Energizando Comunidades

Un grupo de salvadoreño-estadounidenses invierten en energía renovable y desarrollo comunitario en su país natal, con el apoyo de USAID

USAID
U.S. Agency for International Development
5 min readJan 26, 2024

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Pequeña plataforma pintada de amarillo, con paneles solares y otros pequeños edificios a su alrededor, con un cielo gris nublado.
La planta solar Natividad de Nauak Power. / Deetken Impact

Omar Ortez nunca esperó poder operar una planta de energía solar en El Salvador. Aunque nació y creció allí, se mudó para realizar su maestría y vivió en los EE.UU. por décadas. “Mi esposa y yo empezamos nuestra vida juntos en Boston, pero siempre nos preguntamos qué podíamos hacer para contribuir a El Salvador y a la región centroamericana,” dice Omar.

Omar y su esposa, Carmen Henriquez, empezaron a investigar sectores en que la inversión de la diáspora salvadoreña pudiera tener un impacto, llevándolos hacia la energía renovable. Desde el principio, su interés no solamente fue generar energía renovable y reducir las emisiones de carbono, sino también catalizar el desarrollo económico local e inclusivo.

Hombre con cabello corto gris con el brazo alrededor de una mujer con cabello castaño recogido y gafas de sol en la cabeza, ambos sonriendo, frente a un mirador con cielo despejado.
Omar Ortez y Carmen Henriquez, co-fundadores de Nauak Power. / Nauak Power

¿Por qué energía renovable?

En El Salvador, el acceso a la energía es casi universal, incluso en áreas relativamente rurales. Sin embargo, los combustibles fósiles todavía representan alrededor de la mitad del suministro de energía, y la accesibilidad económica sigue siendo un reto. El gobierno salvadoreño quisiera que el país se diversificará hacia fuentes de energía más renovables como la solar, la eólica, y el biogás.

Omar y Carmen juntaron inversiones de media docena de contactos, la mayoría de ellos salvadoreños que viven en el exterior, para fundar Nauak Power en el año 2016.

“Queríamos demostrar que es posible movilizar las inversiones de la diáspora hacía proyectos productivos que puedan generar empleo, en un sector estratégico de la economía,” dice Omar.

Nauak Power encontró un terreno adecuado cerca de Santa Ana, en el oeste de El Salvador, para construir la planta solar Natividad, y aceptaron vender la energía a través de una empresa local de servicios públicos. También consiguieron un préstamo bancario de 6 millones de dólares. Pero pronto llegó la pandemia de COVID-19 y retrasó la construcción. Como la planta aún no estaba funcionando, los intereses que debían se fueron acumulando y aumentaron la deuda del préstamo en casi un millón de dólares.

Rejilla de paneles solares en primer plano, con zona boscosa y montañas al fondo, con cielo nublado.
La planta solar Natividad de Nauak Power. / Deetken Impact

La Aceleración con USAID

Fue entonces cuando las estrellas se alinearon y, a finales del 2021 Nauak Power recibió apoyo de USAID a través del programa Inversion, Empresa, y Sostenibilidad (INES), cuyo objetivo es generar al menos 30 millones de dólares en inversiones para apoyar el crecimiento económico y generar impactos sociales o ambientales significativos en El Salvador.

Nauak Power recibió apoyo de aceleración y movilización de capital de Deetken Impact, que dirige INES y es un administrador de activos canadiense centrado en la accion climática y la igualdad de género. “Este no es el típico proyecto solar,” dice Fernando Alvarado de Deetken. “Lo que motivó el diseño y la implementación del proyecto desde el principio fue lograr impactos sociales y ambientales y empoderar la comunidad.”

Deetken Impact y Nauak Power trabajaron juntos para renegociar y reestructurar los préstamos existentes de la empresa, atraer nuevos inversores, y aumentar la participación de la comunidad, enfocándose en temas de género y juventud.

Cinco personas con cascos amarillos y un pequeño perro color café frente a una cerca, con equipo detrás de la vacercalla.
Equipo de mantenimiento de terrenos de la planta solar Natividad. / Nauak Power

Impacto social y ambiental

En la comunidad alrededor de la planta Natividad de Nauak, el 90 % de los hogares están encabezados por mujeres, y aproximadamente la mitad tienen familiares que han migrado a otros lugares en busca de mejores oportunidades económicas. Por estas razones, Deetken aconsejo a Nauak Power para implementar capacitaciones y proyectos enfocados en el empoderamiento de mujeres y jóvenes. Ahora la empresa brinda capacitación en temas como agroforestería, habilidades comerciales, emprendimiento, y derechos de las mujeres.

Nauak Power se propuso generar empleo local, con el objetivo de contratar al menos al 40% de la mano de obra local. Al final, el 61 % de los 252 puestos de trabajo creados por Nauak Power fueron ocupados por residentes de la comunidad, una quinta parte ocupada por jóvenes y otra quinta parte por mujeres. Del equipo actual de mantenimiento de la central, cuatro de los seis empleados son mujeres.

La planta solar de Nauak Power también está ayudando a El Salvador a avanzar hacia un futuro mas ‘verde’ — la planta tiene cinco megavatios de capacidad instalada, suficiente para abastecer a unos 8.400 hogares, y está desplazando el equivalente a las emisiones de 1.600 vehículos cada año con energía renovable. El equipo también está cultivando alimento para animales en los terrenos situados debajo de los paneles solares y reforestando áreas cerca de un canal en la propiedad con árboles de moringa.

Nuestros valores tienen tres bases: sólidos, sostenibles, y solidarios,” explica Omar. “Sólidos, al realizar inversiones que tengan sentido a largo plazo y en un sector estratégico de la economía. Sostenibles, eligiendo sectores que contribuyan al medio ambiente. Y solidarios, contribuyendo al desarrollo local en la medida de nuestras posibilidades.”

Para Omar, todo se refleja en el nombre de la empresa. “Nauak” es una palabra en náhuatl, un idioma indígena de Centroamérica, que significa “reunirse”, uno al lado del otro–lo opuesto a ‘diáspora’, que se refiere a dispersarse o separarse.

Hoy, gracias al apoyo de USAID, Nauak Power es una empresa operativa y sostenible. Tiene previsto ampliar sus actividades a la energía agrofotovoltaica, la generación de energía hidroeléctrica a pequeña escala y un proyecto de biogás. Ahora que ha demostrado el impacto sociale y de género del proyecto, la empresa está bien posicionada para conseguir financiación adicional de inversores de impacto, miembros de la diáspora, y otras instituciones financieras para poder seguir creciendo.

Acerca del autor

Natalie Alm es asesora de comunicaciones de la iniciativa INVEST de USAID.

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