencia de lo orgánico y lo artificial, sin embargo viéndolo desde un punto de vista más superficial se muestra claramente la automatización de los procesos lo cual queda en evidencia con la rutina que Sam Bell realiza diariamente llevando a cabo las mismas actividades y donde desafortunadamente una vez que su cuerpo deja de funcionar es reemplazado por un clon que comienza de nuevo el ciclo, todo se vuelve de cierta manera desechable, hasta los mismos seres humanos.
Dentro de su cotidianidad, Sam Bell realiza una actividad de gran relevancia la cual consiste en monitorear 3 excavadoras-cosechadoras que fueron diseñadas para extraer de las rocas lunares el valioso Helio-3, indispensable para alimentar los reactores de fusión terrestres. Al leer esto yo pensaría que para que suceda algo similar en la vida real tendríamos que esperar muchísimos años más, pero la realidad siempre me sorprende y es que hace unos pocos días descubrí un tema que involucra precisamente a la luna y a la extracción de sus minerales, distintas empresas respaldadas por multimillonarios planean explotar el espacio ultraterrestre para reservas de metales preciosos y otros tesoros.
Los planes ya están en marcha y ciertas compañías espaciales privadas están dispuestas a ser la primeras en llegar a la luna para obtener todos los beneficios, dentro de las que se destacan aparecen Moon Express -que posiblemente sea la primera compañía minera lunar del mundo- Deep Space Industries (DSI) y Planetary Resourses; sin duda alguna el principal interés de estas empresas es el beneficio económico pues la luna no solo tiene metales preciosos, sino también muchos recursos naturales, entre los que se conocen y aparecen en la película de Moon se encuentra el preciado Helio-3 que actualmente tiene un valor ridículamente proyectado de $40,000 dólares por onza. Se contempla que para dentro de cinco o diez años las compañías espaciales ya habrán recorrido un largo camino en la minería lunar lo que dará paso a un futuro incierto sobre a quién debe de pertenecer la luna y el agua que se encuentra en ella.
Los humanos siempre hemos buscado ir más allá de la realidad, no solamente imaginandola sino proyectándola y haciéndolo tangible si es posible, tal como lo hemos visto en muchos escenarios lo ha sido y lo seguirá siendo.
“Por más futurista que parezca, la tecnología ya está en desarrollo. En 15 años, la luna será una parte importante de la economía de la Tierra, y potencialmente nuestra segunda casa”. -Moon Express.
“Deep Space Industries (DSI) espera usar una flota de ‘cosechadoras’ para atrapar a asteroides ricos en recursos y extraer agua“.
En esencia es el mismo principio que se muestra en la película pero plasmado ocho años más tarde en la vida real, las cosas avanzan presurosamente. Con estas pequeñas pruebas me doy cuenta que la realidad inmediata no está tan distante de la ciencia ficción de las películas, lo único que me pregunto es ¿A caso los hechos podrán rebasar nuestra imaginación y nuestra creatividad? ¿O somos nosotros mismos los que trazamos el futuro automático de la humanidad basados en nuestras creaciones?
