Repensando el trabajo en la era digital: Retos en la gestión del talento
En todos los rincones de cada negocio, las tecnologías digitales están transformando activamente la forma en que los trabajadores realizan su trabajo. Mientras que las tecnologías de automatización avanzan, y las hipótesis sobre su impacto se multiplican, los ejecutivos se esfuerzan por resolver estas implicaciones.
La tecnología siempre ha tratado de aumentar la eficiencia y la productividad, pero esta última ola de tecnología apunta a mucho más. Las empresas están aprovechando los avances en inteligencia artificial (IA), aprendizaje automático, big data y análisis predictivo, entre otras innovaciones, para mejorar la experiencia de los empleados, creando nuevos tipos de trabajo y exigiendo nuevas habilidades. A medida que esta transición se pone en marcha, existen preocupaciones crecientes de que la automatización reemplazará a los trabajadores humanos. Si bien hasta cierto punto esto es cierto, los expertos argumentan que la mayor parte del desplazamiento se producirá en tareas rutinarias, altamente repetitivas y escalables, lo que permitirá a los trabajadores cambiar el enfoque a diferentes tipos de trabajo.
La capacitación y la revalorización de los trabajadores será esencial para crear una experiencia mejorada que redefine la naturaleza del trabajo. Aquellas compañías que ofrecen capacidades digitales sobresalientes para los empleados lograrán algo más que simplemente modernizar y mejorar la fuerza laboral, es probable que obtengan ganancias significativas en el rendimiento.
Por ello, es inevitable preguntarnos: ¿Estaremos gestionando exitosamente el talento en nuestras organizaciones? Tomando en cuenta que la mayor fuerza laboral del 2020 provendrá de la generación millennial (profesionales nacidos entre 1980 y 1995), ¿qué acciones, como empleadores, estamos realizando para atraerlos, desarrollarlos, y mantenerlos conectados a nuestra organización?
Nueva generación, nueva mentalidad
Dado que son nativos digitales, viven conectados las 24 horas del día con su entorno. Esto contrasta enormemente con lo que acontecía en décadas anteriores, cuando la enorme competitividad y valores inculcados invitaban más al individualismo y a la competencia.Hoy en día existe una enorme falta de interés por trabajos individualizados, en donde cada trabajador tiene asignadas unas tareas específicas e independientes con respecto a los demás. Los Millenials se sienten más cómodos desenvolviéndose en ambientes de trabajo colaborativos donde tenga cabida la iniciativa personal, la creatividad o el trabajo en equipo.
A su vez, los jóvenes de esta generación se vinculan emocionalmente con lo que hacen, buscan proyectos relevantes, valoran el presente y están igualmente comprometidos con su desarrollo profesional que con el personal. Por ello, la obsesión por aspirar un trabajo fijo no es una cuestión vital para ellos, se mueven por proyectos, lo que les convierte en gente preparada para el cambio.
Así la flexibilidad horaria se alza como otro gancho para adaptar el ambiente laboral de una empresa a profesionales que pertenecen a esa franja de edad. Hoy ven el trabajo como una herramienta para desarrollarse, no solo profesionalmente, sino también como persona, enfocado principalmente a los valores que el trabajo les puede aportar.
La llegada de los millennials en la era de la revolución digital está provocando cambios sustanciales en las formas de realizar las cosas. Cualquiera que haya podido observar en acción a estos jóvenes comprometidos y con talento estará de acuerdo en que es necesario reformular las organizaciones e instituciones para darles cabida y que puedan explotar todo su potencial y ser la palanca de cambio que necesitamos.
