El ‘Londres rojo’ ya no cree en los periódicos

Paloma de Salas
upday ESPAÑA
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7 min readJun 8, 2017
Un grupo de militantes del Partido Laborista, ayer en Tufnell Park / Paloma de Salas

Apenas un año después de que Reino Unido se decantase por salir de la Unión Europea, los londinenses acuden a las urnas con la sensación de que el país votó en contra de su metrópoli en el referéndum.

Horas antes del cierre de campaña, los simpatizantes de Jeremy Corbyn repartían propaganda electoral por las calles de Tufnell Park, corazón del laborismo al noreste de la capital.

Los diarios más vendidos en Inglaterra hicieron campaña a favor del Brexit. Ahora, apoyan a Theresa May. La desconfianza hacia las ‘noticias falsas’ prolifera entre los londinenses. Los votantes laboristas no creen que la prensa sea ya una referencia de opinión.

Portada del diario The Sun el día del referéndum

Peter Thomas responsabiliza a los cronistas políticos de la deriva nacionalista y antieuropea. “Los medios fueron responsables en cierto modo del resultado del referéndum, distorsionaron la realidad. El trato a Jeremy Corbyn ha sido horrible, lo han pintado como el hombre del saco”.

Este trabajador de un teatro de Londres se unió al Partido Laborista en el año 1983, cuando Corbyn obtuvo su primer escaño en representación del distrito de Islington.

“Los medios distorsionaron la realidad en el referéndum del Brexit”

“Tengo muchos amigos que se han dado cuenta de que merecía la pena esperar por un líder como Jeremy. Creo que es magnífico, uno de estos políticos que aparecen en rara ocasión, que no se dejan comprar. Yo digo, si eres antiestablishment, vótale. Él representa a la mayoría, no a la minoría”.

La prensa inglesa acusó al líder laborista de contribuir al resultado del Brexit. “En muchas ocasiones, los medios no cubrieron la campaña de Corbyn en el referéndum. Le acusan de no haber hecho nada, pero es mentira. Simplemente, no lo sacaron por la televisión. No ocurre sólo con medios conservadores. The Guardian, que solía ser muy anti-Jeremy, ha cambiado de postura y parece que ahora le apoyan”, explica Peter.

El autobús que el UKIP fletó antes del referéndum del Brexit / Getty

En los días previos a la votación del Brexit, el UKIP, partido que hizo campaña a favor de salir, fletó un autobús en el que indicaban que el dinero que se perdía en la Unión Europea podría invertirse en la Sanidad británica. El dato resultó ser falso.

“Es absolutamente espantoso”, cuenta Stephen Moorby, que trabajó durante años en el Evening Standard, el diario vespertino londinense. El periodista, ahora jubilado, dice que la prensa ha sido “completamente parcial”.

El motivo, según él, es que hay un grave problema con la propiedad de los medios de comunicación. “No tenemos una prensa libre, los dueños son ricos y hay algunos que no son siquiera británicos. El Evening Standard pertenece a Rusia, el Sun y The Times son de Murdoch… Y usan sus periódicos para su interés, no el del público. Quieren proteger a la gente rica, a los privilegios. Por eso odian a Corbyn, porque desafía el consenso mediático”.

Moorby cuenta que la prensa “se limita a magnificar los mensajes del Partido Conservador. Son un altavoz. Creen que tienen el derecho de dirigir la sociedad”. Sobre el Brexit, sentencia: “Es una vieja fantasía británica, claro que somos parte de Europa”. El periodista compara el trato de los medios a Corbyn con el caso de Pedro Sánchez. “La vieja guardia socialista se desvinculó de Sánchez, pero resulta que los militantes no hicieron caso. El caso de Corbyn es exactamente lo mismo que pasó con Pedro Sánchez. Por eso hay esperanza para el Partido Laborista”.

Los estudiantes prefieren las redes sociales

Brendan Maphosa / Paloma de Salas

Paseando por las calles del barrio, es difícil encontrar a un votante de Theresa May. Los jóvenes lo tienen claro: están con Corbyn.

Brendan Maphosa camina por el parque con la mochila al hombro. Dice que a Theresa May “le importa un rábano” la clase trabajadora. Votó a favor de quedarse en la Unión Europea. “May convocó las elecciones porque creía que iba a ganar y ahora parece que no”. Ni él ni sus amigos se fían de los medios tradicionales. “Están casi todos contra Corbyn, contra Diane Abott. Especialmente el Evening Standard, cuyo editor es un político ‘Tory’. Para nosotros es muy importante usar las redes sociales. Si no fuera por ello, no tendríamos acceso a información real. El problema en el referéndum fue que los medios dieron el mismo tiempo en la televisión al UKIP que al Partido Verde, siendo que no tienen el mismo número de escaños. No estuvo proporcionado. El UKIP salió demasiado por la televisión, y eso claramente modificó la dirección del voto”.

“Si no fuera por las redes sociales, no tendríamos acceso a información real”

Barney Gildford, estudiante de ADE, votó a favor del Brexit el verano pasado. “No me gusta la Unión Europea”. Pero desconfió del autocar del UKIP. Ahora, no es que se arrepienta, pero repite que no le entusiasma la idea de formar parte de Bruselas. Barney apoya al Partido Laborista. “Quiero el Brexit más suave posible, necesitamos el acceso al mercado único y el movimiento libre de personas. Estoy dispuesto a ignorar asuntos con los que estoy en desacuerdo, como subir los impuestos a los más ricos, porque creo que acertar con las negociaciones del Brexit es lo más importante ahora mismo”.

Campbell, de 19 años, llega a la residencia de estudiantes donde vive. “No pienso votar. Es que todo es mentira en política. Para qué molestarme. No sigo las noticias porque me desespero”, espeta.

“Todo es mentira en política. No sigo las noticias porque me desespero”

Ross Mc Teague, estudiante de Música, no se fía de la cobertura mediática en campaña. “Creo que hay demasiada parcialidad, son demasiado favorables a los conservadores. Últimamente se ha hablado mucho de los enlaces de Corbyn con el terrorismo, con el IRA, pero da la sensación de que no te cuentan la historia del todo. Los periódicos como el Sun hablan de basura. Es una locura. La portada de ayer fue muy irrespetuosa, especialmente ahora, con los atentados tan recientes”.

Los estudiantes quieren un Gobierno laborista / Paloma de Salas

Georgina Mitchell prefiere navegar por Internet antes que leer un periódico para informarse sobre los programas políticos. “Hay mucha gente que ha dicho que si tuvieran que votar otra vez en el referéndum, cambiarían su voto radicalmente”, cuenta.

La revolución de los carteles

El cartel que motiva el voto de Paul Marsh

Paul Marsh es un profesor de idiomas ya jubilado. Me sonríe en una parada de autobús en Camden. “¿Que a quién voy a votar? Te lo enseño”. Saca una fotografía de un cartel que se ha encontrado hace un rato en la zona de Angel, al norte de la capital. “Es maravilloso”.

Marsh está sorprendido: “Todo esto no ocurría hace sesenta o setenta años. El movimiento que ha despertado Corbyn es tan sumamente anti-inglés… Nunca en mi vida he visto algo parecido”. El profesor, que ha viajado en varias ocasiones a Rusia y domina el idioma a la perfección lo tiene muy claro: “No podemos ni debemos fiarnos de los medios”.

Cogemos el autobús y me invita a bajarnos en Kentish Town. “Te voy a enseñar a lo que me refiero”. En la pared de un local de lavado de coches figura un graffiti a favor del líder Laborista. Suena una sirena de la Policía. “Mira, seguro que están deteniendo a un terrorista”. Lógicamente, es una broma, que según él , sirve para entender el “maltrato” de los diarios de Reino Unido al actual líder de la oposición. Pero Paul es pesimista, cree que en general, los británicos confían en la información que les da la prensa. “El problema es que esto no ocurre en todo el país. Hay zonas muy aisladas donde el votante conservador es muy cabezón. Londres es diferente. Es el ‘Londres rojo’.”

Paul Marsh fotografía el mural en Kentish Town / Paloma de Salas

Pero no en todas partes. Aunque este es el territorio laborista por excelencia, basta con pasear veinte minutos para llegar a la zona de Highgate. “Aquí viven muchos judíos que, sorprendentemente, suelen votar al partido Conservador”, explica Paul.

Lynn no va a acudir al colegio electoral. Esta trabajadora, madre de dos niños argumenta que ningún partido le interesa. “Igual cambio de opinión a lo largo del día, no sé. Lo que sí tengo muy claro, es que parece que los jóvenes se van a movilizar mucho en estas elecciones. Ojalá sea así, porque su futuro puede estar en juego”.

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