La libertad, la expresión y la libertad de expresión.

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3 min readMay 12, 2019

Por Vanessa Moreno

La libertad es una de esas virtudes que tienen características que todo el mundo cree conocer.

Es un faro de luz, un ideal deseable, una fuerza por la cual luchar.

Ha sido causa de grandes conflictos, interpretaciones y estudio.

La libertad existe en muchos ámbitos y puede considerarse como uno de los pilares del comportamiento y el pensamiento.

Sin embargo en muchos de nosotros hay grandes concepciones erróneas sobre el uso de esta libertad.

Yo soy libre de expresar mis ideas, eres libre de usar lo que quieras, hay libertad para pensar, ver, hacer, escribir, escuchar.

¿Pero hasta dónde existe realmente esta libertad?

La libertad de pensamiento es atacada todos los días, no sólo se moldea nuestro pensamiento en la escuela todos los días, el hogar y el núcleo social erosionan las ideas propias y moldean el pensamiento, las ideas siempre serán propias, pero no pueden escapar de su entorno.

“Yo soy yo y mis circunstancias…” escuchamos a menudo.

Somos en definitiva parte natural y parte de la historia que vivimos, la libertad de pensamiento no está bajo ataque, pero siempre estará acotada por aquello que moldea tus pensamientos.

Entonces ¿eres realmente libre de pensar?

En un sentido amplio sí, nadie evita que des la forma que quieras a tus pensamientos, pero este siempre estará moldeado por tus propios prejuicios, miedos, vergüenzas, ¿Realmente te permites pensar todo lo que quisieras?

Es aquí donde la expresión toma el centro del escenario, vivimos en tiempos prodigiosos en que no hay ninguna barrera a lo que se puede expresar ni en cuanto a qué medios se utiliza para ello, se puede crear un texto, una imagen, música, etc.

Pero entonces, ¿por qué no lo hacemos?

Una de las respuestas más simples está en lo anterior, no nos permitimos hacerlo, no creemos en nosotros o creemos que no tenemos nada importante para comunicar, o tememos lastimar a alguien con vuestras palabras, últimamente la mayor frustración está en no lastimar lo suficiente a alguien como para ameritar una respuesta.

Los medios de comunicación masiva siempre han sido susceptibles a la tijera de los gobiernos y los poderosos, hay diferentes métodos de coerción para asegurar que las notas sean más o menos favorables, sin embargo el valor de algunos cuantos ha hecho que haya medios más libres que ayudan que nos demos una idea más real de lo que realmente pasa.

La censura en estos tiempos es mucho más sofisticada, no viene de un solo ente, viene de otros como nosotros la polarización del mundo en que vivimos y la misma libertad que profesamos tener nos hace peones involuntarios de este juego.

Creemos en los juegos suma cero

Y que atacar a otros es ejercer nuestra libertad de expresión, pero no es cierto.

Siempre tomar un bando nos hace parte de lo mismo, nuestra libertad estuvo coartada desde que se escogió un bando y se utiliza este medio para atacar al otro.

¿Hasta qué punto mi libertad puede pasar por encima de la de los otros?

Mi propuesta es denunciar sin atacar, mostremos los datos, los hechos y hagámoslo de una manera atractiva, pero no fomentemos el divisionismo.

Este ha sido la manera de actuar del gobierno y sabemos que el Populista requiere del enemigo interno para hacer su labor.

No nos convirtamos en ese enemigo interno más allá de lo que ya quiere que seamos.

Mucha gente ha luchado por tu libertad de expresión, esta es cada vez más amenazada por los medios.

No seamos parte de esas amenazas.

Podrás diferir profundamente en las ideas de otra persona, pero no tienes el derecho a atacarlas.

NI tampoco lo tengo yo.

Atacaré con todas mis fuerzas el régimen que se nos está imponiendo, lo haré con datos, con ideas, ejerceré lo poco que tenga de libertad de pensamiento.

Pero no te atacaré a ti.

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