Abordando el COVID-19 en Guatemala
3 maneras cómo USAID responde a la pandemia
Con aproximadamente la mitad de la población de Guatemala viviendo en áreas rurales de difícil acceso, los servicios de salud han enfrentado desafíos en el suministro y la logística para tratar casos de COVID-19 y en la entrega de vacunas.
Junto con un aumento en las dudas sobre las vacunas y la escasez de trabajadores de salud capacitados para responder al COVID-19, algunas de las poblaciones más vulnerables de Guatemala, muchas de las cuales todavía están lidiando con los efectos desastrosos de los huracanes del año pasado, ahora corren un riesgo desproporcionado de sufrir de este virus mortal.
USAID ha proporcionado alrededor de $14,8 millones en apoyo directo para atender la pandemia del COVID-19 en Guatemala. Nuestro trabajo fortalece los programas de vacunación y mejora el tratamiento de casos leves a graves de COVID-19. Aquí hay tres formas en que USAID trabaja para aliviar los desafíos presentados por la pandemia de COVID-19 en el país.
1. Convirtiendo Vacunas en vacunación: El gobierno de los Estados Unidos ha donado 6.5 millones de dosis de vacunas COVID-19 a los guatemaltecos, así como 940,000 jeringas para complementar los recursos existentes. USAID trabaja de la mano con el Ministerio de Salud de Guatemala para entregar y administrar estas vacunas lo más rápido posible. Para ayudar a que las vacunas lleguen al los brazos de las personas , especialmente aquellas que viven en áreas rurales, USAID apoyó el lanzamiento de la Estrategia de Captación Rural de Vacunación COVID-19 para aumentar las tasas de vacunación en Guatemala. Con un enfoque en las comunidades desatendidas, las delegaciones del personal de USAID y del Ministerio de Salud visitaron regiones con grandes poblaciones y bajas tasas de vacunación para reunirse con las autoridades locales y abordar los desafíos de la vacunación. Juntos, estamos mejorando la logística de suministro de la cadena de frío y el control de la temperatura de las vacunas, llevando a cabo campañas de cambio de comportamiento para fomentar la vacunación y abordar las dudas sobre las vacunas, y el estableciendo más de 700 sitios de vacunación públicos sin cita previa o en vehículo en todo el país.
2. Capacitación de proveedores de atención médica: USAID ayudó al Ministerio de Salud a desarrollar protocolos de manejo de pacientes para casos de COVID-19 moderados, graves y críticos, en los que se capacitó a casi 1,400 proveedores de atención médica de primera línea. Esto ha salvado vidas y mejorado la gestión de la calidad de los casos de COVID-19. Si bien un pequeño porcentaje de pacientes con COVID-19 requerirá hospitalización, la mayoría puede ser atendida en casa. Sin embargo, los cuidadores domiciliarios necesitan la información correcta para comprender las necesidades del paciente, prevenir la transmisión del virus a otras personas y saber cuándo derivar al paciente a un hospital. A través de su colaboración con el Ministerio de Salud, USAID desarrolló, distribuyó y capacitó a más de 600 proveedores de atención médica en las Pautas de Atención Domiciliaria COVID-19. Publicada en el mes de agosto, esta guía es un recurso fácil de usar para que los trabajadores de la salud eduquen a los pacientes y familiares sobre los métodos adecuados para brindar atención médica en el hogar de manera segura. Según las guías de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU, y la Organización Mundial de la Salud, este recurso fundamental alivia la presión sobre los hospitales, que deben reservar sus recursos limitados para casos graves y críticos.
3. Ampliación de oxígeno y donación de equipos para salvar vidas: los pacientes con casos graves de COVID-19 a menudo sufren problemas pulmonares críticos, lo que requiere el uso de soporte respiratorio para ayudarlos a respirar. USAID donó 50 ventiladores que salvan vidas a hospitales y capacitó a 116 proveedores de atención médica de primera línea en su uso. Guatemala solo tiene un proveedor de oxígeno de grado médico, lo que crea cuellos de botella en la cadena de suministro que afectan el tratamiento de los pacientes, especialmente en los hospitales rurales. Para abordar esto, USAID donó 70 concentradores de oxígeno y capacitó a profesionales de salud sobre cómo usarlos para extraer oxígeno de grado médico del aire. En total, USAID ha financiado la capacitación de casi 2,300 profesionales de salud para atender a pacientes con COVID-19.
Además de estas actividades de COVID-19 que salvan vidas, USAID está brindando asistencia para reducir la transmisión, mejorar la identificación de síntomas, mejorar los comportamientos de salud, difusión de campañas de comunicación en los idiomas locales y prevenir la violencia en los hogares agravados por la pandemia. El COVID-19 es uno de los mayores desafíos que jamás haya experimentado el mundo. USAID está a la vanguardia brindando soluciones que salven y mejoren la vida de los guatemaltecos.
Acerca del autor
Benjamin Ilka es narrador y especialista en medios visuales en la Misión de USAID en Guatemala.
