Hace funk y es barbero: la historia de un inmigrante venezolano para sobrevivir en la Argentina
Cristian Chirinos llegó hace 7 años. Tiene una barbería y planea armar una carrera musical. Azabache Flow, su nombre artístico.
Cristian Chirinos es un joven inmigrante venezolano de 23 años. Hace 7 años llegó a la Argentina. Es de la ciudad de Caracas y actualmente vive en Buenos Aires.
Al llegar al país tuvo que decidir entre estudiar una carrera o trabajar para ayudar a su familia. Eligió trabajar por la difícil situación económica que les tocaba atravesar. Tuvo una gran variedad de trabajos, desde mesonero hasta repositor en una verdulería.
Conoció el oficio de barbero porque tenía unos amigos de República Dominicana que también viven en Buenos Aires y le ofrecieron enseñarle.
Después de 3 años trabajando en la barbería de sus amigos decidió abrir la suya propia con un socio.
Cristian, en diálogo con UtopiaUAI, dijo: “Fue lindo mientras duró, solo que esa persona que consideraba amigo y socio me robó, me estafó y se fue con todo el dinero a otro país. Tuve que volver a empezar de cero luego de esa traición”.
Después de otro año trabajando en otra barbería logró abrir Tropic Baires en Gascón 34.
Junto con su madre empezaron este emprendimiento y Cristian es el encargado y barbero principal.
Económicamente la Argentina ha tenido muchos problemas y esto se ve reflejado en los bolsillos de todos los que residen en el país.
En la barbería también afectó.
“Nos salvó que tenemos un contrato de dos años con el mismo precio del local, lo más complicado ha sido el pago de servicios que han aumentado mucho. Nosotros tenemos que tener las luces prendidas todo el día y ya es complicado, tenemos que subir los precios de cortes muy seguido”.
Normalmente en el negocio de la barbería, los barberos alquilan la silla.
Toda ganancia de los cortes es de ellos, pero pagan un alquiler mensual al dueño.
Por el tema de precios y clientes, en esta barbería no lo pueden hacer de esa forma.
“El barbero no gana para alquilar silla, hacemos cada uno entre 8 o 10 cortes, cada corte lo tenemos en $6.000 pesos, no ganamos como para alquilar silla y vivir”.
Cristian nos comentó que además de la barbería también quiere vivir de la música, desde niño siempre le dijeron que era bueno escribiendo y entreteniendo a las personas, entonces se atrevió cuando llegó a Argentina.
Azabache Flow es el nombre artístico de Cristian. Hace funk.
“Sigo con la barbería porque es muy costoso ser músico y también necesitás mucho tiempo para poder dedicarle toda tu energía. Y con la situación económica de Argentina no se ha podido, es imposible”.
Cristian tuvo la oportunidad de presentarse en distintas provincias de Argentina e incluso en Chile, pero actualmente se encuentra parado su proceso porque actualmente necesita el dinero para poder vivir y producir.
Su primera canción fue una colaboración con un artista estadounidense llamado Jeschum.
La canción se llama “Post-nasal” y fue un éxito en la ciudad del americano.
Eligió estar un tiempo desaparecido de la escena para lograr juntar recursos y tener una gran inversión en su proyecto, traer nuevas canciones, nuevas colaboraciones e incluso un álbum.
Azabache Flow también nos comentó sobre cómo se maneja hoy en día el mercado.
“Se maneja todo en baile, como es TikTok, si tu canción no se hizo viral con un baile de 10 segundos no va a ser un éxito”, afirma.
Además de la música a Cristian le gustaría tener un segundo ingreso de su otra pasión, su objetivo es abrir una cadena de barberías en Argentina y Venezuela.
Chirinos nos comenta que no volvería a Venezuela, solo por trabajo, se acostumbró a vivir tanto afuera que no siente a Venezuela como su casa.
Ama a la gente de Venezuela y las zonas turísticas, pero no lo siente como su país para vivir el día a día.
De todas maneras, le encantaría que sus colaboraciones en su mayoría fueran con artistas venezolanos.
Actualmente, Cristian está buscando abrir una nueva barbería, tener otros encargados y el así puede dejar de ser barbero para poder estar al 100% en su proyecto musical.
Azabache Flow no desapareció para siempre, está cargando energías para poder volver con toda la fuerza y transmitirle todo el cariño a sus oyentes a través de su arte.
Cristian es un ejemplo del inmigrante venezolano que todos los días, a pesar de tener un sueño, sigue trabajando de muchas otras cosas para tener un sustento y no descansará hasta conseguir sus metas.
