Permítase un daño temporal en el área de Wernicke

Nacho Andréw
UOiEA!
Published in
2 min readNov 26, 2018
Foto por Lourdes Maseda

Yo fui testigo del último bostezo del amo de la calle, las ratas le masticaban las uñas de los pies mientras dictaba su seminario de acercamiento a la verdad. Anoche tuve un sueño con el abuelo en el que yo le leía un cuento mientras él me acariciaba la frente sin mirarme a los ojos. A Mario le tiemblan las manos por la noche, no prende un cigarrillo para no ser testigo de su propia decadencia. El teatro que se inaugurará dentro de dos años tendrá un palco desde donde el argumento de la obra tendrá un final alternativo. Solemos reír con astucia, pero esa cara tuya nos recuerda que el mundo puede ser demasiado cruel para quienes se sienten a gusto habitando el ecosistema de su living. Sonetos, rimas, versos aleatorios, todo pierde sentido cuando se sabe que dentro de una habitación hay una palabra que todavía no ha sido inventada por el más virtuoso de los poetas. Vuelva hacia el sur y retome la ruta indicada con el cartel verde, si encuentra mendigos en el camino no tema, ellos sólo quieren averiguar si usted tiene dientes de oro en el páncreas. Los automóviles se desplazan en silencio por las calles que se alejan de la avenida, es como si murieran felices y en movimiento. No suelo pedir favores, pero me vendría muy bien si pudieras atarme los cordones a diario, el movimiento ágil de tus manos sobre mis pies me causa felicidad y una extraña somnolencia. Fijate en el dormitorio, el que tiene el mueble con las perillas de esmalte blanco, ahí tiene que estar la última carta de mamá, ahí o debajo de la almohada.

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