Fragilidad
Revelaciones del mundo Fungi
Lentitud, calma, suavidad y dulzura. El mundo Fungi, el reino de los hongos, el de las setas y otros seres extraños, la red biológica más compleja y sofisticada que existe debajo de nuestros pies, que se asoma con formas y frutos exóticos y que envía señales en forma de esporas. El mundo de nuestros ancestros, un reino intra-terrestre que le da vida a la muerte.
El mundo entre la vida y la muerte, ese es el mundo Fungi, el mundo que se encarga de transformar lo que ha quedado de la vida, el mundo de la transmutación.
¿Qué tanto pueden enseñar seres que han estado antes, durante y que seguramente estarán después de nuestra frágil vida humana? Justo, eso, que la vida es frágil, vulnerable, débil, pasajera. Que tenemos un cuerpo con el que vivimos en este planeta pero que no somos solo eso, un avatar con el que nos identificamos para jugar aquí un tiempo… Aunque para algunos no es tan divertido.
Luces, formas, fractales, destellos de energía y un shot de amor divino son las herramientas que usa la psilocibina para abrirnos campo hacia el viaje de la profundidad mística. Una invitación dulce y amorosa a la que nuestra mente no se puede resistir… Tanto, que se pierde en ella misma, se olvida del sistema que ha construido por siglos.
El mundo expansivo de los hongos, esos ancestros de otro reino que han evolucionado para crear las sinergias más complejas y antiguas que podamos imaginar. Estamos encima de ellos todo el tiempo, nos rodean, están siempre próximos y, aún así, somos indiferentes a ellos completamente. Son tan nobles, no quieren ser los protagonistas, nos sostienen pero no se ufanan de eso, solo son, solo están ahí, haciendo su trabajo sin mostrar el resultado ni recibir mérito alguno… De hecho, no podrían, es tan amplio este resultado que jamás podríamos verlo con nuestra pequeña mente humana.
Cuando los dejamos ingresar a nuestro cuerpo aprovechan para conectarse a nuestras redes, ver qué hemos construido, y qué tanto deben destruir para que volvamos a crear.
Es tan fuerte y sutil lo que hacen que es imposible volver al plano humano pensando que solo somos esto. Para quienes no quieren que despertemos y tengamos consciencia del infinito conocimiento que hay fuera y dentro de nosotros, siempre habrán caminos fáciles para controlarnos. El camino de las cuentas bancarias, los centros comerciales, las autopistas abarrotadas de carros de lujo, los televisores, celulares hipersofisticados, los partidos de fútbol y las redes sociales 🤯.
El mundo Funghi sabe lo frágil que somos y lo influenciable que es nuestra mente. Sabe lo que hacemos con ella y lo poderosa que es, y sabe cómo hemos permitido crear sistemas que nos autoesclavizan sin siquiera darnos cuenta. Sin embargo, el mundo Funghi no está aquí para gritarnos que en vez de cargar maletas pesadas en aeropuertos y gastar dinero (tiempo vital) para conseguir “experiencias revolucionarias”, podemos viajar hacia nuestro interior y descubir lo universal que es nuestra experiencia. Contrario a todo eso, es el mundo más paciente que existe, es el mundo de los sabios y, por tanto, no tiene afán. Sabe que volveremos a ellos en vida o en muerte y podrán “hacer lo suyo”… De la tierra al cielo, con o sin consciencia.
ALEV
