La amenaza fantasma

Por qué no amedrentarse ante las amenazas

Chema Larrea
Unión, Progreso y Democracia

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Al compañero @jaimeberenger ayer le enviaron un aviso. Un aviso en forma de 2 disparos. El defender la causa justa, defender lo que creemos y enfrentarse al stablishment poner los principios por delante es lo que tiene.

Tiene que da miedo. Mucho miedo. Miedo, terror por los que llevan repartiéndose los sillones 30 años. Miedo a perderlos. A perderlos ellos, y a toda la gente puesta “a dedete”. En toda organización siempre aquel que está acomodado siente rechazo hacia el nuevo, el joven, que viene con buenas y nuevas ideas, con una forma diferente de hacer las cosas; y es más aquel no tiene miedo, pues la naturaleza de ambos es diferente.

Cuando empecé a colaborar con @UPyD también sufrí amenazas por e-mail cuando hice un post analizando los manifiestos fundacionales de los partidos políticos en España. Tuvo cierta repercusión en el mundo 2.0, y por algún ciberactivista que no debía estar muy bien recibí amenazas. Esto me llevo a la reflexión de que si defender la causa justa molestaba algunos sería porque es lo que debía de hacer. Mi opción: pelear por lo que creo.

«Triste cosa es no tener amigos, pero más triste debe ser no tener enemigos, porque quien enemigos no tenga, señal de que no tiene: ni talento que haga sombra, ni valor que le teman, ni honra que le murmuren, ni bienes que le codicien, ni cosa buena que le envidien.»

Baltasar Gracián

La verdad nunca daña una causa justa. Por eso aquellos que defienden el Manifiesto Fundacional sin miedo a las consecuencias sufrirán amenazas, avisos y un “ten cuidado con lo que haces”. Pero esto no debe amedrentarnos, sino todo lo contrario, hacernos caer en la cuenta que estamos realizando lo correcto. Realizamos lo correcto porque no tenemos nada que perder. Y todo por ganar. Ganar en democracia, en democracia y libertad.

Se atribuye a Eurípides la frase «aquel a quien los dioses quieren destruir, primero lo vuelven loco», y una forma de intentar volver loco es mediante el ataque, amenazas (veladas y no tan veladas) y el uso de los instrumentos de poder (prensa, poder judicial, …) para desacreditar aquel que quieren destruir. Sin lugar a dudas los defensores del MF (Manifiesto Fundacional) les ocurre esto, se sienten atacados por todos lados, pero la verdad no es esa, sino que tratan de volverlos locos.

Como hablamos del terror y amenazas. No hay mayor estado de terror y amenazas que aquel en el que se sentían continuamente espiados y vigilados los ciudadanos de la antigua URSS. Miedo a lo que les podía pasar a ellos o a sus familias. Miedo a que les enviaran a ellos al gulag. Da que pensar los medios que usarían hoy en día mediante el uso de redes sociales. Nunca se sabe las consecuencias que hubiera tenido un “me gusta” en facebook, un fav o RT en twitter dentro de un estado de terror y miedo si estas redes sociales fueran vigiladas por la Stasi o la KGB. En dictaduras y gobiernos autoritarios directamente tienen controlado el acceso a Internet y no permiten que los ciudadanos puedan expresarse libremente (por ejemplo Cuba, China, Venezuela o Corea del Norte).

https://www.youtube.com/watch?v=MLd5hjNNrWE

La conciencia de cada uno debe tener más valor para uno que la opinión del resto del mundo. Por ello no debemos ceder nunca ante las amenazas vengan de donde vengan. Es propio de hombres mediocres embestir contra todo aquello que no les entra en la cabeza. Recientemente me dijo un amigo que los boxeadores mejores encajadores son los que normalmente triunfan. O dicho de otra forma: la victoria es de los resistentes.

Seguimos. Y seguiremos.

«Pero sus estridentes ladridos / sólo son señal de que cabalgamos».

Poema del Labrador, Goethe (1808)

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