Escenarios

Cuatro futuros del trabajo

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Uncommon Futures
5 min readJun 26, 2017

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Los escenarios son ficciones que nos permiten explorar las implicaciones que tendrán las principales fuerzas de cambio que descubrimos en nuestra investigación (estas tendencias y cuestiones emergentes serán publicadas aquí en los próximos días). Siempre son múltiples pues se enfocan en explorar distintos futuros posibles. Son experimentos mentales (o thought experiments, como se les conoce en inglés) que buscan explorar preguntas: ¿Qué pasaría si…?

La base de este ejercicio consistió en analizar las tendencias y asuntos emergentes detectados en nuestra investigación evaluando su importancia e incertidumbre. Identificar las incertidumbres más importantes nos permite saber cuáles podrían ser las variables que determinarán los futuros alternativos del mundo del trabajo.

Una de las tendencias clave que exploramos en esta investigación es la nueva ola de automatización impulsada por nuevos desarrollos en la robótica y la inteligencia artificial — en particular el nuevo paradigma computacional conocido como machine learning. Esta es una tendencia de largo aliento: con una larga historia y, probablemente, un futuro muy cierto. Sin embargo, hay visiones muy optimistas que coexisten con visiones muy pesimistas sobre el mundo que puede resultar de un proceso de automatización difundido globalmente y en múltiples sectores de la economía.

Así que nuestra primera incertidumbre es esta:

¿Servirá la automatización para liberar a grandes segmentos de la población para que puedan perseguir otros intereses o, en cambio, simplemente los desplazará del ámbito laboral dejándolos desamparados?

La segunda incertidumbre tiene que ver con el dinamismo del sistema económico en sí mismo. Desde sus orígenes, el capitalismo ha sido un sistema definido por un impulso de crecimiento en distintos niveles: las personas aspiran a mejores ingresos y más bienes, las compañías tienen metas anuales cada vez mayores, las naciones mismas miden su bienestar en términos de crecimiento económico. Sin embargo, existen límites ecológicos, culturales, e incluso propios al mismo sistema económico, que se contraponen al modelo de crecimiento ilimitado. De esta forma, nos preguntamos:

¿Podrá la economía global continuar por un camino de crecimiento ilimitado o cambiaremos a un nuevo modelo de crecimiento limitado?

Usando una matriz de escenarios podemos combinar ambas incertidumbres para imaginar entonces cuatro futuros posibles.

“La verdadera amenaza que plantean los robots,” escribe Ben Tarnoff en The Guardian, “no es que se conviertan en malvados y nos maten a todos, que es lo que le quita el sueño a Elon Musk — es que amplificarán las disparidades económicas a tal extremo que la vida se convertirá, literalmente, inhabitable para la gran mayoría.” Este es el escenario que denominamos 1%, por el slogan que se ha popularizado para referirse a la población más rica en Estados Unidos.

Es un mundo en el que la automatización impulsa una nueva etapa de crecimiento económico pero que beneficia solo a una parte pequeña de la población: aquellos que poseen capital y propiedades. El resto de la población vive en condiciones más precarias y obtiene ingresos básicamente en el mercado negro y la gig economy. Es un escenario de tensiones y derroche, de especulación financiera, capital improductivo y, sobre todo, mucha desigualdad.

Algunos gobernantes, empresarios y autores se han pronunciado a favor de establecer impuestos para robots y una renta básica universal para contrarrestar los efectos negativos de la automatización. ¿Cómo podrían ser viables?

Imaginamos un escenario en donde este tipo de programas están administrados por grandes compañías globales a través de un sistema meritocrático e hipercompetitivo. Lo llamamos 10x para hacer eco de la filosofía de moonshots que caracteriza a Google, Elon Musk y Silicon Valley en general. Como explica Steven Levy: “Larry Page vive según el credo del 10x. Por eso espera que sus empleados creen productos y servicios que son 10 veces mejores que los de la competencia.” Este escenario es un mundo de innovación tecnológica acelerada, de potenciadores cognitivos e interfaces neuronales. Es el mundo donde los sueños más extremos de Silicon Valley como la geoingeniería y los viajes a Marte podrían convertirse en realidad.

¿Qué pasaría si la automatización no fuera capaz de impulsar una nueva etapa de crecimiento económico? Esta es la situación que algunos autores están comenzando a temer. “La revolución robótica es real,” escribe Evan Horowitz, “pero los efectos son doblemente decepcionantes. No sólo están desplazando a los trabajadores y tomando puestos de trabajo industriales, sino que además están fallando en aumentar la producción o hacer la economía más productiva.”

Transitar hacia el futuro por este camino nos llevaría a un escenario doblemente negativo: desplazamiento sin crecimiento. Por eso lo denominamos el escenario 1x. Este es un mundo marcado por el desempleo y el empleo informal. Los sectores más favorecidos disfrutan de los beneficios que les arrojan procesos automatizados pero no existe el lujo excesivo ni la opulencia. El resto de la población trabaja en condiciones cada vez más precarias y son vulnerables a conflictos regionales y locales.

Finalmente, tenemos el escenario que llamamos 99%. Recibe este nombre en referencia al movimiento Occupy y, por lo tanto, en contraposición al escenario 1%.

En este mundo, las tendencias hacia la automatización se combinan con un cambio de modelo político y económico. Se implementan impuestos a los robots y una renta básica universal que funciona como una red de seguridad para que la mayoría de las personas puedan perseguir sus intereses personales y laborales. Estas medidas se combinan con el cambio de paradigma empresarial hacia compañías zebra, responsivas y sistemas de economía circular. El crecimiento económico es menor pero mejor distribuido. La innovación tecnológica es lenta pero hay muchos experimentos de innovación ecológica y social así que se cumplen metas de reducción de gases invernadero. Este suena como un escenario ideal pero no todo es perfecto: podría ser un mundo muy aburrido para muchas personas.

Estos cuatro escenarios no son todos igual de probables — algunos, incluso, suenan un tanto ridículos. Pero seguimos a Jim Dator al pensar que “cualquier idea útil sobre el futuro debe de resultar ridícula al menos en un principio.” Sabemos que la realidad será una combinación de los cuatro.

Lo más importante es que cada uno de ellos es un mundo o, en realidad, un universo completo. Esto quiere decir que dentro de ellos existen muchas historias posibles. La semana pasada publicamos cuatro breves historias que podrían ocurrir en esos cuatro escenarios. Tienen como objetivo inspirar la imaginación de nuestros clientes, socios y amigos, así como detonar conversaciones sociales acerca de cuál de estos futuros deberíamos de perseguir.

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