La guerra de los Bots

Kernel
resiliente
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3 min readApr 22, 2019

Por Vanessa Moreno

Autómata es el nombre que se le pone a una máquina que imita el comportamiento humano, posteriormente derivado de la palabra Checa Robota que quiere decir “trabajo pesado” se acuñó el término Robot y hoy en el argot postmodernista lo conocemos como “Bot”.

En pocas palabras un bot es aquella construcción artificial que tiene como objeto aligerar la carga de trabajo del creador sin poder desviarse de esa tarea ni siquiera un milímetro.

De acuerdo con la mitología Pandora abrió la mítica caja y de ella salieron toda clase de males y demonios, esto es un símil con la tecnología moderna y más que nada con los bots. Una vez definido el mensaje los bots saldrán con la única tarea de repetir y repetir el mensaje dado. No pueden modificarlo porque no lo entienden, constan del mínimo de información y cualquier contradicción se contraataca con algún otro pedazo de programación inamovible.

Actualmente a la oposición se nos acusa de ser bots y en definitiva debe haber una gran cantidad de entes que pueden entrar en esta categoría, sin embargo las diferencias ideológicas entre la 4T y sus detractores hacen que los autómatas sean más fáciles de usar y encontrarse del lado del mismo gobierno.

Una clásica discusión entre ambos bandos implica una afirmación inicial, la oposición normalmente atacará con datos actuales y/o reflexivos, el seguidor de la 4T cree que hace lo mismo, pero parafrasea las mismas frases que tiene permitido contestar.

¿Por qué no se sale del guión? Sencillamente porque la repetición lo legitima, las fuentes de información que podrían darle una idea diferente están prohibidas, son causa de mofa por sus compañeros y buscar más información puede ser fuente de desprecio y destierro.

Así que, el bot sigue su programación, si se precia de tener autocrítica echará mano de su arsenal de frases prefabricadas una tras otra, hasta que se le acaben y repetirá hasta que el interlocutor se canse. Muchos de ellos no lo hacen por maldad, ni siquiera por una ignorancia pura, la razón es que sin darse cuenta sus fuentes lo han adoctrinado y realmente tiene miedo del destierro al checar otras diferentes, al contrastar y criticar.

Se sabe atacado y criticado y tiene pavor de encontrarse en la mira de sus compañeros.

Sabe a lo que se atiene.

Ahora bien, en el sentido estricto ambos lados cuentan con fieras maquinarias de transformación de la realidad, ambas le apuntan a modificar el estado virtual y a través de memes, comentarios y ataques se espera voltear la balanza.

Sin embargo, los métodos son diametralmente opuestos, la oposición busca hacer razonar a sus contrincantes, los expone a contradicciones y datos que supuestamente revelan verdades evidentes. Los oficialistas disfrutan de su papel hegemónico, después de ser fieros opositores encuentran confort en las masas, saben que existe un plan, un guión y que no deben desviarse del mismo, así como entregaron su voto deciden seguir entregando su confianza y mirada crítica, deciden creer que cualquier dato que no entre en su lógica debe estar manipulado.

Para este momento la “rebelión de las máquinas” ha llevado a demasiados enfrentamientos entre bots reales y personas que terminamos desempeñando el mismo papel sin serlo, la próxima vez que nos enfrentemos en una discusión virtual recomiendo informarnos de la manera más imparcial posible, respetar al adversario y tratar de llegar a un acuerdo.

Debemos demostrar que la inteligencia artificial no puede superar a una estupidez natural.

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