El régimen de Maduro está organizando elecciones legislativas fraudulentas para usurpar el único organismo democráticamente elegido que queda en Venezuela

By Acting USAID Deputy Administrator John Barsa

USAID
U.S. Agency for International Development
4 min readDec 4, 2020

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Trabajadores de salud y pacientes protestan por la falta de medicamentos, insumos médicos y las malas condiciones en los hospitales, en Caracas, Venezuela. / Luis Robayo, AFP

Escasez aguda de alimentos y agua potable. Apagones eléctricos. Grave escasez de gasolina. El sector de salud y educación colapsado. Una economía destruida, que una vez fue de las más ricas del mundo. Hoy en día, el noventa y seis por ciento de los venezolanos son pobres y el setenta y nueve por ciento vive por debajo de la línea de pobreza extrema, según la última encuesta ENCOVI de la Universidad Católica Andrés Bello del país.

Esta es la cruda realidad para el venezolano promedio. Se estima que siete millones de venezolanos necesitan asistencia humanitaria. Luego, están los más de cinco millones de migrantes y refugiados venezolanos que han huido a países vecinos. ¿Entonces te preguntas, es este el resultado de una guerra? No.

Este es el producto de una innecesaria catástrofe provocada por el hombre a expensas del pueblo venezolano en exclusivo beneficio de — Nicolas Maduro y sus compinches. Y, sin embargo, la pesadilla de Maduro continúa, mientras el régimen prepara el escenario para unas elecciones legislativas fraudulentas el 6 de diciembre, destinadas a arrasar con el último organismo elegido democráticamente que queda en el país.

Las cosas por su nombre . Maduro no es el presidente legítimo de Venezuela. La cortina de humo y el espejismo que están preparando para las “elecciones” del 6 de diciembre contraviene las normas constitucionales e internacionales y son tan ilegítimos como el propio Maduro. Su descarada artimaña para mantener al país como rehén, robando unas segundas elecciones, solo prolonga el continuo sufrimiento del pueblo venezolano. ¿No han soportado ya lo suficiente?

La farsa ha tocado fondos. Este será el “proceso electoral” más manipulado llevado a cabo en Venezuela de las últimas dos décadas. Es un proceso despojado de las condiciones mínimas para una elección creíble, transparente y plural. ¿Cómo? En primer lugar, el sistema electoral ha sido manipulado para llegar a un resultado preestablecido, impidiendo que el pueblo venezolano elija de manera libre y justa y, por lo tanto, violando la Constitución venezolana. Segundo, la Comisión Electoral (CNE) que supervisa las elecciones está repleta de lacayos de Maduro. El régimen se ha apoderado de los tres principales partidos de oposición del país y ha puesto a su gente como candidatos, creando una falsa oposición para confundir al electorado. Y tercero, no solo hay una escasez significativa de máquinas de votación, sino que el sistema de votación electrónica no tiene absolutamente ninguna protección, incluida la no verificación o proceso de auditoría para los observadores independientes, lo que garantiza que la CNE mantenga el control total del resultado.

La farsa del 6 de diciembre ya ha sido rechazada abiertamente por el legítimo presidente interino Juan Guaidó, así como por la comunidad internacional, incluidos Los Estados Unidos, la UE, el Grupo de Lima y la OEA. Además de todo eso, la pregunta sigue siendo cómo los votantes y administradores estarán protegidos contra la COVID-19 el 6 de diciembre: si el régimen ha tomado alguna precaución, no lo están comunicando. Por el contrario, han comenzado a chantajear abiertamente a los venezolanos: si no participan el 6 de diciembre, no comen.

Un manifestante participa en una manifestación en apoyo del líder de la oposición venezolana Juan Guaidó en la Plaza de España en Santa Cruz de Tenerife. / Desiree Martin, AFP

En contraste, La Consulta (el voto popular, referendo) del presidente interino Juan Guaidó del 7 al 12 de diciembre, mezcla la participación virtual y presencial, y permite auténticamente a los venezolanos “alzar su voz” para demostrar cómo perdura su voluntad de cambio. Y a diferencia de la falsa elección de Maduro, La Consulta toma precauciones para proteger la salud de los venezolanos en la pandemia. Para obtener más información, visite: https://www.consultaporvzla.com/.

Juez, Jurado y Verdugo. En septiembre, una misión de investigación de derechos humanos de las Naciones Unidas encontró motivos razonables para concluir que algunos de los abusos de derechos humanos de las fuerzas de seguridad de Maduro equivalen a crímenes de lesa humanidad. Además, la Misión encontró evidencia de que opositores políticos fueron arbitrariamente detenidos y ejecutados ilegalmente por las fuerzas de seguridad por orden del régimen. ¿Cómo pueden los responsables de esos crímenes de lesa humanidad, que no respetan el estado de derecho, celebrar elecciones libres y justas?

En resumen: no se puede confiar en el régimen. Por el bien del pueblo venezolano, que ya ha sufrido sin cesar, Maduro debe hacerse a un lado de una vez por todas, para que un gobierno de transición pueda garantizar elecciones legislativas y presidenciales libres y justas. Solo entonces podrá comenzar la reconstrucción y la sanación de Venezuela.

Sobre la Autora

John Barsa es el Administrador Adjunto Interino de la USAID. Sígalo en @JBarsaUSAID.

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